¿Necesitas guardar la partida y te falta aguardiente? Te enseñamos a crearlo por tu cuenta.
No hay duda alguna de que el sistema de guardado de partida de Kingdom Come: Deliverance no es para todos los paladares, y lo que a algunos les parecerá realista y crudo a otros les parecerá abiertamente molesto. Mientras llega la opción de guardar al salir, compartimos una guía enseñándote cómo conseguir Schnapps redentores para que no tengas que dejarte más de cien monedas en cada botella de los mercaderes. La respuesta para ello está ni más ni menos que en la alquimia, claro.
Para poder crear esta preciada bebida alcohólica, necesitarás encontrar una mesa de alquimia y conocer la receta, al igual que con cualquier otro producto de este tipo del juego. Ambas cosas se encuentran bastante pronto en el juego, pero no podrás leer la receta hasta que Henry aprenda a leer. Para encontrar al tutor que te enseñe a hacer esto, sigue las misiones del apotecario de Rattay.
Preparación de la receta
No esperes que Kingdom Come: Deliverance te deje pulsar un botón y todo se mezcle delante de tus ojos en el caldero. Necesitas conseguir una serie de ingredientes y preparar el Schnapp por ti mismo. Más concretamente, necesitarás vino, ortiga (1) y Belladonna (2).
¿Dónde se consigue todo esto? Hay varias formas de hacerlo. La más directa es comprarlos del apotecario, aunque claro, eso ya implica un gasto de dinero. La otra es buscarlos directamente en los vastos campos de Bohemia. Como prefieras. Una vez tengas todo lo que necesitas, dirígete al puesto de alquimia y prepara la bebida de la siguiente forma.
- Echa el vino en el caldero.
- Deja caer la ortiga después.
- Usa el mortero para machacar las Belladonnas y ponlas en el plato.
- El caldero debe hervir tras unos seis giros de los fuegos. Deja que hierva durante un par de vueltas del reloj de arena.
- Echa la Belladonna molida.
- Tres vueltas a los fuegos serán suficientes para mantenerlo caliente.
- Deja que hierva durante una vuelta del reloj de arena.
- ¡Listo! No esperes que suene ninguna alarma. Simplemente coge un frasco cercano y vuelca en él el contenido del caldero.
Por supuesto, se trata de un proceso algo lento, de modo que querrás hacer unos cuantos Schanpps redentores de una vez para tenerlos al alcance cuando los necesites. Recuerda, eso sí, que son bebidas alcohólicas y si abusas de ellas perderás las formas delante de la gente. Igual que en el mundo real, lo ideal es beber con moderación.