🎁Regalos de Navidad de Epic Games 2025

Ya es una pena ser tan bueno y bonito, y que Silksong se meriende tu popularidad; pero ni por esas dejes de probarlo. Análisis de Possessor(s)

El último juego de Heart Machine ha llegado en un año complicadísimo para su género, pero ni por esas es un mal juego

Alberto Lloria

Editor

No puedo imaginarme estar trabajando años y años en un proyecto y lanzarlo cuando un titán de la industria como Hollow Knight decide estrenar su secuela, una que hace dos años jamás habríamos imaginado que ya podríamos jugar. Es cierto que, en una industria como esta, la competencia es obvia y la presión de las deadlines —es decir, las fechas límite para completar tareas— es infernal, pero que Possessor(s) haya llegado después de Silksong ha supuesto una losa sobre la cabeza de sus autores imposible de levantar. Sin embargo, el nuevo juego de los autores de Hyper Light Drifter es uno que deberías seguir si te gustan los medtroidvania, a pesar de que la vara esté altísima.

Porque, ¿quién se acuerda de Ender Magnolia: Bloom in the Mist? El juego tiene un 99% de reseñas en Steam y llegó ocho meses antes que la secuela de Team Cherry, pero es Silksong el que se ha erigido como el gran juego del género este 2025, y todos, llegasen antes o después, han quedado opacados por una sombra enormísima. Por ello, creo que valorar Possessor(s), de Heart Machine, bajo los estándares de esta competencia es un error, porque incluso sus bondades podrían ser entendidas como un paso atrás si os gustó el juego de los australianos de Team Cherry. Lejos de esto, el proyecto brilla incluso con unos errores tan claros a simple vista.

Possessor(s) es un juego de fantasía muy humano

Pero ¿qué nos cuenta Possessor(s)? No entraría a valorar la historia del nuevo proyecto de Heart Machine de no ser por un solo aspecto: la relación entre sus personajes es de primer nivel. Si bien el género no es ajeno a las narraciones de peso, muchos usan el entorno y la narración velada para dar forma a su mundo, personajes e historia, pero este juego no es así. Nos situamos en un universo ficticio de ciencia ficción y fantasía, sí, pero con un lado tremendamente humano.

Como Luca, seremos testigos de lo que ocurre tras el fin del mundo al ver cómo se abre un portal que conecta este mundo con el infierno, dejando pasar a las criaturas que allí habitan y arrasando con todo a su paso. Sin embargo, no sucumbiremos al fin del mundo solos: cuando perdemos las piernas, nuestra única opción es aliarnos con Rehm, un demonio del otro lado que ha quedado herido de muerte, para evitar morir desangrados.

Así se forja una historia arquetípica que has visto en las buddy cops, con dos personajes contrarios teniendo que colaborar juntos; o, en el videojuego, la has visto con Cyberpunk 2077 y la relación pasivo-agresiva de V y Johnny Silverhand. Sin recurrir a cinemáticas explicativas ni diálogos extensos, construye una historia que se siente más emocional que lógica. Es una narrativa hecha de atmósferas, de silencios y de rifirrafes que esconden miedos y tragedias sin describirlas; donde incluso los chistes y el estoicismo del demonio se siguen con atino durante las 10 horas que dura su modo campaña.

Hay un lugar onírico donde Rehm y Luca podrán dialogar

Aunque no reinventa la rueda, el peso narrativo que imprime Heart Machine en su nuevo proyecto no solo se deja ver durante los primeros compases, sino que se expande con importantes interludios donde Rehm invadirá nuestros recuerdos en breves escenas más ambientales que jugables, pero también diálogos aparentemente intrascendentes antes, después o durante las peleas. Con esto, Possessor(s) consigue evitar la narrativa que te premia por ser muy insistente de congéneres como Hollow Knight, centrados en edificar un mundo místico que no muestra sus cartas desde un principio; pero también separarse de otros con mensajes mucho más reivindicativos.

Un metroidvania menos metroidvania de lo que aparenta

Pero un metroidvania no sería nada sin un combate y una construcción a la altura, y aquí hay luces pero también ciertas sombras. Su estructura jugable es lo más básica posible, excepto por un apartado: Heart Machine ha impreso cierta alma de los fighting games en este proyecto. Mientras aspectos como la exploración, las muertes penalizadoras o los mapas laberínticos se mantienen, es en el combate donde vemos cierta unicidad en el proyecto.

Más allá de los ataques básicos, hay un énfasis fuerte en la lectura del rival, en el control del espacio y en el "riesgo contra recompensa" propio de los juegos de lucha. Cada enemigo funciona casi como un sparring con patrones definidos que debes interiorizar, y cada enfrentamiento exige decisiones rápidas y precisas. No es un metroidvania al uso, de esos de pulsar botones: es uno que te obliga a pensar como si estuvieras en un duelo uno contra uno —o uno contra muchos—.

