Peddro19 / 22 de noviembre de 2017 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,5 Excelente

Una reseña más - Unravel.
Unravel fue uno de los títulos más llamativos que Electronic Arts presentó en el E3 de 2015, pero su desarrollo estuvo a cargo de Coldwood Interactive, una compañía independiente que terminó por publicar su proyecto más ambicioso un año después de haberlo revelado en el evento más grande que engloba al mundo de los videojuegos.
Muchas fueron las razones por las que Unravel captó la atención de numerosos jugadores mientras contemplaban la conferencia de la empresa "third party" más grande del medio, principalmente el hecho de que un videojuego "indie" se abriera paso entre las propuestas de Electronic Arts que no suele apostar a esta clase de trabajos, sino por otros mucho más grandes. Aunque obviamente el mayor mérito de lo que considero semejante logro pasa por un apartado gráfico de ensueño, con un diseño exquisito acompañado de unas texturas sobresalientes, que junto al tierno personaje que se consagra como el protagonista del título, provocaron un sentimiento de ternura en todos los espectadores.
Era previsible que Unravel sea una maravilla y una vez puesto en el mercado no hicimos más que comprobar esta intuición, pero encontramos mucho más que una obra maestra o de arte, concepto que está de moda asociar a un videojuego. Toda la experiencia, además de excelente, es un cúmulo de virtudes que comparten el fin de trasladar al jugador a una serie de sentimentalismos impropios de un lanzamiento de hoy en día, como lo son el amor y los lazos entre personas, aunque a esto llegaremos luego.
Unravel tiene alma, y esto está para recalcarlo fuerte. Todo, absolutamente todo, deja ver un amor y cuidado hermoso en su confección, desde su apartado visual hasta la jugabilidad, pasando por un protagonista adorable y una historia que conforme se vaya desarrollando nos irá emocionado más y más. Sin ir más lejos, antes de comenzar la campaña los mismos desarrolladores nos muestran un mensaje en el que nos comentan esto mismo, que el videojuego fue llevado a cabo con mucho esfuerzo, cariño, vocación laboral, y nos desean disfrutarlo... Es, simplemente, mágico. Esa misma magia se traslada desde la primer cinemática hasta la última, siendo estas las únicas para narrar una trama cargada de sentimientos.
Vamos a analizar, ahora sí, Unravel. Un videojuego de plataformas 2D y aventura que no puede dejar indiferente a nadie y en lo personal, si bien no entra entre mis preferidos a pesar de su excelsa calidad, si se ganó "un lugar en mi corazón", y creo yo, en el de todos que tuvieron la suerte de jugarlo.

