"Con Apex Legends, es muy importante para nosotros el no vender ventajas competitivas", declaran los creadores de Titanfall.
Este fin de semana la gente de Respawn Entertainment ha publicado un mensaje en su blog oficial en el que se dirige a la comunidad de aficionados al hilo de la reciente polémica por el evento Iron Crown de Apex Legends, que ha levantado mucho descontento entre los jugadores.
Los Apex Packs han sido la única forma de conseguir algunos skins
"Con Iron Crown hemos roto la promesa que nos habíamos impuesto en cuanto a tener una monetización que fuera justa para los aficionados, que pudieran elegir cómo gastar su tiempo y su dinero", comienza el comunicado, que se refiere al hecho de que los Apex Packs se han convertido en este evento en la única forma de conseguir determinados aspectos que algunos aficionados han considerado especialmente atractivos.
"Os hemos escuchado y hemos pasado mucho tiempo esta semana discutiendo el feedback y cómo vamos a estructurar los eventos en el futuro, así como los cambios que vamos a introducir en Iron Crown", continúan en el texto que puedes leer al detalle desde la web oficial de EA. "De cara a futuros eventos, os vamos a ofrecer más vías para conseguir las cosas más allá de la compra de los Apex Packs".
Nuestra meta no es sacaros hasta el último centavo
"Tenemos que hacerlo mucho mejor a la hora de hacer saber a nuestros jugadores qué esperar de las variadas estructuras de eventos de Apex Legends, y durante los últimos seis meses hemos aprendido mucho de poner en marcha un Juego como Servicio en clave free-to-play. Una de las mayores lecciones ha sido la de esta semana", comenta Drew McCoy, máximo responsable del videojuego. "Aprendemos mucho cada día que pasa en cuanto a ofreceros las mejores experiencias posibles y todo el contenido. Con Apex Legends no queremos vender ventas competitivas, y nuestra meta no es sacaros hasta el último centavo".
Recientemente nos hacíamos eco de una de las actualizaciones estéticas de Apex Legends que costaba la friolera de 170 dólares y que sembraba el descontento entre los aficionados.