Strauss Zelnick, presidente de Take-Two, ha explicado en una llamada con inversores por qué han retrasado el nuevo Grand Theft Auto
Aunque muchos lo veían venir, estoy seguro de que el retraso de GTA 6 no ha sido precisamente la noticia más fácil de digerir de esta semana. Doce años después del lanzamiento de la última entrega de la saga Grand Theft Auto hay muchas ganas de que llegue el que muchos consideran, probablemente de forma certera, el videojuego más esperado de la historia. Sin embargo, el presidente de Take Two Interactive (dueños de Rockstar y de la marca GTA) considera que el camino elegido era el único correcto. Así lo defendía en una llamada con inversores en la que sucedió algo mucho menos habitual de lo que parece: el CEO de una compañía gigantesca habló un idioma que todos los jugadores pueden entender.
Retrasar GTA 6 era la única opción correcta
Strauss Zelnick, presidente de Take Two Interactive, dio la primera pista sobre por qué habían tomado la decisión de retrasar Grand Theft Auto VI respondiendo a una pregunta que poco tenía que ver con la saga: "Nuestro enfoque es buscar la perfección en todo lo que hacemos y tratar de involucrar y cautivar a los consumidores. Si hacemos esto de forma efectiva, la monetización llega por sí sola (...) Cuando veo comentarios negativos sobre la industria, creo que si tratas de correlacionar calidad con rendimiento [económico] vas a encontrar una relación increíblemente positiva y causal. Dale algo bueno a la gente y la gente te lo devolverá".
Fue cuando le preguntó un accionista cuando entró directamente en la explicación sobre por qué se había retrasado el juego. "Lo que motivó el cambio de fecha fue nuestro deseo de publicar una experiencia tan buena como sea posible y el intento de estar a la altura de las expectativas extraordinariamente altas de los consumidores o incluso superarlas. Siempre es doloroso cuando hay que retrasar un juego. Es algo que hemos hecho en el pasado, pero, en retrospectiva, nunca nos hemos arrepentido", explicaba el mandamás de la compañía. Aquí podría estarse refiriendo perfectamente a otros juegos de Rockstar, ya que la empresa se ha ganado a pulso su fama de retrasar juego pero acabar entregando títulos de un nivel sobresaliente.
Aquí se puede entender la lógica que, al menos desde un punto de vista de relaciones públicas, mantiene Rockstar. La compañía sabe que, llegados a este punto, lo único que importa es que Grand Theft Auto VI sea ese juego con el que los fans llevan tanto tiempo soñando. Es eso y no otra cosa lo que le podría permitir emular los 220 millones de copias que ha vendido hasta ahora la quinta entrega. Además, Zelnick considera que no ser precavido es una mala opción: "Tenemos algunos competidores que, en una situación en la que pulir el producto era necesario y eso conllevaba un cambio de fecha, decidieron no hacer un retraso. Tomaron esa decisión y pusieron todo su negocio en peligro", explicaba haciendo casi un 'mic drop'.
Aunque parezca una perogrullada, lo cierto es que este tipo de declaraciones no son comunes en las reuniones de accionistas de las compañías de videojuegos. Es raro escuchar cosas como que hacer buenos juegos es lo que realmente hace subir las ventas o que retrasar un juego y publicarlo como es debido resulta más efectivo que apurarse para ajustar los resultados de un trimestre fiscal. Todo sea dicho, no todo pueden ser buenas palabras sobre su gestión cuando la misma Rockstar está sufriendo una campaña de protestas por un supuesto abuso de sus empleados que podría terminar resolviéndose por la vía legal.
En 3DJuegos | “Mi recompensa es la justicia”. En ARC Raiders se está formando un cuerpo de sheriffs que liquidan a los jugadores problemáticos.
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