Creyeron que su elevado precio le restaría popularidad. Todas sus previsiones fueron superadas.
Con un precio de 150 euros el mando Elite de Xbox One nació como un producto destinado a las minorías y por ende, Microsoft tuvo cuidado a la hora de producir más periféricos de los necesarios. Tal vez demasiado, pues rápidamente se agotó en todas partes, llevando a altos cargos de la compañía a disculparse por estos problemas de abastecimiento.
Preguntado acerca de esta cuestión el director de marketing de Microsoft, Chris Capossela, ha reconocido que "subestimaron por completo" las ventas de este producto. "Si pudiera fabricar diez veces más el número de mandos que terminamos encargando, realmente lo haría", apostilla.
¿A qué se debe tal escasez en su producción inicial? Capossela explica que en su momento, recopilaron "un gran número de impresiones positivas tras el E3, pero muchas de ellas remarcaban que el precio quizá era demasiado alto". Por eso, continúa, decidieron fabricar los mandos Elite "influenciados por estos comentarios".
Aún a día de hoy el mando continúa desaparecido en muchos comercios.