Nos han sacado las castañas del fuego en más de una ocasión, pero habría que pensárselo dos veces antes de utilizar estos ítems fuer a de los videojuegos.
¿Cuántas veces hemos tenido que recurrir a un botiquín para no fracasar en nuestro intento de terminar un juego? Botiquines, plantas medicinales, vendas arregla-todo, aguas milagrosas, pócimas, y todo tipo de alimentos han asegurado a nuestro personaje aguantar con vida más minutos en la partida. Pero, si nos ceñimos a la dura realidad, donde el maná y los burbujeantes viales de infusiones revitalizantes de color verde no existen, ¿qué objetos no ficticios nos servirían de verdad?
Que en algunos casos estos sean accesibles y cercanos en nuestro día a día, no lo convierten de inmediato en artículos a recurrir en caso de necesidad real. Repasamos unos cuántos elementos de uso habitual por los desarrolladores cuyos beneficios en el mundo virtual dictan muchos del adecuado en la vida real. Utilícense con moderación. Ante cualquier duda o problema consulte con su médico o farmacéutico.
Agua de retrete - Vale que el universo de Fallout la diferencia entre la vida y la muerte puede consistir en comer cosas que harían vomitar a una cabra. Pero comerse la cabra cuando ésta tiene dos cabezas debido a una mutación tampoco parece la decisión más inteligente. Tampoco lo parece beber agua irradiada de un retrete, por múltiples y obvios motivos.
Analgésicos - Después de esquivar la mayor parte de una veloz nube de balas a cámara lenta, el bueno de Max siempre terminaba con algún que otro agujero entra en su cuerpo. Pero seguramente nadie que sufra de una herida de bala buscará remedio en unos simples analgésicos: los calmantes no paran hemorragias.
Bebida - Beber hasta reventar no es la solución a ningún problema, aunque aparentemente los haga parecer menos importantes. De ahí que, aunque te parezca que una cuchillada fruto el encontronazo con un demente habitante de una ciudad sumergida, beber para olvidarla no es la solución. Lo suyo es acudir a las urgencias hospitalarias.
Comida - ¿En cuantos juegos hemos recuperado nuestra salud gracias a la comida? Todo tipo de alimento en todo género de videojuegos han ayudado a revivir a millones de jugadores durante décadas. Pero en el día día, tal vez sea mejor no comerse lo primero que encuentres tirado dentro de una caja, en en el suelo de algún callejón o muerto bajo un arbusto.
Monedas, anillos y otros objetos brillantes - No nos permiten recuperar la salud exactamente, pero hay una gran cantidad de objetos, normalmente dorados y brillantes, que en los videojuegos nos permiten tener una segunda oportunidad en nuestras partidas. Y es verdad que tener un buen número de monedas puede resultar igual de práctico en la vida si tienes algunos ahorros en el banco, por lo que pueda pasar. Pero llenarte los bolsillos de anillos no hará que sobrevivas a caer sobre una plataforma sembrada de enorme pinchos de metal.
Sangre ajena - Si aceptamos que el vampirismo, tal como nos lo pintan Stoker y compañía, no existe, rápidamente llegaremos a la conclusión de que beber sangre ajena no solo no hará que te recuperes de daños físicos extremos, si no que es un importante foco de infecciones, aumenta el riesgo de sufrir hemocromatosis, cáncer de hígado e, incluso, la muerte. Y, básicamente, es una guarrería.
