Varios desarrolladores ya han alzado su voz y migrarán de motor o sus juegos cerrarán ante la imposibilidad de pagar
Unity está en boca de todos estos días por una decisión preocupante para el futuro del gaming y, en general, de cualquier juego bajo su motor gráfico: un sistema de pagos por instalación que se le cobrará al estudio creador. Una situación que ha sacudido los cimientos de la industria con un odio generalizado hacia la compañía y una sonora respuesta de los desarrolladores: no queremos pagar si nuestro juego se vuelve demasiado popular.
La idea, como comentamos estos días, es que Unity marque un segmento en el que a partir de 200.000 dólares de beneficios, se comenzará a pagar dicha "suscripción". Una que va desde los 10 céntimos a los 20 por cada jugador que instale su juego. Esto se traduce en que portentos como, por ejemplo, Vampire Survivors tenga que pagar cantidades desorbitadas. Para que os hagáis una idea, el indie generó en apenas un mes 7 millones de dólares, y como el pago no tiene carácter retroactivo, tendría que haber pagado 1.3 millones de dólares.
Ante esto, la comunidad y los desarrolladores se han aliado para decir "¡ya basta!" a una Unity que, por el momento, no se ha bajado del carro con esta idea. El desarrollador de Nuclear Throne, Rami Ismail, ha hablado con GamesRadar para dejar clara su postura: "No quiero vender mi casa porque mi juego sea demasiado popular". Una verdad como un templo a la que siguen otras declaraciones igual de relevantes.
"Como empresa que desarrolla una plataforma en la que confían muchos, muchos otros desarrolladores, creo que este cambio, junto con su anuncio, se ha manejado de manera muy irresponsable", añade Maxwell Kunze, responsable de Reed The Robotanist Plus, un indie chiquito que salió en Steam el pasado 2022. "Muchos desarrolladores, incluyéndome a mí, no habríamos elegido ni siquiera comenzar a hacer proyectos en Unity".
"Me encanta usar Unity", añade Xalavier Nelson, director de Strange Scaffold. "Creo que hay mucha gente buena allí, he promocionado el motor y aparecí en paneles para desarrolladores de Unity con bastante regularidad", pero su equipo está investigando los costos que se aplicarán para el cambio de motor en sus juegos ante una situación que afectará económicamente a los nuevos y viejos lanzamientos, algo que alarma a los que ya tienen éxitos en el mercado.
"Los desarrolladores de todos los tamaños enfrentan confusión, en lugar de celebración, si su juego tiene éxito, con presupuestos y pronósticos alterados. Los mensajes confusos de Unity han resultado en cambios de sentido. Claro, los juegos con un enfoque caritativo han sido etiquetados como exentos, pero ¿cómo será esto? ¿Se puede rastrear? Sin respuestas, Unity enfrentará una creciente desconfianza por parte de la comunidad de desarrolladores a medida que se exploren motores alternativos", comenta Christian Lövstedt de Midjiwan AB, desarrollador de The Battle of Polytopia.
Los autores de Slay the Spire dicen adiós a Unity de una vez por todas
Uno de los estudios que ha tomado la decisión de abandonar Unity para preservar su futuro es Mega Crit Games, desarrolladores de Slay the Spire. Si bien el equipo de Cult of the Lamb, Massive Monster, asumió ayer que la situación es tan insostenible que, si se mantiene vigente, el día 1 de enero borrarán el juego; el equipo de Slay the Spire directamente cambiará de motor gráfico para su nuevo juego.
El motor del juego de cartas se hizo con libGDX, pero su próxima apuesta, en la que llevan trabajando más de 2 años, estaba siendo edificado con Unity. Ante la situación reciente, Mega Crit Games trabajará arduamente en importar su nuevo juego a otro motor, no anunciado, con vistas a evitar los pagos a la compañía de John Riccitiello.
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