Es complicado estar al día de todos los productos canon del Universo Cinematográfico de Marvel. Ya no es que tengamos un buen puñado de películas a lo largo del año, es que desde hace ya un tiempo se han sumado las series de la plataforma Disney+. Si a eso le añadimos que hay muchas tramas secundarias que se basan en detalles mínimos de diálogos y escenarios, es natural sentirse perdido en el UCM.
Pero esta complejidad tiene una razón de ser. Cuando ciertas tramas abiertas unas cuantas películas en el pasado son seguidas y cerradas en el futuro, genera un sentimiento de satisfacción muy especial para los espectadores. Y precisamente acaba de suceder un ejemplo enorme de esta situación que tiene como protagonistas a Rocket de los Guardianes de la Galaxia y al brazo de Vibranium de Bucky Barnes, más conocido como Soldado de Invierno.
Todo empezó en la primera película de Guardianes de la Galaxia. En la cárcel espacial Klyn ocurre un motín provocado por Quill, Rocket, Drax, Gamora y Groot que tiene como objetivo escapar de la misma. En cierto punto, Rocket pide a los demás Guardianes una serie de objetos con los que supuestamente elaborará su plan. Pues a Star Lord le pide la pierna biónica de un prisionero, la cual consigue para que finalmente su compañero le cuente que era una broma y que no pensaba que fuera a hacerse con ella.
La obsesión de Rocket por las prótesis biónicas
Poco a poco vamos teniendo detalles de una supuesta obsesión de Rocket por las prótesis biónicas, ya que es él quien le da un ojo de repuesto a Thor, sin ir más lejos. Aunque al momento al que vamos en esta noticia es a esa pequeña interacción que tienen él y Bucky Barnes durante la Batalla de Wakanda en Infinity War. Tras encontrarse, Rocket le pregunta al ex Soldado de Invierno por cuánto le vendería su brazo robótico hecho de Vibranium, propuesta rechazada por Bucky.
Pues bien, hace unos días Marvel ha estrenado en Disney+ el especial de Navidad de Guardianes de la Galaxia. Se trata de un capítulo en el que los Guardianes quieren animar a Peter Quill con esa festividad tan propia de la Tierra como es la Navidad, llegando incluso a buscar a su ídolo Kevin Bacon. Pues, si estás dispuesto a leer unos pequeños spoilers del especial, el episodio termina con los Guardianes haciéndose regalos.
Casi el más especial de todos es el que le da Nébula a Rocket, que no es otra cosa que el brazo de Bucky. Rocket, emocionado, agradeció dicho regalo. No queda claro cómo lo consiguió Nébula, pero sí que sabemos que Bucky sigue teniéndolo en el avance de Thunderbolts, el próximo proyecto en el que estará Soldado de Invierno. Quizás se trata de una copia el que tiene Bucky en la próxima película, ya que se habla de que el que recibe Rocket es el original.
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