Se llama Fourteen Years of Flames (烽火十四) y será un shooter para un jugador centrado en la segunda guerra chino-japonesa
Call of Duty fue, durante años, sinónimo de épica militar y bélica, usando enfrentamientos históricos para contar historias ficticias. Sin embargo, como citó el periodista Alan MacLeod, con el tiempo la presencia del gobierno de Estados Unidos alrededor de la saga enfatizó el carácter propagandístico de las campañas, presentando al país norteamericano como el héroe indiscutible de los conflictos. La propaganda militar, eso sí, no tiene fronteras ni límites, y la prueba de ello es Fourteen Years of Flames, el "Call of Duty chino" que abordará la Segunda Guerra Sino‑Japonesa desde la perspectiva del gigante asiático, aunque con un enfoque mucho más histórico, mostrando las calamidades infligidas por el estado nipón.
La Segunda Guerra Sino-Japonesa, acontecida de 1937 a 1945, fue un conflicto bélico entre China y Japón que, en realidad, comenzó con la invasión japonesa a la región de Manchuria en 1931. Duró casi una década y se enmarca dentro de la Segunda Guerra Mundial, siendo uno de los episodios más trágicos y controvertidos del conflicto asiático.
La guerra se caracterizó por combates prolongados, bombardeos masivos, violencia contra civiles y campañas de guerrilla, dejando cifras escalofriantes: 21,3 millones de muertos del lado chino, de los cuales 17 millones eran civiles. Tal fue la dureza del conflicto que muchos historiadores como Laurence Rees, historiador británico y autor de libros sobre las atrocidades cometidas por los Estados totalitarios en la época, lo llaman el "Holocausto asiático", pues causó más del 90 % de las bajas en la guerra del Pacífico.
En ese sentido, el juego cumple un doble papel: educativo e histórico, mostrando los horrores de la guerra desde una perspectiva nacional que rara vez supera sus fronteras. Por ello, el impacto de un juego así para China va más allá del entretenimiento. Representa un reconocimiento de la memoria histórica en un entorno internacional de un conflicto que incluso resuena a día de hoy. En un país donde los videojuegos son un fenómeno cultural masivo, títulos como este permiten forjar una narrativa propia sobre la guerra y promover la conciencia histórica entre las nuevas generaciones, especialmente considerando que muchas películas o libros sobre el conflicto no alcanzan el mismo nivel de popularidad o accesibilidad.
Fourteen Years of Flames es un FPS con el realismo como bandera
Una herida aún abierta para China que ha sido abordada en varias películas, buscando reflejar las atrocidades cometidas por Japón. Ahora, ese relato se trasladará al videojuego de la mano de Fenghuo Studio. En Fourteen Years of Flames, los jugadores encarnan a siete personajes clave a lo largo de 16 eventos históricos reales, explorando distintos frentes: desde las zonas rurales del noreste hasta Chongqing, la capital provisional durante la guerra y una de las ciudades más bombardeadas de la Segunda Guerra Mundial.
Según el estudio chino, su intención es ofrecer una representación lo más realista posible del conflicto: armas, equipamiento, vehículos y escenarios están recreados con fidelidad histórica mediante un "modelo 1:1". Aunque los personajes que controlaremos no existieron, están basados en historias de protagonistas reales de la guerra, muchos de ellos testigos de la crudeza japonesa y también de la violencia de las guerrillas contra los invasores, buscando así un relato equilibrado y objetivo.
Que alguien compare Fourteen Years of Flames con un "Call of Duty chino" no es casual: el juego parece orientarse al FPS narrativo clásico de la saga de Activision, con ambición cinematográfica, acción bélica y una campaña de un solo jugador como eje central. Pero, a diferencia de las entregas habituales ambientadas en Europa o en el Pacífico más conocido, este título elige un conflicto menos explotado internacionalmente, lo que lo convierte en una apuesta interesante.
Por el momento, Fourteen Years of Flames aún no tiene fecha de lanzamiento, tampoco gameplays, y no llegará doblado ni traducido a otros idiomas. Sea como sea, se trata de una rara avis en el mundo de los videojuegos, con una ambientación inédita que pone el foco en uno de los conflictos más sangrientos de la historia.
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