"Honestamente, creo que fue una mala gestión por su parte".
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El director y guionista Sam Raimi, conocido por Posesión Infernal y por la trilogía de Spider-Man, ha charlado con el portal Vulture sobre el papel de Blizzard en su fracasado proyecto de llevar a cabo una película de World of Warcraft.
"En primer lugar, me preguntaron si yo quería hacer la película, y les dije: `Sí, me encanta World of Warcraft, y creo que sería una gran película´. Así que leí un guión que tenían que fue escrito por los chicos de Blizzard, y que no me acabó de llenar. Les dije que yo quería hacer mi propia historia original con Robert, así que lo llevamos a Legendary (la distribuidora) y ellos lo aceptaron, y luego lo hicimos llegar a Blizzard, y, con reservas, lo aceptaron", explicó Raimi.
"Entonces Robert escribió el guión, y sólo una vez que hubo terminado nos dimos cuenta de que Blizzard tenía poder de veto, y nosotros no lo sabíamos", comentó el cineasta. "Y de hecho ni siquiera habían aprobado la historia original que les hicimos llegar. Esas reservas eran su manera de decir: `No aprobamos esa historia, y queremos llevarla de una manera diferente´, por lo que después de haber pasado nueve meses trabajando en este texto, básicamente tuvimos que empezar de nuevo".
"Y Robert tuvo que empezar de nuevo, pero, según Blizzard, se estaba tomando demasiado tiempo, y su paciencia se agotó", aseguró. "Honestamente, creo que fue una mala gestión por su parte. No nos explicaron que la primera historia fue vetada hacía mucho tiempo. ¿Por qué nos dejaron seguir trabajando en ella? ¿Tenían miedo de decirme que no les gustaba?".