El jugador no deja de pensar en el título de Epic Games mientras su barrio queda arrasado.
En el día de ayer la población de Greensboro, en Carolina del Norte, quedó muy afectada tras el paso de un tornado en la zona. Y mientras tanto, un un joven jugador local fue capaz de seguir disfrutado de Fortnite según informa el canal de local WXII 12.
El paso del tornado, que alcanzó una velocidad de 217 kilómetros por hora, provocó daños considerables a las casas de Greensboro y se ha cobrado una vida. Decenas de miles de viviendas perdieron el suministro eléctrico y, a pesar de ello, Anton Williams no dejó de jugar a Fortnite. Tal como relató al periodista de WXII 12, "estaba sentado en casa jugando a Fortnite y, de repente, escuché un montón de ruido. Miré por la ventana y empecé a ver los tejados salir volando de las casas de enfrente. Luego me volví a sentar porque solo me quedaban un par de personas en mi partida. Iba a tratar de terminar el juego".
Una vez terminada la partida, Anton llevó a familia al cuarto de baño para mantenerlos a salvo. "¿Qué pasaba por tu mente cuando estabas en el baño con tu hermana y sobrino?", preguntó la periodista, a lo que Anton respondió: "Honestamente, estaba pensando en el juego y esperaba que todo el mundo estuviera bien a mi alrededor".
Desde luego, Fortnite está logrando fidelizar a sus usuarios, da igual que una gran tormenta logre volcar camiones y arrancar postes de la red eléctrica a su alrededor. Los jugadores jóvenes son los más fieles a sus partidas, incluso durante las horas lectivas, motivando que algunos profesores se pongan en contacto con Epic Games para pedir ayuda. A pesar de lo que puede parecer con noticias como éstas, un estudio afirma que Fortnite no causa adicción.