Emocionante, cinematográfico y único. Heavy Rain es el videojuego más genuino y especial en lo que llevamos de año y, pese a que no es recomendable para todo tipo de usuarios por su estilo jugable, lo cierto es que su enorme calidad merece la atención que a buen seguro se le prestará.
Gone Home se ha convertido en unos de los mejores juegos independientes del momento gracias a una historia muy bien planteada, que nos sorprenderá a cada paso que damos. Una atmósfera y un planteamiento pocas veces visto en un juego, que trasciende lo anecdótico para convertirse en todo un referente de hasta dónde pueden llegar los videojuegos.
The Beginner's Guide es el resultado de un ejercicio de introspección que pocas (o ninguna vez) hemos visto en la todavía joven industria del videojuego. Un viaje que difícilmente deja indiferente y que resulta imposible examinar en profundidad sin estropear la experiencia. No es para todo el mundo, ni mucho menos, pero qué juego sí lo es.
What Remains of Edith Finch es un cuento. Uno que no sólo hace recuperar nuestra fe en este estilo narrativo, sino que lo aviva con fuerza gracias a ideas ingeniosas y un ritmo que hace imposible no avanzar hasta el final. Atractivo, mágico y con una gran imaginación, Edith Finch es el mejor walking simulator del año, y de los que mejor ha captado el alma del género.
Nunca es fácil recomendar un juego de carácter experimental como este. Pero The Stanley Parable es tan original, y es a su vez tan bueno a nivel narrativo, que no podemos más que invitaros a que os dejéis llevar y lo probéis por vosotros mismos. Os gustará en mayor o menor medida, pero estamos seguros de que al final, el mensaje que transmite os hará pensar largo y tendido. Y solo por eso merece la pena.
Tan angustiosa y terrorífica como esperábamos, la secuela de Amnesia cumple sobradamente con lo esperado. Porque no solo da miedo, sino que además lo hace con un estilo único y perturbador, que destaca por lo enfermizo de su argumento, su destacable puesta en escena y, claro está, la presencia de un villano del que solo podremos escapar.
Quantic Dream continúa ofreciéndonos su visión del futuro de las aventuras gráficas con Beyond: Dos Almas. Puede que a algunos se les atragante su estilo de película interactiva, cargada de QuickTime Events, pero quienes disfruten de las historias emotivas y que atrapan tienen cita innegociable con él.
Es difícil definirlo como un buen videojuego y sin embargo Dear Esther consigue que quieras jugarlo más y más. Una nueva muestra de que a veces, cuando se arriesga, se pueden crear experiencias de ocio genuinamente únicas y muy especiales. En definitiva, estamos ante un magnífico relato audiovisual que no deberíais perderos.
Bloober respeta la fórmula creada en el original para este Layers of Fear 2, cambiando el escenario, pero manteniendo su enfoque de terror. Eso significa mucha linealidad, mucho recurso reiterado y mucho jump scare, pero también lecciones aprendidas. Una sensación de ser menos invulnerable. Una más justificada rejugabilidad y una narración con más capas de profundidad.
Los creadores de Layers of Fear regresan con una aventura fascinante, corta pero increíblemente interesante y claustrofóbica, que nos deja una de las experiencias indie más sugerentes de cuantas han aparecido durante este verano.
Eastshade es un juego muy original. Casi podría decirse que único. Un bello mundo abierto con una gran variedad de misiones que cumplir, pero que no busca enfrascarse en combates ni en el progreso de niveles. Solo descubrir cada rincón de esta bella isla y pintarlo, mientras conoces a los curiosos habitantes que la pueblan.
Una experiencia distinta, intrigante y que mezcla de formas muy originales el realismo de la vida cotidiana, el que encontramos cuando te alejas de la rutina y el misterio de lo extraño y desconocido. Puede que Firewatch se asemeje a otros títulos como Gone Home o Dear Esther, pero saca a relucir su personalidad a través de un bosque exorbitante y unos diálogos sólidos y bien escritos.
