Las plantas Resident Evil son inventadas, pero tienen alternativas similares en el mundo real
Hierbas verdes, rojas y azules se usan desde el siglo I contra heridas y veneno
De todas las locuras de ciencia ficción a las que nos hemos enfrentado en Resident Evil desde que la saga echase a rodar en 1996, hay una particularidad que cuenta con una base sólida en la vida real y no son las pesetas, sino las plantas de colores que servían como medicina. Aunque sería fácil limitarse a pensar que hablo de simple herboristería, en realidad me refiero a plantas que imitan cada una de las características de las hierbas verdes, rojas y azules de la franquicia de Capcom.
Aunque el lore de la saga Resident Evil se ha encargado de dar sentido a esas plantas de colores y sus propiedades curativas, explicando también por qué narices las encontramos tiradas por todos lados constantemente aunque viajemos a cualquier lugar del mundo, en realidad sólo estaban imitando las características de unas hierbas gemelas reales que llevan acompañándonos desde hace siglos.
El origen de las hierbas de colores de Resident Evil
Las hierbas curativas de colores de Resident Evil son, a su vez, un elemento de diseño dentro del juego y parte de la historia que hay detrás de él. Tenemos la planta verde, capaz de sanar heridas y reactivar el sistema inmune del cuerpo para evitar la infección del virus, la hierba azul y su poder de neutralizar toxinas cuando terminamos envenenados, y la roja que potencia los poderes de curación al realizar combinaciones con otras hierbas.
Dentro de su historia, todas ellas se remontan a una pequeña región cercana a Raccon City conocida como las Montañas Arklay. Es allí donde tras descubrirse sus propiedades curativas de la mano de un grupo de botánicos, y comercializadas poco después por la propia Umbrella Corporation en busca de nuevas cepas, se extienden entre la población a través de múltiples productos como cremas, sprays e incluso pasteles.
Sus increíbles capacidades pronto las convierten en un caramelo para el mundo de la medicina que extiende sus bondades por todo el mundo y, para cuando llegan las primeras consecuencias del bioterrorismo al que constantemente hace referencia la saga con su peculiar virus, las autoridades y expertos del campo médico empiezan a recomendar a la gente que tenga a mano esas plantas para protegerse de los peligros que se están expandiendo por el mundo. Precisamente por eso, sin importar a donde vayas en cada juego de la saga, encontrarás las plantas de colores o los suplementos apoyados en sus propiedades curativas.
Convertidas en un símbolo de la franquicia, Capcom ha empezado a comercializar las plantas en sus tiendas y cafeterías de Japón en forma de bolsitas de té que simulan tener a la Umbrella Corporation detrás. En realidad son tés de sabores con colorantes que ni se pueden mezclar ni tienen propiedades curativas que se venden a unos 6 euros cada una al cambio actual. Si me preguntas, es una oportunidad perdida, porque fácilmente podrían haber hecho un merchandising aún más redondo agarrándose a las plantas que, manteniendo sus mismas características de curación y colores, llevan utilizándose en la medicina desde el siglo I.
Las plantas gemelas de Resident Evil en la vida real
En busca de cierto rigor histórico y medicinal, y sin que Capcom haya hablado de inspiración en plantas concretas, el desafío parte de la idea de encontrar qué hierbas verdes, rojas y azules se hayan utilizando durante la historia de nuestra civilización manteniendo tanto los colores como las propiedades curativas de cada una de ellas.
La hierba verde es la primera en aparecer y, aunque no tenemos constancia de su uso en épocas anteriores, es fácil adivinar que el origen de su uso para tratar heridas y servir como cicatrizante se remonta mucho más atrás. En cualquier caso, ya en el siglo I, el griego Dioscórides nos arroja el primer ejemplo con la planta conocida como el Llantén mayor. La planta, que también se machacaba como en el caso de Resident Evil, se utilizó hasta la europa medieval como cataplasma que servía como alivio local y cicatrizante con propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.
Encontrar un equivalente a la hierba roja se me antojaba bastante más difícil. Al fin y al cabo había que encontrar una planta que fuese capaz de potenciar la verde al ser combinadas. Para mi sorpresa, la China del siglo I ya utilizaba algo similar de la mano del conocido como Ginseng rojo. Sin necesidad de ponernos demasiado técnicos, la clave detrás de esta planta está en que, mejorando la función vascular para aumentar el riego, indirectamente supone que todo lo que sumes a ella se amplía y acelera, haciendo posible que la combinación de verde y roja sea más potente que utilizando sólo la verde.
Donde termino encontrando más problemas en busca de las gemelas reales de las plantas de colores de Resident Evil es en la azul y sus propiedades para luchar contra el veneno. Es alucinante el número de plantas de ese color que se utilizan de una forma u otra en la medicina, pero atarlas a esa idea resulta más difícil de lo que pronosticaba.
Por suerte para este texto, los indios acuden al rescate con la Vitex negundo, una planta con flores azules y violetas que desde hace siglos se utilizan en zonas rurales como remedio contra las mordeduras de víboras y cobras por cómo detienen la hemorragia, la inflamación, y son capaces de frenar las enzimas del veneno.
Seguro que después de tantos años jugando a la saga de Capcom, no soy el único sorprendido al descubrir que lo más real en la ciencia ficción del apocalipsis zombi de Resident Evil eran, en realidad, las plantas de colores que tan absurdas nos parecían en sus inicios.
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