Mike Morhaime, cofundador de Blizzard, fundó Dreamhaven con altas expectativas, pero Wildgate no ha rendido bien
El nombre de Mike Morhaime es sinónimo de algunos de los mayores éxitos en la historia de los videojuegos. El cofundador de Blizzard Entertainment, artífice de sagas legendarias como World of Warcraft, Diablo u Overwatch, fundó en 2020 su propio estudio, Dreamhaven, con la intención de replicar la magia que lo convirtió en una de las figuras más influyentes de la industria. Sin embargo, su nueva aventura no está atravesando el camino que muchos esperaban, y la compañía atraviesa un momento delicado tras el lanzamiento de sus primeros proyectos.
En una carta enviada a sus empleados y compartida con Bloomberg, Morhaime reconoció que Dreamhaven ha vendido apenas 130.000 copias de Wildgate, un shooter multijugador publicado hace apenas un mes, a pesar de sumar un 84% de notas positivas, y 62.000 copias de Sunderfolk, estrenado en abril. Aunque ambos títulos recibieron críticas positivas, las cifras están por debajo de lo esperado, lo que ha obligado a replantear la estrategia del estudio. "Nuestros gastos mensuales superan los ingresos", escribió Morhaime, subrayando la necesidad de reducir costes de forma urgente para garantizar la supervivencia de la empresa.
Los nuevos estudios de veteranos de Blizzard no tienen buena suerte
Este tropiezo no es exclusivo de Dreamhaven. Otros estudios fundados por veteranos de Blizzard, como Frost Giant Studios con Stormgate, también han admitido que sus ventas están por debajo de las previsiones. El problema responde a un contexto más amplio: un mercado saturado de nuevos lanzamientos, la competencia feroz de los llamados juegos como servicio —como Fortnite o League of Legends— y un descenso en la inversión que había alcanzado cifras récord durante la pandemia.
La situación evidencia que incluso los nombres más reconocidos tienen dificultades para abrirse camino en un entorno donde el público dedica gran parte de su tiempo y dinero a comunidades ya consolidadas. A diferencia de esos títulos, que se renuevan constantemente con temporadas, eventos y objetos digitales, los estrenos más recientes carecen de esa fuerza gravitatoria que retiene a los jugadores noche tras noche. Como apuntó el propio Morhaime, "hacer juegos comercialmente exitosos siempre ha sido un reto; como creadores debemos adaptarnos al entorno y seguir escuchando a nuestras comunidades".
Por ahora, Dreamhaven ha rebajado el precio de Wildgate en Steam, con la esperanza de hacerlo más accesible y ampliar su base de jugadores. La compañía también busca nueva financiación para sostener sus operaciones mientras ajusta gastos, en lo que se perfila como un momento clave para definir el futuro del estudio. Pese a las dificultades, Morhaime insiste en que su compromiso con los videojuegos y con la comunidad que los rodea sigue intacto.
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