No es un secreto que Guillermo del Toro y Santiago Segura son muy buenos amigos. Ambos se conocieron en los años 90, cuando el mexicano estrenó Cronos en el Festival de Cine de Sitges e inmediatamente hicieron muy buenas migas gracias a su pasión compartida por lo fantástico, los monstruos, el humor negro y la cultura pop. Es más, el director de Torrente ha sido invitado a participar en varias películas de su colega, la última nada menos que Frankenstein, la cual puedes disfrutar desde hace unos días en Netflix.
Por supuesto, no vamos a entrar en detalles narrativos del filme, simplemente nos vamos a limitar a daros una razón más para ir esta noche al servicio de streaming y darle al "play" al que promete ser una de las mejores adaptaciones de la novela de Mary Shelley, al menos de las más sugerentes, que hemos tenido el gusto de ver. Si te interesa saber más, el compañero Chema Mansilla os contó sus impresiones con el filme en su crítica de Frankenstein, calificándola de un trabajo valiente, inteligente y conmovedor. Una vez comentado esto, vamos al lío: ¿qué papel tiene Santiago Segura en toda esta historia?
"En cada película trato de matarlo"
Pues, sinceramente, uno bastante pequeño, pero no por ello ha evitado que esbocemos una sonrisa al verlo. No solo porque Segura no deja de ser una de las figuras más habituales de la industria cinematográfica patria, sino también, como decíamos antes, es uno de los "actores fetiche" del cineasta mexicano, como le llegó a etiquetar Guillermo del Toro hace unos años. Uno con el que el director se divierte mucho experimentando: "Lo adoro. En cada película trato de matarlo. Lo mato en Blade II y lo mato en esta [Pacific Rim]", con la diferencia de que en esta ocasión "lo mato de una forma brutal", explicaba entre risas el cineasta en declaraciones recogidas por la Agencia EFE hace una década.
Y sí, Segura también muere aquí. Aunque no lo vemos en pantalla. Si has llegado hasta aquí entiendo que quieres saber cómo acaba su historia y, básicamente, el director de Torrente hace aquí de un condenado a muerte rechazado por el Dr. Frankenstein como candidato para sus experimentos por ser demasiado desecho (o demasiado despojo, si lo prefieres). No abre la boca. Bueno, sí lo hace, asustando con su fétido aliento al personaje interpretado por Oscar Isaac, que le suelta lo siguiente: "Tiene suerte de que lo ahorque; habría muerto en menos de un año".
Decepcionado con lo que se ha encontrado ahí, Frankenstein se pira y el destino de Santiago Segura queda listo para sentencia, aunque sin dejarnos ver una muerte brutal como tanto le gusta hacer al cineasta mexicano con su colega español. Aun así, un pequeño guiño que deja claro que la relación entre ellos dos no se ha agrietado con el tiempo, por lo que podemos esperar seguir viendo a Torrente en sus próximos proyectos tal y como lo vimos en su día en Blade II (2002), Hellboy (2004) y Pacific Rim (2013). Toda esta escena de Frankenstein, por si quieres buscarla, sucede alrededor del minuto 39:46. Además, hay que decir que, pese a ser este un film sombrío, el momento es divertido.
Por cierto, Santiago Segura estrenará en 2026 la película de Torrente Presidente, con la que vuelve a su personaje más icónico después de varios años centrado en comedias familiares como Padre no hay más que uno o A todo tren. Destino Asturias, que le han permitido liderar la taquilla nacional en varias ocasiones. Quién sabe si después de toda esta etapa se atreve a dejarnos una historia donde dé rienda suelta a su pasión por el cine fantástico y de terror. Desde luego, sería un interesante cambio de registro en su carrera.
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