Es una pantalla tan grande que para mirar un minimapa tengo que girar la cabeza. Esta ha sido mi experiencia con el monitor de 49 pulgadas ROG Swift de ASUS

Un monitor OLED enorme, de más de 120 centímetros de lado a lado y ultrapanorámico

Desde que empecé en serio en esto de los videojuegos, no digo a la hora de hablar de ellos, sino de jugar más allá de echar unas partidas en un televisor de cubo, he buscado un panel que satisfaga mis necesidades. Uno que diga "este es el indicado" y que me acompañe durante años. Soy bastante quisquilloso, como se diría comúnmente, y miro cada panel con lupa, no quiero dejarme ningún aspecto al azar; me tiene que gustar y si no, el muro es casi infranqueable. Algo así me ha pasado con el ROG Swift de ASUS; un auténtico monstruo de monitor con un tamaño de esquina a esquina de algo menos de 130 centímetros. Un panel que por primera vez me ha hecho decir "esto no es para mí", y no porque no esté bien, sino porque es el primer monitor verdaderamente para entusiastas que he probado.

Si recordáis, en 3DJuegos recientemente hablé del monitor LG OLED 45GR95QE-B, un panel que consideré como semi panorámico, y no lo dije al azar, lo hice con conciencia. En ese momento ya había desembalado la enormísima caja del ASUS Swift y había asumido que, de verdad, los taiwaneses habían hecho magia. Hablamos de un panel con una relación de aspecto pantagruélica de 32:9, de esa que no te deja tener nada más en la mesa, ni siquiera un segundo monitor.

Un auténtico monstruo que he usado para todo y por el que vengo a deciros que es un verdadero "no" para los que no saben lo que quieren. No es solo un producto de altísima gama, es un periférico con el que si no casas o no cumple de primeras con los estándares que buscas, déjame decirte que jamás te convencerá. ¿Es demasiado bueno para mí? Puede. ¿Lo será para ti?

¿Qué ofrece el ROG Swift OLED de ASUS?

Al sacarlo de la caja sabes que tienes un producto top, de esos que hace unos años se consideraba como "tope de gama", en lo estético, y que con solo enchufarlo consigues descifrar el por qué de su precio. Hablamos de un panel OLED con los 32:9 de ratio de aspecto que he comentado antes, lo que nos da un tamaño de 49 pulgadas de esquina inferior izquierda, a esquina superior derecha. En otras palabras, y sacando la regla, 122 centímetros de lado a lado contando con los marcos, que son bastante finos. Esto nos dejará con poquísimo espacio, pero su tamaño quiero trocearlo de cara al gaming un par de líneas más abajo, porque ya en términos de distancia pura y dura de lado a lado, es un monitor que podrías colocar como puerta.

Al margen de esto, y como no podía ser de otra forma, tenemos una resolución súper atípica; quizá algo más común para aquel de vosotros que mejor conozca los ultrawide, pero que sorprenderá al que no. Nada menos que 5120x1440p, pero con uno de los problemas típicos de los OLED de primera generación de ASUS y LG: los subpíxeles. En resoluciones como esta, si bien los taiwaneses han trabajado bien el diseño de franja RGB, seguimos teniendo ligeros problemas a la hora de jugar, pero es algo para el más quisquilloso de vosotros, aunque teniendo un panel a este precio, es de esperar que ofrezca unos estándares lógicos de calidad. ¿El ASUS Swift lo consigue? Sin duda. No es la mejor pantalla que he probado, pero cumple muy por encima de la media.

ASUS Monitor ROG Strix XG49WCR Super Ultra-wide Gaming 49" (Doble QHD 32:9, Curvo, 165Hz OC, ELMB Sync, DisplayHDR 400, 90% DCI-P3, DisplayPort 1.4, USB tipo-C, Smart KVM, DisplayWidget, RJ-45)

Lejos de esto, el monitor de ASUS cuenta con unas nada desdeñables capacidades para juegos. Quiero decir, estamos hablando de un panel de más de 1.000 euros. Tenemos 144 Hz de tasa de refresco, un estándar que se me queda algo cojo, pero suficiente para jugar; 0.03 ms de respuesta; FreeSync Premium Pro y G-SYNC; y una ligerísima, casi imperceptible, curvatura de 1800R.

ASUS ha trabajado consecuentemente en los subpíxeles, algo que mejora notablemente la experiencia visual

En cuanto al desempeño en sí de la pantalla, en términos de gaming y consumo multimedia, cumple, pero con varios peros que trataré más adelante. Tenemos una pantalla con HDR, que quizá no es todo lo perfecta que podría ser. Hay margen de mejora en el brillo. Cuenta con 280 nits, no es mucho, pero ASUS hace un trabajo estupendo a la hora de los negros, sin reflejos y sin tonos grisáceos, por lo que el brillo se nota, a la vista, elevado y consistente. Quiero decir, en términos puros de especificaciones podríamos pensar que no está alejado de un monitor estándar de 350 nits, pero sería no ver todo el conjunto.

