Ramonium / 15 de mayo de 2014 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

9,5 Imprescindible

Crea huevos, lanza huevos.
El malvado Magikoopa Kamek ha tenido una premonición. Ha descubierto que Mario y Luigi, dos fontaneros potenciales, causarán numerosos problemas al joven Rey Bowser en un futuro. Ahora mismo, el monarca de los Koopas es solamente un bebé, así que el propio Kamek tendrá que evitar que los dos hermanos sean un asunto del que preocuparse...

La cigueña está llevando a los dos bebés a casa de sus padres. Sin embargo, Kamek ha decidido secuestrarlos antes. Por suerte, el Magikoopa solamente ha logrado atrapar a Luigi, y Mario ha caído en la Isla de Yoshi.

Esos simpáticos dinosaurios han decidido ayudar a los dos bebés. Para ello, intentarán rescatar a Luigi, proteger a Mario y llevarlos a casa de sus padres. Para ello, tendrán que vivir una maravillosa aventura.

Yoshi's Island, que parecía en un principio una simple secuela del famoso Super Mario World, sorprendió a todos los usuarios de Super Nintendo por su jugabilidad y personalidad. Es reconocido como uno de los mejores plataformas de Nintendo, y no en vano obtuvo 91 puntos en Metacritic en su versión para Game Boy Advance.


ANÁLISIS


Gráficos: 98.

Nintendo experimentó con los lápices de colores y un apartado visual completamente rompedor para su Yoshi's Island. En SNES era algo que nunca se había visto, y el resultado es bonito y sensacional.

De hecho, poco tiene que ver con lo mostrado unos años antes por el Super Mario World original: no solo la diferencia artística es muy grande, sino que la calidad también es radicalmente distinta. Algunos podrían llegar a decir sin exagerar que parecen juegos de sistemas diferentes.

Los sprites son bastante detallados, y los personajes tienen muchos movimientos distintos. Hay también una gran variedad de enemigos, y cada mundo tiene una personalidad única y diferenciada, cosa no tan conseguida en juegos anteriores. La Isla de Yoshi tiene decenas de paisajes únicos, y en el juego podemos disfrutar de todos ellos con un acabado excepcional: los fondos de los escenarios son realmente bonitos.

Hay diversos Yoshis de colores diferentes, por lo que manejamos a protagonistas recoloreados. Eso le añade más variedad visual al título.

El nivel general es sensacional y rompedor, y el estilo artístico es único en la consola. De hecho, hasta se puede decir que se veía bien en Game Boy Advance, consola que posee 16 bits más que la plataforma original.


Sonido: 82.

La banda sonora de Yoshi's Island tiene una personalidad diferente de la de otros juegos de Mario. Las melodías son bonitas y van acorde al apartado visual. 

Sin embargo, hay pocas canciones en relación a otros títulos. Muchas composiciones se repiten varias veces, y considerando que esta obra es de las últimas que se lanzaron para Super Nintendo... este hecho debe tenerse en cuenta.

Los instrumentos son de buena calidad, y se encargan también de imprimirle personalidad a Yoshi's Island. Los efectos de sonido son variados, simpáticos y adecuados, aunque se echan en falta algunas voces. Esto se arregló con el lanzamiento posterior en Game Boy Advance, pero en el juego original se sustituyeron los gritos potenciales por efectos de sonido.

El estilo musical de Yoshi's Island está alejado de Mario, pero es cercano al fontanero al mismo tiempo. Desde luego, reconocer la diferencia es fácil, pero hay cierto carácter presente en las melodías. Y es que a pesar de que la banda sonora es obra del veterano Koji Kondo, el compositor ha sabido hacer un buen trabajo en este aspecto.


Jugabilidad: 97.

Yoshi's Island posee un esquema jugable muy completo, cómodo y variado. Sin embargo, Nintendo no escogió el camino fácil con este título: en lugar de copiar lo visto en los juegos de Mario, se decidió crear un sistema totalmente nuevo y diferente.

