"No pude encontrar la canción": la saga Wicked habría sido muy diferente si James Cameron hubiera dado con ella
No sé si a vosotros también os pasa, pero hay veces en las que los proyectos que nunca llegaron a ocurrir me resultan infinitamente más interesantes que los grandes taquillazos que sí llenan las salas. Ese territorio de los "qué hubiera pasado si…" es una dimensión paralela del cine que me obsesiona. Y Wicked es uno de esos casos. A pesar de que siempre me ha fascinado toda la simbología escondida en el cuento original de El Mago de Oz y la película de 1939, lo cierto es que Wicked como fenómeno cultural nunca me ha atrapado del todo.
Leí la novela en 2009, y aunque me pareció que añadías algunas ideas muy interesantes a la mitología de Oz, tampoco me gustó tanto como para esperar con ganas su adaptación cinematográfica. Qué diferente hubiera sido la historia si el responsable hubiera sido James Cameron, como parecía que iba a ser en un momento dado de la preproducción…
El proyecto imposible de James Cameron
La noticia salió en el podcast The Town With Matthew Belloni, y desde entonces no se me va de la cabeza. En su entrevista, Cameron contó en ese podcast que, hace unos quince años, más o menos tras el estreno de Avatar, mantuvo reuniones con Universal Pictures para dirigir la película de Wicked. Ya no es un rumor, ni fue una mera propuesta: el proyecto estuvo realmente sobre la mesa.
Según sus propias palabras, El Mago de Oz es una de sus películas favoritas de todos los tiempos. No es una comparación gratuita. Si lo pensáis, Avatar tiene mucho de Oz: un protagonista que despierta en un mundo fantástico, un viaje de autodescubrimiento y esa sensación de pasar la frontera entre lo cotidiano y lo imposible. Cameron no es precisamente ajeno al poder de los mitos fundacionales. Y Wicked, como precuela y reinterpretación de un auténtico mito de la cultura pop, hubiera sido un terreno fértil para él.
Además, tal y como explicó en el podcast, a Cameron le atraen las películas que son "un evento". Es decir, esas producciones gigantescas que justifican su presupuesto y que invitan al público a vivir una experiencia en salas. Tampoco nos sorprende, ¿verdad? Para él, Wicked entraba perfectamente en esa categoría. Y eso, viniendo del director que ha firmado dos de las películas más taquilleras de la historia, es decir bastante.
¿Por qué abandonó el proyecto?
La razón por la que James Cameron abandonó Wicked es casi poética: "no pude encontrar la canción". No es una metáfora complicada de descifrar. Simplemente, Cameron no logró conectar con el lenguaje emocional del musical. No encontró "la canción" que alineara su visión con lo que Wicked necesitaba para funcionar como película musical. Y es irónico: el tipo cuya maestría visual marcó generaciones no se veía capaz de encontrar el latido musical adecuado. Cameron, al que siempre hemos identificado con la épica tecnológica, confesó además en la entrevista que su película favorita es un musical: El Mago de Oz. Y no es que los musicales le resulten ajenos: le apasionan, según señala Entertainment Weekly.
Pero incluso con ese amor por el género, Cameron explica que no consiguió dar con esa chispa creativa que todo director necesita para comprometerse con un proyecto durante años. Prefirió apartarse antes de embarcarse en una película que no sentía plenamente suya. Y viendo su historial, es fácil imaginar que, de haberse lanzado, habría apostado por algo colosal, probablemente reinventando el musical de la misma manera que reinventó la acción, la ciencia ficción o la animación por captura de movimiento.
Cómo habría sido un Wicked dirigido por Cameron
Aquí es donde mi cabeza empieza a volar. Imaginad un Oz construido con la misma ambición visual que Pandora. Imaginad esos verdes imposibles, esa mezcla de magia y ciencia que Cameron domina como nadie, la épica emocional de Titanic conectando con el drama de Elphaba… y, sobre todo, imaginad cómo habría reinterpretado Cameron la iconografía del Mago, la arquitectura de Ciudad Esmeralda, la transición entre mundos a lomos del tornado...
El cine de Cameron siempre ha ido de cruzar fronteras, del océano profundo a la selva alienígena, y Wicked es, en esencia, un viaje entre dos realidades: la política y la mágica, lo personal y lo mítico. Su versión habría sido un híbrido extraño y fascinante entre musical, fantasía oscura y épica emocional. Y probablemente habría tardado quince años en llegar… pero menuda obra sería.
Lo que sí es cierto es que, de haber aceptado, todo su calendario habría cambiado: Avatar: El Sentido del Agua podría haberse retrasado aún más, y quizá el mismo universo de Pandora tendría hoy otra forma. Es curioso pensar que un musical pudo haber alterado la historia de la ciencia ficción reciente. Finalmente, Wicked terminó en manos de Jon M. Chu, que ha firmado dos películas repletas de energía, espectáculo y devoción absoluta por el material original. Y lo cierto es que el público ha respondido: la primera parte arrasó en taquilla. Fantasías cinematográficas a parte, lo que sí existe es la adaptación actual: la segunda parte de Wicked acaba de llegar a los cines, mientras que la primera ya puede verse en streaming en Sky Showtime y Movistar+.
Ver todos los comentarios en https://www.3djuegos.com
VER 0 Comentario