Una pantalla así tiene sus peros

En términos jugables, ASUS entra en un selecto grupo de monitores súper capaces, pero hay ciertos problemas a comentar. Quiero centrarme tanto en el uso en consolas como en el uso en PC. Hablando de estas primeras, como en otros paneles, lo he usado con PS5, mi consola de sobremesa de uso diario. Claro está, activar el HDR en el monitor y calibrarlo de acorde a nuestras necesidades, y las del panel, ofrece unas imágenes espectaculares. Eso sí, el primer problema es este: no es un monitor versátil para usarlo en PC y consolas.

ASUS apunta a los primeros y excluye a los segundos, pero no porque quiera, sino porque, como he comentado al principio de todo, es una pantalla para entusiastas. Jugar en PS5 o Xbox Series X|S, sin soporte para ultrapanorámico, implica que vamos a limitar la imagen a los 16:9 en una sección de la pantalla de apenas unos 30 centímetros de esquina a esquina. Esto quiere decir que tres cuartas partes del panel van a ser inservibles, y vamos a forzar la vista en una sección mínima. De hecho, tampoco podemos forzar la imagen a 32:9 porque el sistema no lo permite. No es malo, tampoco es bueno, es la realidad, una a la que no me he podido acostumbrar, como he dicho antes.

En PC es otro cantar. Uso ambas plataformas con regularidad y en cuanto a ofimática y trabajo, hablamos de una pantalla que, obviamente, supone la "fusión" de dos paneles. Puedes tener fácilmente dos ventanas abiertas sin sacrificar la visión de ninguna. Incluso puedes habilitar el uso de varios dispositivos a la vez, aunque no es algo de uso diario. En términos de juegos, el monitor de ASUS es una locura, pero no asequible para todos, y no digo los bolsillos, sino los juegos.

El monitor tiene problemas con la luz indirecta en según qué ángulo de visión

Una resolución como esta implica que el juego debe estar preparado para aprovecharla. En juegos como Baldur's Gate 3 o Cyberpunk 2077, el panel es una delicia, pero incluso estos tienen "problemas". Ya sabéis que los menús e interfaces a veces no están adaptadas, y eso le sucede al RPG de CD Projekt. Sin embargo, es de menor, casi ínfima, importancia en comparación con aquellos juegos que sí tienen más problemas. Los competitivos, tanto Apex Legends como Fortnite, están preparados para los 32:9, pero juegos como Resident Evil 4 Remake, A Plague Tale Innocence o Starfield tienen problemas. ¿Son funcionales? Por supuesto, pero a veces requieren de trastear con los archivos del juego o, en el "peor" de los casos, recurrir a mods o arreglos de la comunidad.

¿Vale la pena un monitor ultrapanorámico?

Vengo de un semi panorámico y de un ultrapanorámico a un monitor "estándar" de 16:9, mi pantalla de uso diario quiero decir, y los echo de menos, con peros lógicos. ¿Vale la pena? Un monitor así requiere de un dueño entusiasta. Lejos de los juegos antes comentados, Forza Motorsport o Microsoft Flight Simulator son una auténtica pasada en un monitor de 122 centímetros de lado a lado. Implica unos ángulos de visión apabullantes para una experiencia de simulación a la altura. Incluso los grandes juegos de estrategia se ven enormemente beneficiados de un panel así.

Sin embargo, si eres como yo, que suele alternar entre shooters competitivos y juegos singleplayer, hay ciertos encontronazos a comentar. Lógicamente, el primero de ellos es el rendimiento. Con una RTX 3060 Ti he tenido que limitar la resolución nativa y reducirla manualmente gracias al Panel de Control de NVIDIA para acercarla a un tamaño que mi GPU pudiera soportar. Alan Wake 2, por ejemplo, en resoluciones de 5120x1440p es un hueso imposible de roer. Además, en aquellos shooter como Apex Legends, mirar a según qué dirección implica mover la cabeza. Quiero decir, no es un ligero movimiento, tampoco de los ojos, sino de mover el cuello para mirar el minimapa, la vida de mis aliados o mis balas. Es un ejercicio de adaptación enorme. ¿Puedes con estos peros? Entonces el ASUS Swift es una joya que no debes pasar por alto.

En 3DJuegos | Aunque ya di el salto al 1440p, sigo usando a diario este monitor gaming y es el que siempre recomiendo para jugar a Full HD

En 3DJuegos | Llevo  un mes con una tablet de 3.000 euros en mi mesa haciendo de todo menos  su función (o casi), y vale cada céntimo que nos pide

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