Para Reggie Fils-Aimé, la industria estaba estancada en aquella generación.
Desde que dejó la presidencia de Nintendo América en manos de Doug Bowser, Reggie Fils-Aimé no ha dejado de guiar e inspirar a nuevos líderes y empresarios a través de clases y charlas de todo tipo. Sin embargo, su veteranía también supone una interesante fuente de opiniones y experiencias sobre la industria del videojuego. En esta ocasión, el exejecutivo ha hablado con el portal Game Daily sobre el estado en el que se encontraba su campo en la época anterior a Wii.
La industria estaba estancada y las ventas de software, en detrimento
"Mucha gente no se acuerda, pero en la era de los 2000, apenas una de cada tres personas jugaba a videojuegos. También por aquel entonces, la industria estaba estancada y en mercados clave como Europa y Japón, las ventas de software iban en detrimento" explica Fils-Aimé. Parece que Nintendo se dio cuenta de esto justo a tiempo para implementar algo fresco y original con una Wii que ha terminado de recibir juegos justo ahora, en 2019, con el último Just Dance.
"Claramente, la compañía pensó mucho sobre esto. Y para ser justos, lo hizo antes de que yo me uniera a ella. La compañía vio el estancamiento como fruto de una excesiva complejidad, demasiadas secuelas. [Vieron] el mismo juego en general, pero ahora era la versión cinco o seis, había falta de innovación y falta de diversión".
Fils-Aimé razona que a Nintendo le fue bien yendo al corazón del asunto, proponiendo soluciones nuevas y apostando por una dirección diferente. Si Sony y Microsoft decidieron ir a por consolas más potentes y con mayor fidelidad gráfica como Xbox 360 y PS3, Nintendo crearía hardware nuevo y capaz de sorprender con su jugabilidad. Algo que vemos aún hoy con Nintendo Switch o experimentos como Nintendo Labo. Actualmente, se considera que Switch podría llegar a ser una de las pocas consolas con más de 100 millones de unidades vendidas.