El infame Mod Jed entró a trabajar en Jagex en 2015
La parte negativa de crear un juego que gira completamente alrededor de la comunidad es que a veces parte de esa comunidad deja mucho que desear. Los usuarios de Old School Runescape lo han sufrido durante años. Un solo clan, llamado apropiadamente Reign of Terror, se especializaba en atemorizar al resto en el PVP, con un estilo de juego no solo agresivo sino que a veces pasaba por lo ilegal. En 2017, miembros del clan intentaron ganar en un torneo competitivo a base de hackear el rival mandándole ataques DDoS.
Sus jugarretas todavía podían alcanzar un techo. En 2018 Jagex, el estudio detrás de Old School Runescape, publicó un comunicado en el que anunciaban el despido de un empleado por haber incurrido en un "uso indebido grave de los privilegios de moderador". Desde el estudio eran relativamente escuetos con los detalles, pero aseguraban a los jugadores que estaban en contacto estrecho con la policía para resolverlo.
Claro que los jugadores no necesitaban ninguna justificación porque ya sabían exactamente lo que estaba pasando. Meses antes, los casos de jugadores que aseguraban haber perdido oro del juego en sus cuentas estaba creciendo. En primera instancia fueron objeto de mofa, con parte de la comunidad creyendo que se trataba de una forma de llamar la atención o no eran más que teorías de la conspiración, pero empezó a ser tan constante que era imposible ignorarlo.
El culpable tenía un nombre: Jed Sanderson. Apodado por la comunidad como Mod Jed, era un desarrollador relativamente nuevo dentro del estudio, encargado de crear contenido desde el año 2015. Las sospechas de que no era trigo limpio comenzaron en los torneos. Reign of Terror, además de ser uno de los clanes más infames, empezaba a tomar la delantera en los torneos y eventos de la comunidad de un modo que resultaba sospechoso. Efectivamente, Mod Jed era un espía para el clan Reign of Terror.
Su reinado incluyó no solo ayudar a su clan a ganar torneos de forma ilícita, soplándoles información de dónde estarían puntos claves, sino también crear contenido específicamente para que el clan se adueñase de ellos y en última instancia, directamente robarle a los jugadores. Una investigación dentro de la propia comunidad dio con que la suma total robada eran unos 45.000 millones de monedas de oro. Que según estimaciones del mercado secundario de la época equivalía a 100.000 dólares reales.
Lo peor es que tanto Mod Jed como el clan consiguieron irse de rositas tiempo después de que se descubriera el pastel. El ex-empleado se cambió de nombre y llegó a ganar un juicio por despido improcedente por parte de Jagex, ya que el jurado consideró que el despido se basó en especulaciones y no en una investigación concienzuda. En cuando al clan, fue el año pasado cuando finalmente el estudio lo disolvió del juego, después de que siguiera incurriendo en sus tácticas habituales.
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