La Asociación Española de Videojuegos ha alertado a los consumidores con motivo de la campaña de Navidad.
La lucha contra la piratería es, posiblemente, una de las batallas más antiguas de la industria del videojuego. Parece que cuando se trata de piratear juegos que acaban de llegar al mercado, suele identificarse el problema con facilidad, sin embargo, cuando se trata de juegos retro, todo se vuelve más confuso para algunos consumidores.
Hay muchos dispositivos con emuladores en el mercado
En estos últimos años, Nintendo ha sido una de las compañías que más beligerantes se ha mostrado con este tema, acabando con webs de ROMs e incluso obligando a destruir los archivos almacenados fuera de ellas. Con un creciente interés por los videojuegos retro y la moda de las reediciones de videoconsolas clásicas, como Nintendo Classic Mini: NES o la reciente Game and Watch de The Legend of Zelda, muchos fabricantes han puesto en el mercado consolas retro y arcade a bajo precio con emuladores preparados para descargar ROMs o incluso con juegos preinstalados.
Ante la posibilidad de que estos productos se antojen como un regalo ideal para esta Navidad, La Asociación Española de Videojuegos (AEVI) ha emitido un comunicado advirtiendo sobre el uso de copias ilícitas de videojuegos en emuladores. "La industria del videojuego hace un llamamiento sobre la importancia de respetar los derechos de autor y favorecer el desarrollo de la oferta legal de contenidos en España evitando las infracciones de derechos de propiedad intelectual como, por ejemplo, el uso de dispositivos de emulación para jugar con copias ilícitas de videojuegos".
Ha sido el propio director general de AEVI, José María Moreno, quien ha alertado sobre las consecuencias del uso de estos dispositivos: “La elusión de las medidas tecnológicas de protección establecidas sobre cualquier dispositivo, incluidas las videoconsolas, o en un videojuego para proceder a la emulación es un ilícito civil e incluso penal”.
AEVI recuerda la importancia de respetar los derechos de autor
AEVI también ha hablado de los videojuegos que han cesado en su comercialización, los conocidos como 'abandonware', recordando que, "rara vez se constituyen como tal", puesto que la desaparición de las compañías que originalmente eran propietarias del software no libera de derechos a las obras, que suelen acabar en manos de terceras partes. Sobre las penas, AEVI ha recordado que "el infractor de los derechos de explotación del titular de un videojuego, así como quien eluda las medidas tecnológicas de protección, puede llegar a enfrentarse a pena de prisión de seis meses a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses."
La confusión a la hora de consumir productos retro y las malas prácticas por parte de compañías y jugadores ha elevado la preocupación sobre la preservación del legado de los videojuegos.