Un artículo habla con fuentes de la empresa sobre los últimos días y sus movimientos antes del cierre definitivo.
El cierre de Lionhead Studios pilló a todos por sorpresa. Microsoft seguía ofreciendo contenido promocional del juego pocos días antes de hacer oficial la cancelación de Fable Legends y muchos trabajadores de la empresa británica reconocieron su sorpresa ante la decisión tomada en Redmond. Lo que pasó allí durante el mes previo al cierre final, la llamada "propuesta de cierre" del Reino Unido, ha sido explicado por Eurogamer en un reciente texto de la página inglesa.
El ambiente en las oficinas de Lionhead era triste tras confirmarse la noticia: algunos trabajadores se quedaban en casa y otros iban a la oficina para arreglar su curriculum. Eurogamer explica el caso de otro que venía a trabajar para jugar a Rocket League y sacar partido a la conexión de la empresa. El 13 de abril estuvieron viendo el streaming de un jugador de Fable Legends (que aunque ya no importaba, estaba rompiendo el acuerdo de confidencialidad de la beta) hasta que se cerró el servidor.
El texto ha llegado pocas horas después de saber de las empresas que estuvieron detrás de la hipotética compra del estudio y la marca, dejando claro hoy la nacionalidad de algunas de las firmas que se interesaron por los restos de Lionhead: eran chinas. Se ha venido hablando en los últimos días de la posibilidad de haber acabado Fable Legends antes de cerrar el estudio, y hoy hemos sabido que el nombre del proyecto antes de darle carpetazo era Project Phoenix.
Project Phoenix estaba siendo desarrollado por un equipo interno concentrado en salvar el juego, algo que habría acabado "salvando algunos puestos de trabajo", asegura una fuente anónima a Eurogamer. Se llegaron a presentar a dos empresas chinas que mostraron interés en financiar el nuevo estudio, pero el hecho de no vender Fable como licencia los acabó echando atrás. Un caso particular que parece molestar a la fuente es el de Evolution, cerrado por Sony en fechas similares.
Echa la culpa a Microsoft de la precipitada decisión y del nulo tiempo de maniobra que otorgó a los trabajadores entonces: "Sony cerró Evolution y en dos semanas Codemasters la salvó. Nos quedamos pensando, ¿qué coño? ¿Cómo ha pasado tan rápido? Luego supimos que el equipo de interno de Evolution sabía de las intenciones de Sony desde hacía meses. Puede que si Microsoft hubiese hecho algo similar la historia habría sido diferente".