Grand Theft Auto lo puso en el mapa, pero en realidad nació en España y tiene nombre ruso. Así es como el Molotov saltó de arma a símbolo

Grand Theft Auto lo puso en el mapa, pero en realidad nació en España y tiene nombre ruso. Así es como el Molotov saltó de arma a símbolo

  • Convertido en símbolo de la resistencia, se ha hecho un hueco en videojuegos de acción y FPS

  • Su origen se remonta a un desconocido conflicto de Rusia con Finlandia

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Molotov Fran Cry

Pese a que la primera vez que pudimos utilizarlo fue de la mano de Grand Theft Auto 2, la historia del cóctel Molotov viene de muy atrás. Y no sólo en el mundo del videojuego, donde ya aparecía en algunos mods de Doom o Metal Slug convirtiéndose en una de las armas más destructivas del género de acción. Lo que convirtió a esta herramienta de destrucción en un símbolo, más allá de su fama en GTA o Call of Duty, fue un ministro ruso.

Aunque desde tiempos inmemoriales se ha utilizado la idea de explosivos inflamables improvisados, algo que ya aparecía en las batallas del Imperio Romano o en las míticas catapultas de la Edad Media, la idea del Molotov tal y como lo conocemos hoy en día se remonta a un periodo que, en España, conocemos muy bien: la Guerra Civil iniciada en 1936.

El origen español del Molotov

Fue entonces cuando estos artefactos, bombas caseras creadas a base de llenar una botella frágil con líquido inflamable y prenderle fuego, se ganaron un hueco entre la guerra de guerrillas que se vivió en España hasta 1939. Por aquél entonces, sin embargo, simplemente era un explosivo improvisado.

Para dar con el origen del nombre, y su transformación en símbolo de rebelión del pueblo hacia sus opresores, toca saltar un poco más hacia adelante en el tiempo. No mucho, en cualquier caso, si la Guerra Civil de España llegaba a su fin en abril de 1939, en noviembre del mismo año se iniciaría la contienda que convertiría a aquellos botellines con gasolina en el Molotov que hoy en día conocemos.

Molotov3

Apenas unos meses antes, ese mismo verano, Alemania firma con la URSS un tratado de no agresión que se convertiría en el pistoletazo de salida a la II GM. Sin miedo a que los rusos se interpusieran, se inicia la invasión de Polonia sumiendo a Europa en su segunda gran guerra con apenas 20 años de diferencia.

Los rusos, que por aquél entonces estaban muy lejos de convertirse en los héroes de la contienda que se iría desarrollando en años posteriores, aprovechan la situación para meterse en otro berenjenal: la invasión de Finlandia. Lo que pasaría a conocerse como la Guerra de Invierno duró menos de un año, pero fue más que suficiente para convertir al Molotov en el símbolo de resistencia que es hoy.

Las cestas de picnic de Molotov

La idea de la URSS era hacerse con Finlandia para evitar que su frontera con Leningrado supusiese un problema si la guerra terminaba salpicándoles. De alguna forma pensaba que hacerse con ese territorio serviría como una suerte de amortiguador para lo que estaba por venir. Sin embargo, el pueblo finlandés no estaba dispuesto a dejarse mangonear.

Molotov

Mientras los rusos arrasaban con todo a base de tanques y grandes ejércitos, la población se armó en forma de resistencia y, valiéndose del conocimiento del terreno y tácticas de guerrilla, conseguía acercarse a los tanques para destruirlos desde dentro valiéndose de las botellas incendiarias que se habían hecho famosas al sur de Europa. Al forzar con palancas las trampillas de los blindados y lanzar sus explosivos caseros en el interior, el fuego terminaba afectando a la munición reventando los tanques desde dentro.

Lo que la Unión Soviética contaba tanto a su pueblo como al resto del mundo, en cambio, era que su país no estaba lanzando bombas en Finlandia, sino paquetes de suministros y alimentos. El mensaje, perpetrado por su ministro de relaciones exteriores, Vyacheslav Mikhailovich Molotov, hizo que los finlandeses empezasen a conocer los bombardeos enemigos por ese nombre.

Cuando los soviéticos atacaban, se decía de forma sarcástica que ya estaban en camino las cestas de picnic de Molotov y, buscando pagar a Rusia con la misma moneda, empezaron a llamar a la bomba casera que estaban utilizando para frenar a los rusos con un apelativo igual de jocoso: el cóctel Molotov.

En marzo de 1940, Finlandia firmaba un tratado de paz en el que cedía una parte de su territorio y la Unión Soviética retiraba de su intento de conquistar el país. Para entonces, en apenas unos meses, el Molotov ya se había convertido en el símbolo que hoy conocemos.

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