Marvel vuelve a sorprender con un cruce entre Los 4 Fantásticos y otra de las grandes propiedades de Disney. quiero que me guste, pero despierta todos mis temores sobre sus estrategias editoriales actuales
No soy nada fan del rumbo editorial que ha tomado Marvel en los últimos años. Lo digo sin rodeos. Me encuentro bastante desencantado con sus grandes eventos y con sus arcos argumentales más recientes, que parecen escritos para seguir la estela de lo que ocurra en Marvel Studios y, peor aún, de lo que pueda funcionar en redes sociales de un mes a otro. Esa inconsistencia editorial, esa necesidad permanente de perseguir la tendencia fugaz, me parece tan preocupante como su creciente banalidad. Y es una pena. Marvel ha sido un sello de historias inventivas, experimentales y, sobre todo, coherentes con su propia historia. Sin embargo, en medio de esta etapa algo errática, hay un anuncio que sí ha conseguido despertarme una chispa de ilusión… y también un poco de miedo. Porque mezcla a los 4 Fantásticos, que siempre han sido de mis personajes favoritos de toda la editorial, con una de las franquicias de ciencia ficción más intersantes de la historia: El Planeta de los Simios.
Y sí, antes de que nadie lo pregunte, soy perfectamente consciente de que ambas licencias pertenecen a Disney. Y sí, también soy consciente de que esta "idea loca" tiene tanto de experimento creativo como de maniobra promocional. Pero aun así, qué queréis que os diga: han logrado llamar mi atención.
Un cruce imposible… hasta que deja de serlo
El nuevo evento, Planet of the Apes vs. Fantastic Four, llegará en febrero, y lo hará en forma de miniserie de cuatro números escrita por Josh Trujillo e ilustrada por Andrea di Vito. Un equipo creativo solvente que ya ha demostrado saber navegar entre el pulp clásico y la ciencia ficción moderna. La premisa es de lo más sencillita: La Primera Familia aparece misteriosamente en el mundo de El Planeta de los Simios. Lo interesante es que este no es un simple cruce "por encima". Marvel tiene una relación de décadas con El Planeta de los Simios, remontándose a las adaptaciones de las películas originales y, más recientemente, a series como Beware the Planet of the Apes, una de las lecturas más recomendables del año pasado dentro del catálogo de la editorial. Es decir, este crossover no surge de la nada: es un punto de encuentro entre dos mitologías que Marvel conoce bien y que lleva tiempo tratando con bastante cariño.
Aun así, por mucho que se justifique en la historia editorial, es inevitable ver también el otro lado: Disney lleva años jugando a mezclar, reactivar y potenciar sus marcas en todos los medios posibles. Y esta miniserie huele, inevitablemente, a jugada empresarial. Pero eso no significa que no pueda salir algo bueno.
Una mezcla que tiene más sentido del que parece
Según AIPT, una de las idesa en las que más insisten Trujillo y di Vito al presentar esta obra es que, por extraño que suene sobre el papel, ambas franquicias estaban destinadas a encontrarse. Y es cierto. Tanto los 4 Fantásticos como El Planeta de los Simios nacen de esa ciencia ficción de mediados del siglo XX marcada por la carrera espacial, la paranoia nuclear y la fascinación por lo desconocido. Ambos universos comparten esa ansiedad por el futuro, por los límites de la evolución y por el papel de la humanidad, o la posthumanidad, en un mundo que está siempre cambiando de la mano de la ciencia y la tecnología.
Una de las ideas que más me ha gustado de su planteamientos que Los 4 Fantásticos no llegan solos. Trujillo confirma que "enemigos familiares del universo Marvel" también aparecerán con sus propios intereses puestos en la ciudad simia. Tampoco hace falta jugar al misterio, porque ya han colocado al doctor Doom en la portada del primer número, pero ¿veremos a algún otro villano más inesperado? Sea quien sea, lo que está claro es que esto no será un simple viaje accidental a través del tiempo y el multiverso de las propiedades intelectuales.
Un choque de mundos que también es un choque de legados
Lo que me pone la piel de gallina, y a la vez me da miedo, es que este cruce no solo juega con dos universos, sino con dos legados gigantescos. Los 4 Fantásticos representan la exploración, la familia, la aventura con mayúsculas. El Planeta de los Simios es una de las sagas más poderosas cuando se trata de reflexionar sobre jerarquías sociales, prejuicios y colapso de la civilización. Marvel recalca precisamente este punto: la existencia de humanos parlantes ya supone una ruptura en la sociedad simia; imaginaos lo que ocurre cuando llegan cuatro superhéroes capaces de manipular fuego, estirarse, hacerse invisibles o tener el cuerpo cubierto de rocas. La saga promete usar ese choque para plantear preguntas incómodas, igual que lo hicieron las películas originales.
Pero no os voy a engañar: también temo que acabe siendo otro evento rápido, hecho para generar ruido y servir como escaparate de marca. Marvel necesita recuperar foco, la consistencia y la ambición creativa. Tal vez esta historia, completamente anecdótica, no sea el mejor sitio para hacerlo, en cualquier caso. No puedo terminar este artículo sin acordarme de Jack Kirby, el auténtico motor creativo fundacional de Los 4 Fantásticos, y sus aventuras con Kamandi, un cómic que realizó para DC Comics en el que tomaba prestadas muchas ideas procedentes de El Planeta de los Simios. El primer número de esta miniserie de cuatro números saldrá a la venta el 4 de febrero en Estados Unidos.
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