La Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos ha recibido una petición de abandono de marca.
Watch Dogs se ha erigido como uno de los títulos más esperados de los próximos meses, un desarrollo que ha necesitado de tiempo extra antes de su puesta a la venta.
Durante las últimas horas han saltado las alarmas ante un presunto "abandono expreso" de la marca Watch Dogs por parte de la propia Ubisoft en la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos. Aunque esta petición de abandono es real, no ha sido realizada por la compañía francesa, que se ha apresurado a denunciar la situación.
"Actualmente estamos trabajando con la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos para restablecer la marca Watch Dogs, y esperamos que vuelva a estar activa durante los próximos días. Este asunto no ha tenido impacto en el desarrollo del juego", ha declarado un portavoz de la compañía al medio británico CVG.
La presente petición de abandono de marca señalaba estar firmada por Yves Guillemot, director general de Ubisoft, algo que no es cierto: "El señor Guillemot no ha firmado la petición de abandono expreso de la marca, ni tampoco nadie de la compañía Ubisoft Entertainment. Esta petición de abandono de marca es fraudulenta y no fue firmada por Ubisoft ni ninguno de sus representantes".
A mediados de octubre, sólo un mes antes de la salida original del juego, Ubisoft anunció que retrasaba todas las versiones del juego hasta primavera de este año. En aquel momento la compañía dejó claro que "nuestra ambición con Watch Dogs era la de ofrecer algo que representara lo que queríamos ver en la próxima generación de juegos. Desde el principio hemos apostado por la actitud de que no vamos a renunciar a la calidad"
La empresa añadía que "necesitaba de tiempo extra" para pulir y afinar todos los detalles del videojuego, para que así pudieran ofrecer "una experiencia verdaderamente memorable y excepcional".