Gráficamente Unravel es tiernamente precioso. Todos los escenarios de sus doce niveles naturales son muy distintos entre sí desde su modelado hasta su ambientación, donde cada uno presenta climas diferentes que son representados a la más encantadora perfección y buen gusto. La iluminación y el diseño artístico acompañan a unas texturas potentes para obtener como resultado pantallas profundas en un videojuego 2D que ni por un segundo dejará de enamorarnos, y en más de una ocasión nos propondrá una pausa simplemente para disfrutar de un ambiente trabajado con muchísimo mimo, y lleno de pequeños detalles que no se esconden para nada y suman mucho al apartado meramente visual.
Además, todos los entornos sumamente lineales que recorreremos con Yarny, protagonista del cual hablaremos luego, están llenos de vida. El viento mueve el pasto y las copas de los árboles, hay pequeños y grandes animales propio de tal o cual ecosistema, el clima es dinámico y su repercusión sobre la superficie afectará el movimiento del personaje lo cual es un gran acierto que logra un realismo bellísimo y divertido de ver.
Todos estos aciertos técnicos se ven enaltecidos por una banda sonora y sonido que acompañan de manera brillante a la experiencia, lo cual hace que sea difícil separar cada apartado de la misma para un análisis, porque realmente Unravel en su programación es un conjunto natural muy bien logrado, en el que cada una de sus partes colaboran "en equipo", como dije anteriormente, para un mismo fin: el disfrute del jugador.
Siguiendo con el aspecto sonoro, la musicalización acompaña perfectamente cada momento del gameplay haciendo sentir al jugador aún más dentro del mundo Unravel, teniendo temas únicamente instrumentales originarios de Escocia que nos estremecerán o conmoverán según lo que esté aconteciendo en pantalla. Es posible que en ocasiones ni siquiera nos demos cuenta de que la música está ahí, y mucho menos de su gran aporte para lograr una ambientación formidable o de las sensaciones que trasmite, pero solo hará falta detenernos un segundo en nuestra aventura para deleitarnos con una banda y efectos de sonido de excelente calidad.
Con Unravel, a nivel técnico, tenemos un producto increíble. No solo por la exquisitez que desprende desde sus gráficos hasta su sonido, sino también por el cuidado en su dibujado y en la elección de canciones que aportan muchísimo a la experiencia de juego, consiguiendo también uno de los objetivos primordiales del título: contar una historia teniendo como principal argumento los sentimientos, cosa que logrará también en otros apartados.
Unravel en su versión de XBOX One corre a 1080p y 60fps, sin sufrir absolutamente ninguna ralentización, con una fluidez que se ve necesaria también para su propuesta.

La trama de Unravel es uno de sus pilares fundamentales, y una de las razones por las cuales es tan fácil empatizar con él y con su protagonista.
Unravel nos cuenta las aventuras de Yarny, un ser antropomórfico muy pequeño y adorable, hecho de lana. Yarny se da a luz ni bien comenzamos a jugar en una cinemática donde una anciana, tras ver una foto de su juventud con cierta dosis de melancolía y alegría, sube las escaleras de su hogar. En el proceso, un rollo de lana roja caerá por los escalones y nuestro particular protagonista se presentará como el encargado de recuperar los recuerdos de esa señora, y así completar un libro con fotos de su infancia y frases significativas, que se llenará en cuanto avancemos niveles.
Si bien parece simple y quizás lo sea, la historia de Unravel se trata de los lazos entre personas, es una lección de amor en la que se nos quiere dar a entender que por más que esos lazos se enreden y compliquen, si existe un verdadero cariño no habrá distancia que pueda romperlos.
Por su parte, debo decir de Yarny que es uno de los personajes más carismáticos que controlé en un videojuego. Yarny tiene la característica de ser mudo pero trasmite lo que siente en todo momento, es simplemente un placer verlo avanzar por las pantallas asustándose, sorprendiéndose o alegrándose por lo que ocurre alrededor. Sentiremos la necesidad de cuidarlo y de mimarlo, vamos a querer mucho a Yarny más temprano que tarde y durante la historia nos encontraremos situaciones tristes para el pequeño personaje, por lo cual querremos darle una mano, y que exista esa sensación es una maravilla.
Estamos ante un protagonista valiente, que si bien no oculta su temor, avanza firme con el único fin de devolver el alma a un álbum de recuerdos dañado. Quizás su objetivo tan noble y su simpatía y adorabilidad innatas es lo que hace empatizar de semejante manera con él.
Unravel al fin y al cabo nos cuenta una historia que se desarrolla entre recuerdos. Cada nivel será una memoria de la ancianita, algunas más tristes y otras más alegres, y da la sensación de que realmente estamos buscando recuperar una parte del pasado es incluso nostálgica, cosa que junto a Yarny, hará que pronto deseemos reponer esas anécdotas que el pasado dejó bajo la alfombra.

