Peddro19 / 31 de octubre de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

7,5 Bueno

Una reseña más - >observer_.
El género de los walking simulator, puesto de moda en los últimos tiempos, ha servido de hospedaje para múltiples videojuegos abocados a temáticas tétricas y dramáticas, tales como el terror, horror, etcétera. Si bien muchos de ellos suelen ser juzgados como meras imitaciones de la demostración del cancelado Silent Hill: P.T, la verdad es que existen títulos de este estilo muy bien concebidos.
Evidentemente, Bloober Team, creadores de Layers of Fear, han sabido aprovechar las bondades del mencionado género y, con esta nueva entrega, denotan el perfeccionamiento de su técnica. Hoy analizaré su último trabajo, >observer_, una obra de terror cyberpunk, ciencia ficción y policial, ambientada en una distópica realidad futurista, que logra generar miedo en el jugador con destacables recursos.


Hago este pequeño inciso para aclarar que las mecánicas de juego de Observer son tan funcionales a la historia, que me pareció inútil dedicarles una sección exclusiva. En cambio, serán mencionadas como parte del texto correspondiente a la trama.


El presente título nos sitúa en Polonia, donde además de humanos viven otras especies inteligentes, durante el año 2084. Hubo una "plaga digital" que provocó múltiples pérdidas fatales y, por ende, la guerra y el aumento del consumo de drogas. Esta situación caótica se vive con más frialdad en los barrios de Clase C, donde habitan drogadictos, psicópatas, violadores, entre un gran número de personajes turbulentos.
En tal contexto, encarnaremos a Daniel Lazarski, un policía humano, con algunos agregados tecnológicos, que puede entrar en la mente de cualquier persona y sumergirse en sus recuerdos, para así obtener información que le sea útil. Daniel se entera de que Adam, su hijo, está atravesando un grave inconveniente en un establecimiento de Clase C y, aunque su relación no sea muy buena, emprende una aventura en la cual hará lo que sea por rescatarlo.
Conforme la trama va desarrollándose, adopta un tono mucho más oscuro y complejo del que poseía en un principio, que ya lo era bastante. Esto podría confundir al jugador y hacer que pierda fácilmente el hilo de lo que ocurre, pero estamos ante una excelente narrativa que, paulatinamente, incorpora elementos bien explicados al argumento de manera sencilla y natural. Además, la propia atmósfera del conjunto de residencias donde se desarrolla la historia denota claramente lo que sucede.
Estamos ante una propuesta policial, por lo que deberemos recolectar algunas pistas en pro de avanzar en la campaña. Para ello, por ejemplo, podremos ir interrogando a los inquilinos que viven en el edificio; momentos en los que muchas líneas de diálogo se lucen. Aquí, es cuando el jugador empatiza verdaderamente con Daniel Lazarski, porque su soledad es tan frustrante como avasalladora; dado que aquel lugar está habitado por otras personas, pero el único que recorre los pasillos con la certeza y el temor de que ocurre algo extraño, y que su hijo podría estar involucrado en ello, es él. De esta manera, el entorno se vuelve tan hostil como las circunstancias, y la experiencia se vuelca completamente sobre el protagonista y ese misterio que debe resolver. Los personajes, al fin y al cabo, son Daniel y su hijo; y la evolución de cada uno de ellos está muy bien ejecutada.
Por otro lado, nuestro agente contará con dos visiones funcionales para analizar las escenas del crimen: una para detectar rastros biológicos, y otra para hacer lo mismo pero con artilugios de tecnología. La primera se activa y se desactiva con LB y, la segunda, con RB. Si bien son un interesante añadido jugable, cambiar entre ellas a veces puede marear, además de que podría haber un botón que desactive instantáneamente la que estemos utilizando.
Gracias a estas visiones, podremos entender mejor qué ha ocurrido en una habitación donde hay un cadáver apoyado sobre una bañera repleta de sangre, por ejemplo. En ocasiones, inclusive, serán fundamentales para la resolución de escasos rompecabezas, cuya dificultad es equivalente a la del videojuego en general: nula.
Los eventos rupturistas de esta entretenida historia se presentan cuando Daniel accede a los recuerdos de personas que han muerto, pero cuyo paso por el mundo de los vivos fue más que turbulento. Aquí, el título comienza a desarrollar un constante y eficaz terror de calidad, basado en estímulos sonoros y visuales que generalmente forman parte de la atmósfera, sin presencia alguna ni indicios de repentinos sustos. La estética cyberpunk le sienta de maravilla al presente videojuego, y su representación de cómo sería meterse en los recuerdos de un individuo es creíble; pero está planteada de manera muy aterradora. Además, estas memorables situaciones variarán drásticamente según la mente que estemos observando, con lo cual esta obra logra, bajo una misma fórmula, no generar la incómoda sensación de monotoneidad.
Los recuerdos de cada persona son importantes para que Daniel consiga resolver el misterio y para que el jugador mantenga su interés en la trama, siendo que todo desencadena en un gran giro argumental. Además, generalmente al finalizar estas secciones, el "sistema operativo" de Lazarski comenzará a fallar y deberemos administrarle sincrozina, una droga, para que se recupere; lo que habla de la trascendental importancia que los narcóticos poseen en esta realidad distópica.
Probablemente, lo mejor de Observer sean los recursos con los cuales desarrolla un terror que aumenta de forma progresiva, fuertemente apoyado en la atmósfera de un genial escenario para una propuesta de este estilo, y en su propia historia.
He de destacar, también, que a lo largo de la experiencia podremos ir eligiendo algunas respuestas en los diálogos, que tendrán incidencia para el desenlace del argumento.
Finalmente, me gustaría mencionar que el presente título viene traducido y subtitulado al español, y que necesitaremos unas seis horas para completarlo.

