Es la última película de uno de los grandes maestros de la animación y fue la responsable de enterrar una división entera de la FOX

Don Bluth y Gary Goldman poco pudieron hacer para salvar una película que pondría fin al estudio de los dos mejores animadores que tuvo Disney en sus filas.

Hablar de Don Bluth es hablar de animación. El dibujante y animador es para la industria de los dibujos animados estadounidense lo que Hayao Miyazaki es para la japonesa: un referente y profesional apreciado por todo el sector y con quienes muchos querrían contar para sus producciones. A sus espaldas cuenta con films tan emotivos y bellamente animados como En busca del Valle Encantado, o Fivel y el Nuevo Mundo.

Si eso no os basta, el señor Bluth estuvo al frente de la animación de algunas de las mejores películas de Disney, como la Bella Durmiente, el corto animado Winnie the Pooh y Tigger también, Robin Hood, Los Rescatadores o Pedro y el Dragón. Con lo cual, cuando decidió marcharse de la Casa del Ratón y fundar su propio estudio no es de extrañar que las películas de Disney tuvieran una apreciable reducción en la calidad de su animación, y los films producidos bajo el sello de Don Bluth Productions fueran alabados por crítica y público por el espectáculo y artesanía de la que hicieron gala los films que os he comentado en el anterior párrafo.

Pero ¡ah!, destino, eres veleidoso cual RNG en un videojuego, y no quisiste que las películas producidas por Bluth y su amigo y gran animador también, Gary Goldman, plantaran cara a las de Disney con el tiempo. El resultado por desgracia fue su despedida -no sin ciertos honores por las dificultades a las que se enfrentaron- de los largometrajes de animación.

El film de Don Bluth con más palos en las ruedas

El film de animación Titan A.E. es uno atípico por la premisa que plantea. Año 3028: la Tierra ha sido destruida (de ahí las siglas A.E., ''After Earth'') y la humanidad se ha convertido en una especie paria en la galaxia; sin hogar, vagando por las estrellas y sirviendo como mano de obra barata (poco más que esclavos) o cazados para servir de alimento a otras especies más agresivas. Sin embargo, Kale Tucker (Matt Damon), el hijo de un eminente científico terrestre, Sam Tucker (John Pearlman) tiene la clave para encontrar el Titán, una nave que su padre salvó de la destrucción del planeta con la capacidad de crear uno nuevo que recree las condiciones de vida de la borrada Tierra. Todo ello mientras evaden a los Drej, la raza de seres energéticos que quieren eliminar a la humanidad por cómo su ingenio podría acabar con su dominio como especie más avanzada del cosmos.

La producción estuvo muy lastrada por los caprichos de la FOX 

En esta historia acompañan a Kale, Joseph Korso (Bill Pullman) y su tripulación de mercenarios: la copiloto Akima (Drew Barrymore), el sarcástico Preed (Nathan Lane), el excentrico navegante Goon (John Leguizamo) y la temperamental ingeniera Stith (Janeane Garofalo). Pese a que la premisa y el reparto se presentaban como un cierto éxito, la FOX nunca tuvo mucha fé en la película. Inicialmente, se planteo como una película con actores reales, e incluso llegó a contar con Joss Whedon entre sus guionistas principales. Después de invertir 30 millones y varios meses de trabajo sin producir nada que le convenciese, se decidió reconvertir el film a uno de animación, y les encasquetó la papeleta  a Don Bluth y Gary Goldman. Sin experiencia en el terreno de la ciencia ficción, con no más de 75 millones de dólares para gastar -sin contar los 30 de pre producción-, y un plazo de sólo un año y medio para terminarla (muy poco para un film de animación de la época), Bluth y Goldman trataron de salvar el film pero de poco sirvió.

