Conan, el cimmerio, el bárbaro destinado a pisar con sus sandalias los enjoyados tronos de la tierra, el personaje creado por Robert E. Howard también hizo tambalearse el mercado del cómic estadounidense con su llegada a Marvel a finales de los 70, convirtiéndose en una de las cabeceras más rentables de la editorial. Pero todo se acaba y Marvel, en una extraña jugada que trataba de compensar la pérdida de la licencia, juntó a Conan con Lobezno, Venom y The Punisher y convirtió al cimmerio nada más y nada menos que el líder de una salvaje alineación de Los Vengadores.
De cimmerio a superhéroe: una historia de espada, tinta y derechos editoriales
Conan debutó en Marvel en 1970, gracias a la pluma de Roy Thomas y al trazo de Barry Windsor-Smith. La serie fue un éxito inesperado que no solo atrajo a nuevos lectores, sino que también legitimó el género de espada y brujería dentro del mainstream del cómic estadounidense. La posterior creación de The Savage Sword of Conan en 1974, en formato revista y con un tono más adulto, consolidó aún más su popularidad. Durante más de una década, Conan fue sinónimo de ventas millonarias para Marvel. Pero todo imperio, incluso el de un bárbaro, cae.
Salvajes Vengadores 1. La ciudad de las hoces (MARVEL PREMIERE)
Después de perder los derechos del personaje en los años 2000, Marvel vio cómo Dark Horse Comics se hacía con la licencia y exploraba nuevas aristas del cimmerio. No fue hasta 2018 que la Casa de las Ideas recuperó el control sobre Conan para perderlos poco después en 2022, no sin antes hacer una jugada de lo más rara: traerlo al presente del Universo Marvel y unirlo a otro de sus personajes más emblemáticos Así nacieron Los Salvajes Vengadores en un intento de revitalizar al personaje que generó más extrañeza que ventas.

Los Salvajes Vengadores: espada, pistolas, garras y simbiontes
Publicado en 2019, Salvajes Vengadores (Savage Avengers) no era un cómic de Vengadores al uso. Olvídate de Capitán América, Iron Man o Thor. Esta alineación estaba formada por tipos con más músculos que diplomacia. El punto de partida narrativo tenía su gracia: Kulan Gath, un hechicero oscuro de la era hiboria, amenaza con resucitar y extender su poder en el presente. Para detenerlo, se forma un equipo completamente fuera de control, donde Conan, sin entender ni pizca de la tecnología o las normas sociales modernas, se convierte, literalmente, en el alma del grupo.
Desde el primer número, Conan no solo reparte mandobles: también cuestiona, provoca y lidera a una alienación de personajes de Marvel de dientes apretados y mala actitud. Su forma directa de entender el combate, su código de honor bárbaro y su desprecio absoluto por la burocracia de SHIELD lo convierten en el antihéroe perfecto para un equipo que no sigue reglas.

Un cimmerio fuera de su tiempo
La inclusión de Conan en los Salvajes Vengadores no fue solo un experimento estilístico. Narrativamente, fue una jugada curiosa: enfrentarlo a un mundo que no entiende y dejarlo ser él mismo en ese entorno. No había necesidad de adaptarlo ni dulcificarlo. Conan era un bárbaro en un mundo de superhéroes, y Marvel apostó a que esa disonancia funcionaría como motor narrativo. Y lo hizo… durante un tiempo.
¿Qué mejor manera de capitalizar la nostalgia y atraer nuevos públicos que presentando el enigma del acero a una nueva generación de fans? El problema es que a los nuevos fans parece interesarles más bien poquito Conan
Porque sí, Savage Avengers fue una propuesta interesante, con un tono pulp y salvaje que rompía con el tono clásico de Los Vengadores. Pero también era una serie con fecha de caducidad. Aunque divertida al principio, su premisa no daba para una expansión duradera sin convertirse en una caricatura de sí misma. Y es que al final Salvajes Vengadores repetía casi todos los tópicos esperables de los equipos de antihéroes que se ven forzados a trabajar juntos. Tal vez añadir ciertos elemento de la mitología original de Conan ayudara a distinguirlo del resto de propuestas similares que satura el mercado, pero no fue suficiente para convencer a los lectores. La idea de ver a Conan repartiendo estopa junto a Lobezno tiene su gracia, pero pasada la novedad, muchos lectores no supieron cómo encajar esa mezcla. Y eso se notó tanto en ventas como en recepción crítica.

Estrategia, nostalgia y propiedad intelectual
Pero si nos alejamos de las espadas y miramos el tablero editorial, la jugada de Marvel tenía una finalidad menos evidente que la de simplemente sorprender a sus lectores. Recuperar los derechos de Conan no solo significaba volver a publicar sus historias clásicas con nuevo lustre. También era una oportunidad para reintroducirlo a una generación que no había crecido con los maravillosos cómics clásicos de Conan. Integrarlo en el Universo Marvel era una forma rápida y efectiva de colocar al personaje en el radar de nuevos lectores. No cuajó.
En 2019, el género de espada y brujería vivía todavía de lso últimos destellos del éxito de fenómenos como Juego de Tronos. Y Marvel quiso aprovechar ese viento a favor. ¿Qué mejor manera de capitalizar la nostalgia y atraer nuevos públicos que presentando el enigma del acero a una nueva generación de fans? El problema es que a los nuevos fans parece interesarles más bien poquito Conan.

El ocaso de un bárbaro moderno
La aventura de Conan con los Vengadores tenía los días contados. En 2022, Marvel volvió a perder los derechos del personaje, esta vez en favor de Titan Comics y Heroic Signatures, actuales editores de algunas de los mejores cómics del personaje. La etapa de los Salvajes Vengadores fue cerrada de forma algo abrupta, y aunque se intentó seguir la serie con una alineación renovada, la ausencia de Conan, que era su principal reclamo y la excusa para montar todo este invento, se hizo notar.
En retrospectiva, la inclusión de Conan en los Vengadores fue una rareza editorial, un capricho del mercado más que una evolución natural del personaje. Pero también fue un recordatorio del potencial narrativo que tiene el cruce de mundos aparentemente incompatibles. solo había que saber poner en juego buenas ideas. Conan no necesitó cambiar para formar parte de Marvel, fue Marvel quien se adaptó a Conan, y eso es todo un testimonio de la fuerza que sigue teniendo el cimmerio noventa años después de su creación.
Conan es muchas cosas: bárbaro, ladrón, pirata, rey… y sí, también Vengador. Su paso por el Universo Marvel es la prueba de que ningún personaje está atado a un solo género, a una sola época o a una sola editorial. Especialmente si hay intereses económicos de por medio. Puede que su estancia en los Salvajes Vengadores no pasara a la historia como su epopeya más memorable, pero fue, sin duda, una de las más inesperadas.
En 3DJuegos | A Schwarzenegger le engañaron para que participara en la tercera película no oficial de Conan y se pilló un enfado monumental
En 3DJuegos | Por Crom que creo que Jason Momoa es mejor Conan que Arnold Schwarzenegger, y la culpa es de Marvel Comics
Ver 0 comentarios