De hecho, esta "sorpresa" llega con una bofetada en la cara, porque si estás acostumbrado a intercambiar golpes a derecha e izquierda con facilidad, rompiendo animaciones para conseguir cambiar rápido de objetivo, los primeros compases de Possessor(s) serán un doble tutorial: necesario para aprender lo que propone y necesario para cambiar de perspectiva. Y es que lo nuevo de Heart Machine se siente tan diferente como bien medido, pero nos pedirá mucho de nuestra parte para entender que los hitstop, unas micropausas tras un impacto que añaden más contundencia a cada golpe, están ahí para moldear la experiencia.

Con el mando en las manos, esta idea se siente como un pequeño latigazo en el ritmo del combate. Cada vez que un ataque conecta, la animación se congela un instante y tanto el protagonista como el enemigo reaccionan como si el choque tuviera un peso real. Es un efecto sutil, pero lo suficientemente marcado como para cambiar considerablemente la forma de jugar. Además, Heart Machine tampoco aplica el hitstop de manera uniforme. Los ataques básicos suelen generar pausas breves, mientras que los golpes más potentes o cargados producen un impacto más sostenido. Del mismo modo, ciertos enemigos parecen crear hitstops más intensos, dejándonos más o menos expuestos al siguiente golpe. Al final, la idea, por muy simple que sea, añade una capa de lectura muy fina al combate, parecida a la jerarquía de golpes dentro de un juego de lucha, y cambia la idea preconcebida de este tipo de juegos.

Lejos de esto, quizá su aspecto menos interesante es su mundo. Aunque no es tan criminal como he leído por ahí, sí que es de lo menos inspirado. No hablo visualmente —porque las imágenes ya hablan por sí solas, con un diseño de personajes de primer nivel y un mapeado que, aunque vacío (comprensible teniendo en cuenta el estilo sombrío y apocalíptico del juego), genera estampas impresionantes—; sin embargo, sí me refiero a cómo falla a la hora de conseguir que nos sintamos animados a explorar un poco más. Possessor(s) parece entender su mundo como una serie de pasillos que nos llevan a una habilidad, un combate contra un jefe o una de las llaves que necesitamos para abrir la puerta al inframundo y cumplir nuestra promesa con Rehm.

No es difícil entender que el mundo del juego está tremendamente gamificado. Es un escenario pensado para hacerte avanzar más y para colocar una recompensa a conseguir, que para apelar a la curiosidad. Aun así, y como la movilidad es el motor que sostiene toda la experiencia, Possessor(s) no fracasa ni siquiera en lo que hace mal. El juego apuesta por un movimiento fluido, rápido, tremendamente físico, que hace que cada salto y cada impulso se sientan genial a los mandos. Además, como explorar nos lleva a conseguir nuevas armas —objetos cotidianos como un ratón de ordenador con cable o un cuchillo que se han visto afectados por poderes demoníacos—, ese componente artificial de la exploración al menos sirve para llenar tu inventario.

Un metroidvania sin miedo

Possessor(s) análisis

Possessor(s)

Por: Alberto Lloria
Recomendado

Possessor(s) es un metroidvania que vive bajo la sombra inevitable de Silksong, pero que aun así consigue abrirse camino gracias a una identidad muy marcada. Su narrativa íntima, sostenida por la relación entre Luca y Rehm, y su combate meticuloso influenciado por los juegos de lucha lo convierten en una propuesta distinta dentro de un género saturado. Aunque su mundo no siempre invita a la exploración y su inicio puede resultar exigente, Heart Machine ha creado un juego valiente, emocional y con un sello propio que merece ser valorado por lo que es, y no por el peso de los gigantes que lo rodean.

Comprar Possessor(s)
5 cosas que debes saber:
  • Viene de un estudio aclamado por su juego previo: Hyper Light Drifter.
  • Es un juego mucho más narrativo de lo que pueda parecer.
  • El diseño artístico es de primer nivel.
  • Su combate tiene cierto toque de 'fighting game' bien medido.
  • La exploración de su mundo es, quizá, lo menos interesante.
Jugadores: 1
Idioma: Texto en español
Duración: 10-13 horas

Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.com

VER 1 Comentario
VÍDEO ESPECIAL

98.269 visualizaciones

Estos han sido los MEJORES JUEGOS del AÑO - RESUMEN de la gala PREMIOS 3DJUEGOS LENOVO 2025

Otro año más 3DJuegos ha celebrado la entrega de premios a los mejores juegos de 2025.Una gala llena de referentes como Sandfall Interactive, las mentes tras Clair Obscure: Expedition 33; la streamer Abby; Christian Gálvez o nuestro premio 3DJuegos Legado, Charles Cecil, desar...