La cadena de tiendas está teniendo un año difícil, y la falta de demanda de hardware actual no ayuda lo más mínimo.
La certeza al 100% de que el próximo año llegarán las apuestas de nueva generación de Sony y Microsoft, hablamos de PlayStation 5 y Xbox Scarlett, está afectando de forma considerable a las ventas del hardware actual de ambas compañías. Así lo ha asegurado la cadena de tiendas GameStop en su último informe fiscal, que ve en este elemento uno de los motivos de un nuevo, y van unos cuantos, pésimo año.
Aunque no es el único motivo. Según leemos en GameSpot, la empresa estadounidense reportó una caída en su facturación y demanda de productos en prácticamente todas las áreas de negocio en las que está presente. En este sentido, los ingresos de GameStop bajaron un 25,7%, para hacer un total de 1.400 millones de dólares en el trimestre. A este descenso contribuyó enormemente el hardware, que disminuyó un 45,8% su ritmo de compras pero, como decíamos, también el resto de categorías. Por ejemplo, la venta de juegos nuevos cayó un 32,6%, mientras en el negocio de segunda mano la bajada fue algo menor pero también notable, un 13,3%.
En total, GameStop registró unas pérdidas de 83,4 millones, que son llamativas pero que son menores a las cifras catastróficas obtenidas el año pasado. En otros mercados, como Reino Unido, se informó hace poco también de una menor demanda en el hardware en el Black Friday respecto a 2018, si bien Nintendo Switch la mejoró.