Y es que aunque el juego sea "Super Mario World 2", los parecidos con su predecesor son pura coincidencia, más allá de la evidente presencia de Bebé Mario. Como se ha comentado, el futuro fontanero es protegido por los Yoshis, por lo que en todas las fases está subido a la espalda de uno de ellos. Sin embargo, si recibimos daño, el bebé comenzará a flotar dentro de una burbuja, por lo que tendremos que alcanzarlo dentro de un tiempo límite para que los esbirros de Kamek no lo secuestren. Llegar al final de los niveles con Bebé Mario es lo principal.

Durante las fases, Yoshi puede comerse a sus enemigos y transformarlos en huevos. De esta manera, estos pueden ser utilizados como proyectiles, y la lengua del simpático dinosaurio tiene varias aplicaciones jugables. Nuestro héroe puede escupir a los enemigos, disparar pepitas de sandía, escupir fuego y hielo... hay mucha más variedad en este aspecto que en los clásicos títulos de Mario.

Además, los saltos que da Yoshi pueden ser alargados de manera indefinida mediante el "revoloteo", técnica que sirve para que podamos mantenernos más tiempo en el aire. Lejos de hacer más fácil la aventura, con este sistema se desarrollan nuevas posibilidades plataformeras muy interesantes. Podemos rebotar en los enemigos, recoger monedas flotantes, alcanzar lugares muy lejanos...

Los huevos son armas muy útiles para Yoshi. Su buena utilización, junto a técnicas como el pisotón, serán clave para derrotar a numerosos enemigos, incluyendo a los impresionantes jefes finales. A diferencia de lo que ocurre con su predecesor, cada enemigo final requerirá de una sencilla estrategia para poder ser derrotado. Emplear correctamente las habilidades de Yoshi es vital para poder salir victorioso de estos combates.

Por lo demás, durante la aventura viviremos situaciones muy variadas. Por ejemplo, Yoshi puede transformarse en helicópteros, trenes, submarinos o excavadoras en algunas situaciones mediante un sistema de metamorfosis. Gracias a eso, sumado a muchos enemigos distintos, diversos minijuegos y los extras coleccionables, resulta difícil que el jugador se aburra.

Finalmente, no hay saltos de mundo ni salidas secretas, a diferencia de lo que ocurría con Super Mario World (el juego debe superarse en un orden determinado de manera obligatoria), pero vale totalmente la pena por lo divertido que es.


Duración: 95.

Este juego tiene la impresionante duración de entre 10 y 15 horas de historia, cifra más que respetable para una consola como SNES. Sin embargo, es más corto que Super Mario World porque el título anterior posee más secretos.

De todos modos, Yoshi's Island no termina cuando superamos la aventura. Aparte de su gran rejugabilidad y de que nuevas fases están disponibles al alcanzar el final de la historia, hay cinco Flores, 20 Monedas Rojas y 30 estrellitas ocultas en cada escenario, y conseguir todo esto lleva mucho tiempo. Obtener estos elementos tiene su recompensa, ya que si nos hacemos con una cierta cantidad de estos objetos, desbloquearemos niveles extra muy difíciles.

Si sumamos los minijuegos que podemos disfrutar, la duración total de este cartucho se dispara. Podemos seguir jugándolo durante decenas de horas, todo dependiendo de nuestra capacidad para descubrir los secretos y lo que nos guste este clásico de las plataformas.


Puntuación final: 96.

Para algunos jugadores es mejor que Super Mario World, y eso es mucho decir, porque ese título puede ser perfectamente el mejor plataformas de todos los tiempos.

Yoshi se ha ganado a pulso el estar dentro de los reyes de las plataformas. Este primer juego protagonizado por él llamó la atención de todos los jugadores de SNES y GBA, y todavía hoy sigue siendo el mejor título de su saga.

A pesar de haber sido lanzado para una consola de 16 bits, Yoshi's Island parece bastante moderno, por lo que los motivos de su éxito están completamente justificados. Su genialidad lo hace imprescindible para todo buen amante del género, sea fan de la saga Mario o no. Como plataformas, rara vez decepciona a nadie: pocos juegos son capaces de hacerle sombra dentro y fuera de la veterana Super Nintendo.