Aunque Titan A.E no fuera una mala película, la producción estuvo muy lastrada por los caprichos de la FOX a la hora de concebirla. Se encargaron a estudios externos a Don Bluth Animation algunas secuencias y eso se tradujo en una calidad irregular para el film; un hecho mucho más notorio cuando se piensa en trabajos anteriores del veterano animador. Aquí, era la primera vez que tuvieron que emplear de manera intensiva ordenadores para crear algunas secuencias, aunque no por ello resultaron menos espectaculares (la secuencia de la persecución en un campo de hielo es de visionado obligatorio para todo amante de la animación), pero por muy duchos que fueran los dos animadores en su campo -y con unas credenciales apabullantes a sus espaldas- era muy arriesgado conseguir lo que buscaban con unas herramientas con las que no estaban habituados a trabajar ellos o su equipo de animadores y con una ventana de tiempo tan limitada.

El chivo expiatorio para Rupert Murdock

Equipo que por cierto fue menguando a medida que avanzaba la producción. La FOX no se limitó a querer externalizar algunas secuencias, también decidió que su división de animación podía ser rentable sin tanto personal. Para cuando se estrenó el film un 9 de junio del año 2000, más de 300 animadores habían sido despedidos, y sólo diez días antes del estreno se tomo la decisión de cerrar el estudio, y en adelante encargar a otras productoras como Blue Sky o Dreamworks futuros proyectos de animación. Corren rumores de que Rupert Murdock -el magnate dueño de la cadena FOX por aquel entonces- no estaba nada contento con la gestión de Bill Mechanic como presidente del grupo porque este aprobó la producción del film el Club de la Lucha, algo a lo que Murdock se oponía vehementemente. Al ver que las previsiones para Titan A.E. no eran halagüeñas, Murdock optó por cortar por lo sano, y además de cerrar el estudio de animación, despidió a Mechanic.

Se nota que los dos animadores dieron todo lo que tenían para intentar salvar un proyecto que les llegó sin mucha dirección

Esto hizo que el film que nos ocupa sea la última obra de los maestros Bluth y Goldman. Una lástima, ya que aunque no sea una película rompedora, se nota que los dos animadores dieron todo lo que tenían para intentar salvar un proyecto que les llegó sin mucha dirección y la convirtieron en algo potable de cara a la galería. Si bien su recaudación fue muy tibia (apenas un tercio de lo que costó en total), críticamente fue una de las películas que más gusto a la audiencia ese año. Una curiosidad hasta cierto punto hilarante: ninguna de las películas anteriores de ambos cineastas recibió una calificación de edades restrictivas (y eso que Nimh, el mundo secreto de la Señorra Brisby, por mucho que me guste, era combustible puro para mis pesadillas cuando niño). Pero Titan A.E. ha tenido el dudoso honor de ser la única película de Don Bluth en contar con una restricción de edad de PG (No recomendada a menores de 13 años).

Y como ya os he dicho al principio -y parafraseando a Morfeo en Matrix- ''el destino, al parecer, no está carente cierta ironía''. La marcha de Bluth y Goldman de Disney no fue en malos términos, pero tampoco en los mejores. Para más inri, la última gran producción que estos dos titanes de la animación estrenaran en el año 2.000 ahora puede verse en el servicio de streaming de Disney +, la compañía que quisieron abandonar para no volver.

Pero hay algo de luz al final del túnel para los aficionados al trabajo de estos dos magos de la animación -entre los que me cuento-, y caprichoso el destino nuevamente, su retorno puede estar muy ligado a los videojuegos. Desde hace un tiempo, Bluth y Goldman están enfrascados en la producción de una película de animación tradicional, y que tomaría como base Dragon's Lair, el videojuego insignia del género de los quicktime events y cuyas animaciones y escenarios fueron obra de Don Bluth (al igual que Space Ace).

Imagen: indiegogo.com

Ojalá el proyecto llegue a buen puerto, pese a que eso me obligaría a cambiar parte del titular de estas líneas, pero como amante del cine y de los videojuegos, y viendo el correcto rumbo que han tomado dichos films en los años recientes, no se me ocurren animadores mejores para realizarlo.

Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.com

VER 0 Comentario

Portada de 3DJuegos