Jonathan Blow se ha visto obligado a pedir un préstamo para completar su nueva aventura de puzles.
Conocido por haber dado vida a uno de los mejores videojuegos de los últimos años, el creador de Braid se ha visto obligado a invertir toda la fortuna que amasó con esta genial aventura de puzles para costear el desarrollo de su nuevo videojuego, el prometedor The Witness, que se espera llegue a las tiendas a lo largo del presente año.
Tales son las dimensiones de este proyecto, que Jonathan Blow ha llegado a pedir incluso un préstamo para continuar trabajando en este ambicioso videojuego inspirado en todo un clásico como Myst. La razón, explica el creativo independiente, es que si bien Braid continúa vendiéndose "bien en algunas plataformas, en dos de las más importantes, Xbox 360 y PlayStation 3, ya casi no lo hace".
"Mucha gente ya no compra juegos digitales en esas plataformas, así que los ingresos de Braid ya no son suficientes para financiar al equipo", continúa. "He pedido un préstamo para terminar The Witness, por lo que espero que la gente lo compre cuando esté terminado", añade Blow.
En su día desarrollar Braid costó tan solo 200.000 dólares que a lo largo de estos años se han convertido en millones de beneficio para su creador.