El aspecto técnico, como en todo juego de terror, es cuando menos fundamental. Observer se desempeña correctamente en este campo, logrando una genial atmósfera.
La ambientación se consigue con un motor gráfico capaz de obtener texturas muy nítidas, que se ven beneficiadas por un detallista diseño artístico de calidad, ya que el sitio donde se desarrolla la acción no es un simple decorado para presentar la historia; sino que forma parte de ella.
Verdaderamente, da miedo avanzar cuando se nos presenta un peligro inminente o, simplemente, una habitación oscura. La estética cyberpunk hace que muchos de los elementos del entorno se vuelvan más grotescos de lo que serían normalmente; y además, el mapa no resulta repetitivo en ningún momento de la experiencia, ya que conforme esta avanza, atravesaremos diferentes zonas.
El equipo desarrollador ha sabido medir muy bien los momentos de mayor terror y mezclarlos con otros de relativa tranquilidad, en pro, claro, de no agobiar al jugador. Ni siquiera hay secciones donde la oscuridad sea utilizada como un recurso artificial para incomodar a quien tiene el joystick; sino que ello, repito, se consigue gracias a la gran atmósfera y diseño artístico del decorado.
Sin embargo, el apartado sonoro, en mi opinión, es más regular. Los efectos de sonido a veces carecen de ese cuidado prácticamente obsesivo que precisan las obras de este estilo, y la banda sonora es inexistente. De todos modos, este es un rubro que no desentona en comparación al resto del conjunto y que colabora con la experiencia terrorífica de Observer, mejorándola.
Lamentablemente, lo peor del título que me encuentro analizando es su pésimo rendimiento. La tasa de frames es inestable, y con cada movimiento de cámara baja considerablemente. Además, en dos ocasiones tuve que reiniciarlo porque un bug me impedía avanzar en la experiencia. Por supuesto, no solo el título me daba miedo, sino también perder mi partida.

A modo de conclusión, Observer es un interesante videojuego de terror. Esperaba encontrarme con un compilado de sustos baratos, pero hallé un título que incomoda al jugador con una ambientación muy inmersiva, y que, además, ofrece una historia correctamente narrada.
Las mecánicas jugables funcionan para hacernos sentir que estamos encarnando a un detective y captar detalles que el entorno, a veces sutilmente, nos proporciona; pero la falta de originalidad de las mismas puede desalentar a los más experimentados del género.
El conjunto de Observer, excepto por su desastroso rendimiento, está bien conseguido; aunque Bloober Team todavía tiene muchísimo por mejorar. De todos modos, este es un título ideal para disfrutar de un Halloween con temática cyberpunk.

¡Feliz noche de brujas!