Tres principios: sólo cosméticos, con múltiples opciones de adquisición, y prestando atención a los usuarios.
A lo largo del presente 2017 hemos visto numerosos casos en los que la comunidad de jugadores —y numerosas cabezas visibles de la industria del videojuego también— han mostrado su descontento respecto a la política de cajas de botín que se ha vuelto tan popular en los lanzamientos triple A. Overwatch, por su parte, es uno de los juegos que más se ha alejado de la polémica. En una entrevista del portal PC GamesN a Jeff Kaplan, director del juego, descubrimos cuál es la filosofía de Blizzard a la hora de implementar estas microtransacciones.
“Había un par de ideas centrales que resultaban muy importantes al equipo cuando creamos nuestro sistema de cajas de botín”, explica el creativo. “Queríamos que el sistema fuera puramente cosmético”, atendiendo a los deseos de la comunidad de dejar de lado cualquier método para aumentar nuestro poder en el juego. “La segunda era que queríamos que todos los objetos que pudieras obtener en cajas de botín se pudieran conseguir de alguna forma que no tuviera nada que ver con la suerte”, que es por lo que un objeto repetido nos da oro con el que podemos comprar cualquier elemento que queramos en Overwatch.
“La otra razón por la que nuestro sistema de cajas de botín ha sido exitoso es que intentamos escuchar a nuestros jugadores todo lo posible”, comenta Kaplan, quien pone como ejemplo el primer evento de Juegos de Verano en el que algunos jugadores estaban molestos con la idea de que los objetos temáticos no se pudieran obtener con créditos. El siguiente evento, de Halloween, sí incorporaba esta posibilidad. “Esperamos mostrarle a los jugadores que nosotros también jugamos al juego: nos involucramos en el diálogo con ellos, nos complace hacer cambios”.
A pesar de la rotunda popularidad de Overwatch, algunos analistas ya apuestan por un Overwatch 2 para 2020. Queda por ver si, de producirse realmente, mantendría esta respetuosa filosofía.