El invento de DARPA lleva siendo una teoría desde la Guerra Fría
Ahora ya cuentan con la tecnología necesaria para hacerlo realidad
Durante la Guerra Fría, la tecnología militar de DARPA desarrolló grandes avances que por entonces parecían de ciencia ficción pero hoy han terminado marcando nuestras vidas. Inventos como el GPS o internet vienen de allí, pero una idea parecía escapar a esa posibilidad de volverse real. Lo conocían como polvo inteligente y, durante décadas, la idea estuvo en pausa a la espera de la tecnología necesaria para hacerla realidad.
Motivado por la minería comercial y estudios medioambientales, pero con evidentes usos como un sistema militar y de espionaje que fácilmente podríamos haber visto en una película de James Bond, el desarrollo del polvo inteligente ya es una realidad. La idea de llamarle polvo sigue ligeramente alejada del tamaño que puede alcanzar esta nube de nanotecnología, pero sus motas ya son suficientemente pequeñas para ser casi inapreciables para el ojo humano.
Las capacidades espía del polvo inteligente
La premisa del polvo inteligente pasa por dar forma a enjambres de sensores diminutos, de apenas centésimas de milímetros, que sean capaces de colarse en cualquier lugar del planeta de forma remota para medir la temperatura, la humedad, la luz, el sonido o la composición química de su entorno, y transmitir la información a un dispositivo central.
Lo que hasta hace unos años era pura ciencia ficción con super espías como protagonistas, hoy es una industria valorada en 115 millones de dólares que espera, como poco, llegar hasta los 400 millones de dólares para 2032. De hecho, para todos aquellos pequeños detalles que aún quedan en el aire sobre su viabilidad, ya tienen una solución en marcha.
Las últimas pruebas reconocen haber estudiado cómo aumentar la autonomía de estas motas de polvo inteligente para poder viajar más allá de la cercanía a la unidad central que requieren ahora. Valiéndose de la luz, las vibraciones e incluso los campos magnéticos, la investigación militar y privada que mantiene el proyecto estudia cuál es la mejor forma de conseguir que las motas puedan autoabastecerse de energía.
En 3DJuegos | James Bond lo pedía agitado y no mezclado pese a que los barman recomiendan lo contrario. No era casualidad
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