Empieza como un paseo tranquilo en barco, entre redes de pesca y paisajes suaves… pero cuando cae la noche, algo se mueve bajo el agua y deja claro que no todo cozy es lo que parece

En un mar que parece inofensivo, la línea entre lo acogedor y lo inquietante se desdibuja. Así nace un nuevo tipo de juego: uno que te relaja… hasta que deja de hacerlo. Así es Dredge

Bárbara Gimeno

Colaboradora

Ya hemos visto como en los últimos años los juegos cozy han ido ganando popularidad, especialmente entre jugadores que buscan experiencias más tranquilas con títulos relajantes, amables y sin estrés. Juegos como Stardew Valley, Animal Crossing o Unpacking ofrecen mundos donde el conflicto es mínimo, la estética es cuidada, suave y colorida y el ritmo es pausado. Precisamente por eso, cuando Dredge, desarrollado por el estudio neozelandés Black Salt Games, se presentó como una especie de simulador de pesca con toques lovecraftianos, muchos se preguntaron: ¿esto también es cozy?

La respuesta corta es sí… pero la larga incluye que también no. Dredge es una experiencia que, aunque en su superficie se ajusta a los estándares del género cozy (o sea, nos permite pescar, mejorar nuestro barco, hablar con los aldeanos, explorar a nuestro ritmo y demás), bajo las aguas en calma de este océano pixelado se esconde algo mucho más oscuro. Este es un juego que, digamos, coge todo lo que nos parece reconfortante y lo llena de tensión. Dredge te seduce con su aparente tranquilidad para colarse con sigilo en tu mente y crearte los sueños más turbios.

Pescar en soledad: la promesa cozy

A primera vista, Dredge se presenta como un juego de pesca. Eres un pescador que llega a un archipiélago remoto después de haber naufragado. Los del pueblo donde llegas te dan un barco viejo, te invitan a ganarte la vida pescando, vendiendo tus capturas y mejorando tu embarcación. Hay mecánicas de inventario estilo Resident Evil 4, donde cada pez ocupa una forma y tamaño dentro de nuestro espacio limitado, y un ciclo día-noche que define nuestras actividades.

El ritmo es lento pero bastante satisfactorio. Navegar entre islas, encontrar nuevos tipos de peces o desbloquear herramientas como luces, redes o grúas son algunas de las cosas que podemos ir haciendo en nuestro día a día dentro del juego. Todo esto está construido con mimo, con una interfaz muy intuitiva, con un arte muy cuidado y una música que, durante el día, nos invita totalmente a relajarnos. Hasta aquí, todo encaja con lo que uno esperaría de un cozy... pero entonces cae la noche. Literalmente.

En Dredge, navegar tras el anochecer no solo es más difícil sino que, directamente, es desaconsejable. La niebla se vuelve espesa, unos ojos aparecen en el borde de la pantalla, nuestra cordura comienza a fallar, y lo que parecía un banco de peces puede convertirse en algo mucho más terrorífico. El océano se transforma, y nosotros con él.

Este giro no es solo estético, claro está, sino que supone una mecánica central. La "paranoia" —como la llama el juego— se acumula si pasas demasiado tiempo navegando de noche o si llevas ciertos peces mutantes en tu bodega. El ambiente, entonces, nos responde: aparecen rocas donde antes no había, luces fantasma, barcos enemigos o criaturas abisales, por decir alguna cosa. En otras palabras, esa atmósfera cozy se convierte en horror ambiental, solo transmitiéndonos la sensación de que el mar nos observa.

El horror está en lo cotidiano

La genialidad de Dredge está en cómo mezcla ambos tonos sin romperlos del todo. El horror no aparece como una interrupción, sino como una capa que se superpone a la rutina o a las tareas rutinarias. No hay cinemáticas para asustarnos ni escenas dramáticas. El terror se va colando sutilmente en las descripciones de ciertos objetos, en sonidos lejanos y en misiones un tanto ambiguas. Uno de los mejores logros del juego es la manera en la que te hace dudar de lo que haces. ¿Por qué me pagan tanto por ese pez? ¿Qué hay realmente en las ruinas bajo el mar? ¿Qué palabras escondía el tío del faro cuando hablaba susurrando?

Incluso el sistema de pesca —con esos minijuegos tan relajantes— se convierte en una fuente de ansiedad si estás pescando de noche y sabes que algo te está siguiendo desde las profundidades.