La creciente importancia de la forma de contar historias en los videojuegos se multiplica con este lanzamiento. Con una estructura jugable tan escueta que definitivamente no es para todo el mundo, el videojuego de The Chinese Room recompensa el esfuerzo de quien tenga paciencia, y lo hace con mucha riqueza y momentos emocionales (que no emocionantes) en su interior.
De Proteus se pueden decir muchas cosas. Desde que es un título demasiado simple en lo visual, hasta incluso que no es un videojuego al uso. Y ambas afirmaciones son ciertas. Pero aun con esas, estamos ante una original, personal y cautivadora aventura de exploración.
Precioso en lo visual y muy ingenioso en el diseño de sus rompecabezas, Mind: Path of Thalamus es una obra con cierto aroma experimental, por su gran apuesta por la narrativa y lo artístico, pero que en ningún momento se olvida de lo más importante: es un videojuego. Y en ambos casos la obra de Carlos Coronado cumple de forma notable.
Visualmente cautivador y poderoso en lo narrativo, The Vanishing of Ethan Carter se ha convertido en una de esas agradables sorpresas que siempre gustamos de recibir. A nivel jugable no es un título especialmente llamativo. Hay poco que hacer y en ocasiones puede tonarse incluso pesado; pero la fuerza de sus imágenes y lo atractivo de su historia hacen de esta una aventura gráfica muy recomendable.
Kholat expande la propuesta de los juegos de exploración creando un entorno más grande y abierto, y mezclándolo todo con tintes de terror. Basándose en un poderoso motor para crear algunas bellas estampas y jugando con la orientación que nos da su mapa y su brújula, consigue meternos en un ambiente opresivo en lo recóndito de los Urales.
Tacoma busca a través de su relato de ciencia-ficción mostrarnos una ventana a un futuro realista, a través de la herramienta que mejor domina su estudio: atraer la curiosidad del jugador. El resultado, sin embargo, aun siendo interesante, no es tan redondo ni profundo como nos gustaría o como vimos en su anterior obra.
Layers of Fear es un título bien ejecutado, que apuesta por la linealidad y por los sustos más que por el terror psicológico. Debido a este desarrollo y al hecho de que no existe realmente el castigo de la muerte, no hemos sentido tanto esa sensación de angustia que busca un aficionado al género.
Obduction logra introducirnos en otro mundo, literalmente. Uno poblado por puzles, sí, pero dentro de un contexto que comparte con su extraño universo, donde todo está cohesionado y nada queda fuera de lugar.
Lost Ember es un walking simulator que apuesta por la naturaleza y que nos narra una historia para nada sorprendente pero que, por lo menos, está bien contada y resulta bastante tierna.
Capaz de emocionar con su relato, 11-11: Memories Retold es una muy buena aventura narrativa que consigue implicarte en la historia de sus dos protagonistas.
Nunca resulta fácil recomendar experiencias de juego tan poco tradicionales como la que nos brinda Bientôt l'été. Sin embargo entendemos que por su originalidad, su estética y la profundidad del mensaje que transmite, esta es una obra muy recomendable para cualquier aficionado abierto a este tipo de propuestas experimentales.
The Novelist nos ofrece una buena historia, de esas que sólo los videojuegos puede contar. Lamentablemente, lo hace a base de unas mecánicas un tanto repetitivas y una historia donde nuestras elecciones son a veces forzadas al extremo, sin poder expresarnos realmente a través de él.
A poco que te gusten las aventuras de puzles con una pizca de suspense sabrás disfrutar de la acción que propone The Guest. El diseño de sus rompecabezas es bastante ingenioso, con un toque tradicional y además variado. ¿La historia? Es atractiva y tiene alguna que otra sorpresa que os hará esbozar una sonrisa, aunque tal vez su desenlace no sea tan perfecto como deseábamos.
