Cuphead era un videojuego por el que era difícil no mostrar entusiasmo en su fase promocional y es un título que no lo tenía fácil para estar a la altura de las expectativas. Y no sólo lo ha estado, sino que ha cumplido sobradamente con ellas. Es un shooter clásico de la vieja escuela que tiene todo lo bueno del pasado y que ha aprendido también valiosas lecciones de los videojuegos actuales.
Estamos deseando terminar este artículo para seguir pegando tiros en Sine Mora. Solo con esto, deberías haceros una idea de lo encantados que hemos quedado con este genial juego de acción que por diseño y dificultad, se ha convertido en uno de los mejores exponentes recientes de este veterano género.
Si algo nos gusta de Lovers in a Dangerous Spacetime es lo bien que integra el concepto de "juego cooperativo" dentro de una desafiante aventura de acción espacial con tintes roguelike.
Hay que dar la bienvenida a Dimensions después de tanto tiempo sin tener una nueva versión entre nosotros, que además por primera vez se lanza en casi todas las plataformas sin exclusividades de ningún tipo.
Muy variado en su acción y con unas mecánicas jugables que enamoran, Velocity 2X es una de esas obras que no deberías dejar escapar a poco que os gusten los shooter de scroll vertical. Tiene un punto de originalidad, un buen trasfondo argumental y un apartado audiovisual de gran calidad. ¿Qué más se puede pedir? Claro, que fuera algo más largo; pero no se puede tener todo en este mundo.
Downwell es una de esas pequeñas grandes joyas donde todo funciona como un reloj, con unas mecánicas sencillas de asimilar que enganchan y entretienen desde el primer minuto. Viene de otra época, una donde no se necesitaban más que un puñado de colores bien equilibrados y una programación enfocada en el reto y la diversión arcade rápida y eficaz.
DariusBurst: Chronicles Saviours es el shoot’em up más grande jamás creado, literalmente. Sus innumerables fases lo convierten en un juego prácticamente infinito, acompañado por una banda sonora tan valiente como su propuesta que, ojalá, no sea tanto una despedida como un nuevo comienzo. Con él, no queda duda de que la crónica queda rescatada y registrada.
Nex Machina es diversión de la vieja escuela. Housemarque vuelve a demostrar que es uno de los grandes estudios en cuanto a shoot'em ups de estilo clásico, y adapta una fórmula ya veterana a los nuevos tiempos con mucho acierto.
Si te vas a despedir, y tristemente Two Tribes lo ha hecho, que sea por la puerta grande para que todo el mundo te recuerde. Y gracias a RIVE, entre otros, recordaremos con mucho cariño a este equipo. Su último trabajo es realmente bueno gracias sobre todo a su admirable capacidad para reinventar su acción.
No introduce grandes novedades pero sí las suficientes como para engancharte de nuevo a la intensa acción shoot'em up de un videojuego con gran personalidad propia. Sine Mora EX es uno de los mejores matamarcianos de desplazamiento horizontal aparecidos en los últimos años y, por tanto, es una compra muy recomendable tanto para nuevos usuarios como para los más veteranos.
Enérgico, entusiasta y con gancho, Bleed 2 se presenta como una sólida propuesta arcade que destaca entre los shooters 2D de los últimos años. Una banda sonora realmente buena acompaña una campaña cargada de entretenidos jefes, y que compensa su corta duración con varios modos y desbloqueables que prolongan su vida útil.
Strike Suit Zero cumple con lo prometido y se erige como un gran juego de acción espacial con el que cualquier aficionado al género disfrutará ampliamente.
Ya tenemos aquí uno de los shooters 2D más atípicos y adictivos de cuantos han aparecido últimamente. Luftrausers es una apuesta indie sensacionalmente ejecutada, ofreciendo altas cotas de diversión, desafío y rejugabilidad a todos aquellos usuarios que quieran demostrar su habilidad en el arte del disparo. Indispensable para los jugadores más expertos en general.
Los japoneses de Edelweiss nos proponen uno de esos juegos que hoy en día estarían abocados al olvido si no fuera por el auge de la escena independiente. Astebreed es un shoot 'em up desarrollado con la tecnología del presente pero sin olvidar el aroma a clásico de los salones recreativos.
A veces el humor puede con todo, pero desgraciadamente este no es uno de esos casos. Aunque tenga muy buenas intenciones, con un personaje carismático, obsceno y loco de remate, el plano jugable no acompaña en un hack 'n slash monótono y carente de ideas más allá de las brillantes referencias a otros videojuegos y elementos de la cultura pop.
Contra: Rogue Corps es un twin-stick shooter con demasiados problemas para lograr una experiencia más que satisfactoria. Se echa en falta un control más pulido y preciso, niveles más variados que no caigan en la repetición y un sistema de progresión más cómodo e intuitivo. Tiene sus momentos en los que logra su objetivo, pero no duran tanto como nos gustaría.