En este sentido, Dredge se acerca más al terror psicológico que al cozy tradicional. Es una experiencia donde el jugador se relaja y se tensa, a momentos. El juego juega contigo, alternando las recompensas agradables con los castigos inquietantes.

Gran parte del efecto de Dredge viene de su dirección artística. El juego tiene un estilo minimalista, pictórico, con paletas de colores suaves y una iluminación que va cambiando sutilmente entre lo cálido y lo siniestro. Durante el día, los colores pastel de los pueblos pesqueros nos transmiten seguridad. De noche, los tonos se enfrían, y el mar se vuelve más abstracto, más frío, como de otro planeta.

La música sigue esa misma lógica: encontramos acordes tranquilos con instrumentos tradicionales durante el día, y paisajes sonoros oscuros, llenos de tensión y de eco, cuando se hace de noche. Aunque no hay una banda sonora memorable como tal, hay una atmósfera envolvente que nunca desaparece del todo, ni siquiera cuando todo parece estar en calma.

Lovecraft y la niebla: el terror marino moderno

Está más que claro que el guion y el trasfondo del juego beben directamente de H.P. Lovecraft, pero sin caer en clichés. No hay Cthulhus gigantes ni sectas a la vista. El horror cósmico aquí se presenta como una especie de desorden silencioso a través de la certeza de que no podemos comprender lo que vemos, y que lo que no entendemos puede llegar a volvernos locos.

Las misiones secundarias son clave para construir este universo. Desde aldeanos que nos piden criaturas extrañas hasta fareros que ocultan secretos ancestrales, cada personaje va reforzando la idea de que este mundo es más antiguo que nosotros, y que no estamos invitados a entenderlo, sino solamente a sobrevivir en él.

En una industria donde los cozy suelen ser sinónimos de evasión, Dredge propone algo diferente: una especie de evasión contaminada. El ciclo del día a día sigue ahí, pero está manchado por una inquietud que no desaparece. Esta dualidad es lo que lo hace tan especial. En lugar de romper con el género cozy, Dredge lo expande. Demuestra que es posible construir una experiencia donde la calma y el miedo se den a la misma vez.  También pone sobre la mesa una pregunta interesante: ¿qué pasa cuando nos llevamos las mecánicas cozy a entornos hostiles?

Recepción y resonancia

Desde su lanzamiento en marzo de 2023, Dredge ha sido un éxito tanto a nivel crítico como comercial. Superó el millón de copias vendidas en menos de un año, fue nominado a varios premios y consiguió una base de fans que pide más contenido.

El DLC The Pale Reach y la expansión The Iron Rig amplían tanto la historia como el bestiario, profundizando en la mitología del archipiélago sin perder la esencia del juego original. La crítica ha aplaudido su equilibrio entre accesibilidad y profundidad, su dirección de arte y, sobre todo, su capacidad de crear esa atmósfera tan especial sin recurrir a fórmulas predecibles.

Dredge no es un juego de terror en el sentido clásico. Tampoco es un cozy puro; es un híbrido que se atreve a combinar mecánicas relajantes con una narrativa inquietante, y en esa contradicción encuentra su poder. Pescar puede ser muy bonito... pero también puede ser aterrador. Todo depende de lo que saques del agua. Dredge entiende eso, y nos lo recuerda cada vez que echamos la red. En un mar de juegos reconfortantes, Dredge nos invita a mirar hacia el fondo. Y lo que hay allí abajo… no siempre quiere ser visto.

En 3DJuegos | Este juego mezcla Pokémon y Stardew Valley y me atrapó en su isla flotante sin que me diera cuenta

En 3DJuegos | Reiniciar la humanidad desde cero. El reto más cruel que proponen estos videojuegos

Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.com

VER 0 Comentario
VÍDEO ESPECIAL

1.735 visualizaciones

Estos han sido los MEJORES JUEGOS del AÑO - RESUMEN de la gala PREMIOS 3DJUEGOS LENOVO 2025

Otro año más 3DJuegos ha celebrado la entrega de premios a los mejores juegos de 2025.Una gala llena de referentes como Sandfall Interactive, las mentes tras Clair Obscure: Expedition 33; la streamer Abby; Christian Gálvez o nuestro premio 3DJuegos Legado, Charles Cecil, desar...