City Tales: Medieval Era me ha liado pero bien entre telares, leñadores y una estrategia bien cuqui
Ponerme a los mandos de City Tales: Medieval Era ha sido como abrir una pequeña puerta en el tiempo: de pronto, me he visto rodeada de granjas, campamentos de leñadores, hornos de pan y tabernas bulliciosas. Todo con una estética preciosa, que —todo sea dicho— es lo primero que me atrapó. Porque si algo hay que decir de este título es que, visualmente, es un regalo. Las texturas, los colores cálidos, la ambientación medieval con toques de cuento… tiene un encanto indiscutible. Pero, como en todo buen cuento, no todo es tan sencillo como parece.
Una primera toma de contacto algo confusa
Lo confieso: al principio, City Tales me dejó algo descolocada. No diría que es un juego difícil, pero sí que la curva de aprendizaje no es la más suave del mundo. Al principio, los controles no son especialmente intuitivos. Hay algo en la interfaz que hace que necesites unos minutos (o más) para entender bien qué estás haciendo y por qué.
Por ejemplo, —no me escondo— me costó pillar cómo se gestionaban los trabajadores. Al principio no entendía por qué no podía asignar a todos mis ciudadanos a los distintos edificios de producción. "¡Pero si tengo 90 aldeanos sin hacer nada!", pensaba desquiciada mientras veía que sólo podía usar a algunos aldeanos concretos para determinadas tareas, por más que clicase y clicase en los que no era.
No fue hasta después, cuando llevaba un buen rato jugando, que comprendí que eso está diseñado así a propósito para obligarte a pensar a gestionar y, sobre todo, a priorizar. Aunque me costó renunciar a ello (porque así soy yo), no se trata de construir a lo loco, sino de jugar con los recursos, de elegir qué es más urgente en cada momento, qué vas a producir y qué vas a dejar en pausa por ahora. Esa sensación inicial de descontrol pasa rápido, eso sí. Y una vez te haces con las mecánicas, el juego empieza a mostrar todo su potencial.
Lo que empieza como una pequeña aldea con apenas un puñado de casas se convierte en una especie de puzzle viviente. Cada edificio nuevo cambia las reglas del juego: necesitas madera para las casas, pan para alimentar a los ciudadanos, hierro para construir herramientas, y así sucesivamente. Y aunque parezca sencillo al principio, pronto te das cuenta de que cada decisión cuenta. Si te expandes demasiado deprisa, te quedarás sin recursos; si no planificas bien la producción, tus ciudadanos estarán descontentos.
Ahí es donde City Tales brilla: en cómo consigue que cada paso parezca importante, y sin necesidad de grandes penalizaciones. No es un juego que te castigue de forma agresiva, pero sí te invita constantemente a optimizar, a probar y a ir reorganizando tu ciudad hasta dar con la fórmula ideal.
Además, el sistema de producción tiene una complejidad progresiva que te engancha sin remedio. No puedes tenerlo todo de golpe, y eso te obliga a tomar decisiones tácticas. ¿Inviertes en producir telas para conseguir ropa o prefieres priorizar la herrería y fortalecer tu infraestructura? ¿Te conviene recolectar frutos o es mejor centrarte en alimentos básicos? Todo tiene un coste, y aunque al principio pueda parecer limitante y frustrante, en realidad es parte de lo que hace que el juego funcione tan bien.
Un juego que atrapa... incluso si no eres jugadora habitual
Tengo que decirlo: no soy precisamente una experta en videojuegos de gestión. Me gustan, pero muchas veces me terminan agobiando o me parecen demasiado exigentes. Y, sin embargo, con City Tales me lo he pasado muy bien. Me ha enganchado. No es perfecto, pero tiene algo que te lleva a seguir construyendo, a ampliar tu reino aunque solo sea un poquito más. Y cuando te das cuenta, han pasado dos horas y estás reorganizando tu plaza central por tercera vez porque ahora tienes una fuente nueva que queda mejor un poquito más al sur.
Esa capacidad de absorberte es uno de sus mayores logros. Es un juego con ritmo pausadito, pero muy adictivo. Siempre hay algo más que hacer, algo que mejorar. Además, la ambientación medieval contribuye muchísimo a esa sensación de inmersión. No solo por lo visual, sino también por el sonido, la música ambiental y esos pequeños detalles que hacen que tu ciudad parezca realmente viva.
Aunque es verdad que el juego ha sabido mantenerme entretenida durante horas, creo que hay aspectos que podrían pulirse. La interfaz y los controles, como ya avanzaba al principio, podría beneficiarse de algunos ajustes para ser más intuitivo desde el principio. Un pequeño tutorial más claro o más interactivo no vendría mal, especialmente para quienes no están familiarizados con este tipo de juegos —mea culpa—
También me quedo con esa ligera frustración inicial al no poder usar a todos mis ciudadanos como me gustaría. Aunque luego he entendido por supuesto la lógica detrás de esa decisión de diseño, creo que podría explicarse mejor desde el inicio para evitar confusión. Son detalles, pero detalles importantes si el objetivo es enganchar al mayor número posible de jugadores, incluidos los más casuales.
Un reino que vale la pena construir
City Tales: Medieval Era es, en definitiva, una propuesta que sabe cómo hacerse un hueco entre los juegos de gestión y construcción. Tiene una estética encantadora, un sistema de juego que, aunque exige cierta adaptación, resulta entretenido y adictivo, y un ritmo que se adapta bien tanto a partidas rápidas como a sesiones maratonianas, y hablo con conocimiento de causa.
No es el juego más intuitivo del mundo y tiene margen de mejora, pero también es de esos títulos que, una vez los entiendes bien, no quieres soltar. Especialmente si disfrutas viendo cómo tu pequeña aldea se convierte en una ciudad próspera, piedra a piedra y decisión a decisión.
Así que si tienes un ratito (o varios), ponte cómodo abre tu mapa y empieza a construir. Tu reino medieval te espera… y te aseguro que no te dejará ir tan fácilmente.
En 3DJuegos | El videojuego que está ayudando a rediseñar ciudades reales. Este city builder ya no es solo una simulación
En 3DJuegos | Hay ciudades que se rebelan contra el jugador en simuladores donde el poder no lo es todo
Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.com
VER 0 Comentario