Cities: Skylines no se limitó a copiar la formula de Sim City, sino que la hizo mucho más grande, ambiciosa, y real
Dentro del género de la estrategia, uno de los más exigentes y complicados es el de gestión, y el exponente más claro dentro de él sería el "city building". La idea de construir, literalmente, una ciudad -desde sus humildes inicios como aldea o poblado- hasta convertirla en una megápolis es un desafío que requiere de planificación, paciencia, intuición, y cierto gusto por "lo estético" si es posible. El mejor exponente de este género lo tuvo la saga de Will Wright, Sim City, que prácticamente fue el juego que inventó el género.
Pero desde el "reboot" de la saga en 2013, la franquicia perdió buena parte de su popularidad o "crédito jueguil". Mas en 2015 entró en escena su competidor directo, y el juego que finalmente ocupo la sede vacante que había quedado para los juegos de construcción de este tipo: Cities: Skylines. El título de Colossal Order no sólo le permitió a Paradox meter la patita en este terreno, sino que supuso una revolución del género a nivel jugable y técnico. De ahí que sea nuestra recomendación última recomendación de super oferta diaria para este año 2025 que ya termina.
El Rey SimCity ha muerto, viva el Rey Cities: Skylines
Sin un argumento que desgranar, lo mejor que se puede hacer para hablar de City Skylines es destacar lo orgánico que se siente. Pensaréis que esto ya lo hacía SimCity, y en parte es verdad. La obra de Will Wright sentó las bases del género al que pertenece y es difícil innovar en algo que ya estaba bien hecho, pero Colossal Order introdujo algo que era tan evidente que faltaba y ningún otro juego del género había probado que es algo que incluso a los analistas sorprende casi 10 años después de su lanzamiento: los distritos.
Porque es verdad, incluso donde vivís vosotros, seguro que os conocéis al dedillo los que hay en vuestra ciudad natal o de residencia. En términos jugables, no estamos hablando de poner edificios comerciales, industriales o residenciales agrupados en zonas y conectados por calles, carreteras o métodos de transporte público. Definir un distrito suponía el primer gran desafío del juego y su primera muestra evolutiva respecto a Sim City: había que calibrar el tipo de distrito que se quería; agropecuario, minero, petrolero, turístico, de ocio, informativo, económico... Sigue siendo la división original del "casa rojas, azules o amarillas" de Sim City, pero diversificado y ampliado con sus propios requisitos y ajustes.
Por supuesto el plan urbanístico no se paraba ahí, podíamos ajustar los distritos con varias normas municipales como la prohibición de usar vehículos emisores de humo, potenciar el desarrollo de tecnologías verdes, o cuidar que las necesidades de la población estuvieran cubiertas, y no era fácil pero tampoco frustrante.
Así como algunos de esos procesos estaban completamente automatizados en otros juegos y se "disparaban" si alcanzábamos cierto grado de desarrollo, en City Skylines tenemos control total sobre ellos. Un control que se extiende a las infraestructuras de una ciudad que sabes que están ahí pero que no se ven; desde los tendidos eléctricos, pasando por los sistemas de irrigación y de filtración de aguas fecales, hasta las conexiones por vía terrestre. Con la ayuda de su interfaz (de las mejores que se ha visto para un juego de estas características por su profundidad y claridad), por primera vez se tenía un control real sobre los habitantes de estas ciudades virtuales.
Y hablando de ellos, no eran avatares sin más que los veías pasear por las calles o protestarte si había algo que no les gustaba. Cada uno tenía su vida y podías ver como se desarrollaba y lo que opinaba de ella gracias a una inteligente introducción de conceptos como las redes sociales "in-game". Estar pendiente de estos "tuits" era imprescindible para calibrar tu siguiente paso en el desarrollo de tu urbe. Pero aparte de estas virtudes jugables, si Cities: Skylines sigue siendo un referente ya no sólo dentro de su género sino dentro del gaming en general, es por el apoyo y libertad que se dio a su comunidad para personalizarlo.
La ciudad de tus sueños y bellamente recreada
En el apartado técnico, pese a que ya se le ven un poco las canas, Cities: Skylines sigue siendo un juego muy bonito; hasta tal punto, que no es raro encontrar comunidades de jugadores dedicadas a la creación de ciudades sólo para, al final de su arduo trabajo, mostrarlas como si fueran un diorama virtual. Algunas de las imágenes que acompañan este texto atestiguan el potencial creativo y de recreación que ofrece el juego.
No obstante, no es lo único por lo que sigue contando con una fiel base de jugadores. Desde sus inicios, este juego empezó a recibir ingentes cantidades de mods que no se centraban tanto en alterar las mecánicas casi perfectas que tenía, sino en ampliar la variedad de estructuras construibles. Es quizás el único punto negativo del juego, que sus desarrolladores no pensaron en tener una gama "visual" de edificios o estructuras más amplia.
Por no hablar también de que la población puede ser un poco torpe para desplazarse, siendo la gestión del tráfico un escollo en muchas partidas. Pero es una mácula menor a la hora de valorarlo. Volviendo a la cultura de los Mods, se han hecho experimentos tan alocados como divertidos, como por ejemplo la recreación 1:1 de ciudades tan icónicas de los videojuegos como Los Santos de Grand Theft Auto V.
Es tan solo una muestra del potencial que todavía encierra este juego de gestión en su código, y uno que además es perfecto para introducir a los neófitos en el género. Normalmente, los juegos de Paradox pueden ser increíblemente complejos, pero aquí esa complejidad no se torna agobiante, sino que está muy bien presentada y puede ser la puerta de entrada justa para todos los que nunca os habéis atrevido con un juego de estas características.
Cities: Skylines en Steam
Por supuesto, también ayuda que gracias a las Rebajas de Invierno de Steam, el juego esté por menos de 10 euros. Por ponerle una última pega para ser justos, su excesivo número de DLCs que, aunque corrija un poco el problema de la falta de variedad de edificios, opciones o distritos, aunque por suerte estos también están rebajados. Y como en otros casos de recomendaciones que os hemos hecho, no hacen falta todos para disfrutarlo más; con ser selectivos, es suficiente, y siempre estaréis a tiempo de añadir otros en el futuro. Cunden más de lo que cuestan, como el juego en sí.
En 3DJuegos | Me he cansado de la fantasía medieval. Necesito un RPG ambientado en el año 536, el peor año de la historia de la humanidad
En 3DJuegos | Estos son todos los géneros de la ciencia ficción en cine, videojuegos y literatura, y algunos títulos que no debes perderte
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