A nivel jugable, estamos ante un título de pocas mecánicas pero interesantes, bien implementadas y divertidas, por lo que tenemos delante de nuestros ojos un buen videojuego de plataformas.
Como dijimos anteriormente, Yarny es un personaje hecho de lana, lo que tendrá influencia directa en el gameplay. Esto se debe a que en cuanto vayamos avanzando por un determinado nivel iremos perdiendo lana, por lo que deberemos recuperarla en checkpoints puestos estratégicamente para proseguir nuestro camino sin que el protagonista, prácticamente, desaparezca. Obviamente es posible que el suministro se acabe, lo cual querrá decir que no hicimos un puzzle del todo bien, por lo que podremos reiniciar desde el último punto de guardado o bien volver sobre nuestros pasos para recuperar la lana mal invertida y administrarla mejor en el siguiente intento.
Haciendo hincapié en las mecánicas, como es de esperar, todas pasan por el uso de la lana. Este material será nuestra vía de transporte, la herramienta con la que resolver rompecabezas. Yarny puede extender un hilo para columpiarse y superar un salto complicado, podrá atar sogas entre un punto y otro para usarla de trampolín, además de emplearla para otras actividades menos primordiales como lo son mover objetos muy pesados. Claro está que no estamos ante una gran variedad de opciones jugables, pero el resultado final es más que satisfactorio y no aburre ni está cerca de hacerlo, aunque a veces su uso se puede tornar un poco repetitivo.
Además, Unravel está hecho con un motor de físicas muy realistas, por lo que para superar ciertas dificultades deberemos tener en cuenta muy en cuenta este aspecto, aunque no es un factor que empeore o dificulte la experiencia.
Con respecto a los escenarios dentro del ámbito jugable son sumamente lineales, pero súper variados estéticamente, como ya expliqué antes. Los puzzles que los conforman son monótonos, consisten constantemente en lo mismo y no tienen ninguna dificultad, pero curiosamente Unravel no aburre para nada, quizás porque es demasiado hermoso, pero si bien vamos a darnos cuenta de que al fin y al cabo tenemos que ir haciendo siempre la misma tarea, no dejaremos de disfrutarla. Para darle un poco más de profundidad a los entornos, aclaro que dentro de ellos se encuentran cinco "coleccionables" situados en lugares secretos o difíciles de acceder, aunque tampoco es que nos tengamos que romper la cabeza para recogerlos en nuestro camino, y la recompensa por hacerlo es nula.
Por último, la campaña de Unravel, además de su única modalidad, es divertida y muy placentera, pero no precisamente larga. Cada nivel dura una media hora aproximadamente, por lo que en seis horas yendo al galope ya la habremos finiquitado.

La obra de Coldwood no tiene mucho más que esto que fui detallando durante el análisis, pero sería un error creer que por ello no vale tanto la pena.
Unravel es una historia sin palabras, un videojuego con un espíritu muy noble, preciosista de principio a fin, desarrollado por personas que realmente hicieron su mejor esfuerzo en este trabajo, que lo hicieron por amor a la industria, y se nota inclusive al terminar el modo campaña, ya que antes de ver los créditos, lo último que leeremos será un emocionante: "Gracias por jugar Unravel". Un mensaje atípico, pocas veces visto, pero que deja una sensación de satisfacción enorme y realmente, sentimos que por completar Unravel hemos hecho una buena acción.
Sin embargo, además de esta carga sentimental que va desde el menú de inicio hasta el último segundo sin perder ni fuerza ni esplendor, también tenemos un plataformero sencillo pero muy divertido y hasta adictivo, que lleva consigo la virtud de ser repetitivo por momentos que por la buena implementación de sus mecánicas no nos quita las ganas de seguir jugando.
En todos los sistemas está a un precio reducido, y vale cada dólar.
Unravel es hermoso y una experiencia inolvidable para todo aquel que se siente a verdaderamente disfrutarlo, que tiene un mensaje profundo pero fácil de entender porque no deja de afectarnos a todos, sintiéndonos identificados con el propósito de Yarny, protagonista una vez más, brillante.
Si todos los videojuegos fueran programados con tanto cariño... Aplausos para este pequeño estudio.