¿En qué aspectos revoluciona el nuevo juego de Lara Croft a la saga Tomb Raider?
Algunos sospechaban que, con los primeros vídeos mostrados sobre Shadow of the Tomb Raider, podíamos estar ante un videojuego muy conservador. Nada más lejos de la realidad. EIDOS Montreal, de hecho, ha conseguido un gran equilibrio entre el respeto por la obra de Crystal Dynamics en las dos primeras entregas de la trilogía y, por otra parte, la inyección de novedades.
Hay suficientes cambios en su nuevo videojuego como para evitar considerarlo un título demasiado continuista, y si bien unos son más aparentes que otros, con un poco de cuidado podemos descubrirlos.
¿Cuáles son los 5 grandes cambios de Shadow of the Tomb Raider?
El Tamaño Importa
Este es, con diferencia, el videojuego de la serie que, en términos de mapeado, más ha hecho avanzar a la franquicia. Esto genera que, a efectos jugables, haya más superficie por explorar y que se puedan crear situaciones más variadas. El tamaño se ha aprovechado bien y, además, hay integradas en los mapas un mayor número de tumbas y, por si fuera poco, con unas cotas de épica realmente espectaculares.
Las Ciudades
Uno de los aspectos clave en el videojuego es la presencia de grandes áreas civiles que podemos explorar con libertad, algo que vemos por primera vez en la franquicia. Sí, en Tomb Raider había un campamento con supervivientes y poco más… Aquí hay ciudades completas en las que podemos hablar con otros personajes para obtener información sobre el entorno o misiones de carácter secundario, y podemos comerciar con los vendedores para venderles lo que nos sobre o comprar mejoras, munición o armas.
Una Lara Anfibia
En juegos anteriores hemos visto algún que otro coqueteo con el agua, e incluso es fácil recordar una fase de buceo en Tomb Raider Underworld en la que había que descubrir unas ruinas submarinas. No obstante, nunca antes hemos visto una Lara Croft pasar tanto tiempo a remojo como en Shadow of the Tomb Raider, y para ello en EIDOS Montreal han creado varias dinámicas. Por ejemplo, bajo el agua hay que estar pendientes del oxígeno. Podemos respirar saliendo a la superficie o usando alguna de las burbujas de aire que hay en las partes altas de las zonas sumergidas. ¿Amenazas? Desprendimientos de roca, pirañas e incluso morenas… El buceo no sólo presenta muchas posibilidades sino que, además, aporta mucha diversidad a la jugabilidad y a los escenarios y, por si fuera poco, oculta múltiples secretos.
Más Ágil que Nunca
En la parte relacionada con las plataformas también hay algunas novedades importantes. La destreza de Lara para llevar a cabo maniobras imposibles se ha visto disparada en esta ocasión, y enlazar unos movimientos con otros permite más posibilidades que nunca para explorar lugares recónditos del escenario. Además, el rápel nos facilita la opción de descolgarnos desde cualquier superficie en la que estemos clavados y, a partir de ahí, superar caídas que podrían matarnos o, por el contrario, balancearnos para tratar de llegar a algún lugar inaccesible.
Un Depredador
Nos vendieron que Lara Croft iba a ser una elegante y precisa máquina de matar, y el juego no nos ha decepcionado. Las secuencias de sigilo se pueden completar con más variedad de opciones que nunca gracias a la posibilidad de camuflarse en paredes verticales de frondosa vegetación o a cubrir el cuerpo con barro para tratar de pasar desapercibidos. Sí, claro, si todo sale mal siempre podemos recurrir a las mecánicas de acción en tercera persona y uso de coberturas, pero está bien tener cuantas opciones más para el sigilo.
¿Quieres saber más sobre el videojuego? No dudes en consultar nuestro análisis de Shadow of the Tomb Raider en las páginas de la revista.