Un fan de Nintendo guardó la funda original de su 3DS durante años y acaba de darse cuenta de que se ha convertido en polvo

Esta funda protectora de Dragon Quest VIII para la Nintendo 3DS XL no pudo resistir los estragos del tiempo

Nintendo 3ds Xl
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Alberto Lloria

Editor

El coleccionismo de videojuegos suele girar en torno a la nostalgia, el cuidado extremo y la esperanza de que todo objeto almacenado con mimo se mantenga intacto con el paso de los años. Ya no para venderlo, sino para recordar con cariño, dentro de unos años, los productos que marcaron nuestro pasado. Sin embargo, un reciente descubrimiento relacionado con la Nintendo 3DS XL ha encendido las alarmas entre los fanáticos más meticulosos de la marca japonesa al ver cómo una funda original de la consola de Nintendo quedó convertida en polvo, literalmente, tras años en su caja.

Todo comenzó cuando un usuario de Facebook compartió una imagen de una funda protectora de edición especial basada en Dragon Quest VIII para la New Nintendo 3DS XL. El accesorio, que había permanecido guardado por años en su empaque original, se había desintegrado por completo, reduciéndose a una masa similar a migas de pan. La publicación rápidamente se volvió viral tras ser recogida por medios como Nintendo Soup, generando cientos de comentarios sorprendidos.

El material de la funda de Nintendo 3DS XL no dura eternamente

Contrario a lo que muchos podrían pensar, conservar artículos de colección en sus cajas originales no garantiza su preservación total. En este caso, el material utilizado en la fabricación de la funda parece haber sido el verdadero culpable. Según la información compartida, la carcasa estaba hecha de TPU biodegradable, un tipo de plástico que, aunque respetuoso con el medio ambiente, tiene una vida útil estimada de apenas tres a cinco años.

Nintendo 1 Cómo es y cómo debió ser la funda | Imagen: Facebook

Dado que el juego Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito llegó oficialmente a Nintendo 3DS en 2017, es probable que la funda tenga al menos siete años, lo que excede el límite recomendado de durabilidad del material. El resultado: una funda desintegrada, aunque haya permanecido protegida del polvo, la humedad o la luz solar. Para muchos coleccionistas, este hallazgo fue una advertencia sobre los peligros de confiar ciegamente en el embalaje original como método de conservación.

En última instancia, este incidente sirve como recordatorio para quienes coleccionan consolas, juegos o accesorios: no basta con guardar, también hay que revisar. El tiempo no perdona, y ni siquiera los tesoros de Nintendo están a salvo si los materiales que los componen tienen fecha de caducidad. Tal vez ha llegado el momento de revisar ese rincón del armario donde descansa tu 3DS XL y asegurarte de que no te espera una sorpresa polvorienta.

Vía | Gamepro

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