Análisis de Kinect Disneyland Adventures

Análisis de Kinect Disneyland Adventures
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Puede que muchos ya conocierais Disneyland, pero seguro que nunca lo habíais experimentado así. Llega Kinect Disneyland Adventures, un videojuego a medio camino entre una experiencia recreadora y de minijuegos especialmente orientada a los más pequeños de la casa. Para todos aquellos que querían visitar a Mickey Mouse y compañía, ahora podrán hacerlo con Kinect, en familia y sin hacer las maletas.

¿Quién no ha escuchado nunca hablar de Disneyland? El parque temático basado en el vasto universo de la popular factoría de animación recibe al año millones de visitantes, con muchos niños ansiosos por ver de primera mano a personajes como Mickey, Blancanieves o el capitán Garfio. Pero todavía quiere más visitas. Tal vez por ello la compañía del ratón parlante se haya decidido a lanzar un videojuego, uno que nos propone visitar el grandioso “resort” desde nuestras casas, con Kinect, ya sea para rememorar viejos tiempos o parar ir preparando a los más pequeños para cuando se pueda hacer el viaje real.

Esta es la propuesta que Frontier Developments (los también autores del destacado Kinectimals) nos plantean para este final de año. Un producto francamente apetecible, sobre todo para los más pequeños de la casa, y es que Kinect Disneyland Adventures realiza una recreación minuciosa del “resort” situado en Anaheim (California), a la vez que nos ofrece cantidad de minijuegos a superar, ya sea solos o en compañía de otro jugador.

Un título, por tanto, que también es muy familiar, el cual nos invita a iniciar nuestro fantástico viaje escogiendo sexo, tipo de cara, peinado y estilo de ropa. No hay muchas opciones de personalización (ni tan siquiera podremos usar nuestro avatar), aunque será suficiente para comenzar a caminar libremente -y sin barreras o colas que esperar- a lo largo y ancho de Disneyland, porque de eso es de lo que se trata...

Un día en Disneyland
La sensación de encontrarnos en la particular ciudad de Disney está ciertamente lograda, con niños y padres que pasean por nuestro lado mientras avanzamos gracias a la detección de movimiento de Kinect. Todo es tan fácil como llevar un brazo hacia adelante y moverlo hacia los lados cuando deseemos girar. Un control intuitivo, incluso para los más pequeños, que hasta tendrán marcada la senda a seguir para que no se pierdan.

Y no es para menos. Disneyland es muy grande, y aquí también, con lo que recorrer todos sus rincones llevará no sólo horas, sino días en una obra muy longeva. Una a la que, a la ingente cantidad de minijuegos, se añade la considerable cifra de más de 40 reconocidos protagonistas del mundo Disney. Unos personajes que tienen importancia por ser, además, los encargados de guiar nuestra exploración por el recinto, ya sea pidiéndonos favores del estilo de encontrar objetos perdidos, o realizar fotos de determinados puntos del escenario.

Sin embargo, una de las características más encantadoras del programa (y que despertará el interés de los jugadores de menor edad) reside en la posibilidad de poder interactuar con estas creaciones “Made in Disney”. Y con ello no nos referimos solamente a saludarlas, sino también a abrazarlas, a chocar la mano, a pedir un autógrafo, a bailar o incluso a hacernos fotos con ellas (realizando poses si queremos). Todo apoyado en Kinect, con el aliciente que supone el hecho de que cada uno de los personajes animados (Donald, Goofy, Bestia, Reina de Corazones...) posee una reacción distinta dependiendo de su personalidad. Resumiendo, un mundo de satisfacción y descubrimiento para los más pequeños.

La recreación de Disneyland es francamente espectacular. Hasta tendremos a míticos personajes, como Donald, que nos firmen autógrafos. Una gozada para los más pequeños.
La recreación de Disneyland es francamente espectacular. Hasta tendremos a míticos personajes, como Donald, que nos firmen autógrafos. Una gozada para los más pequeños.

Pero no podemos olvidarnos de la verdadera razón de ser de Disneyland: sus atracciones. Por supuesto, tendremos algunas que viviremos tal cual, en primera persona (como el mítico tiovivo de Dumbo), pero la gran mayoría de las atracciones han sido sustituidas por minijuegos, que aparte de variados, pueden llegar a resultar hasta divertidos.

Y eso a pesar de que haya una cierta reiteración en mecánicas como realizar posees, lanzar objetos o experimentar secuencias sobre raíles (del estilo de descender sobre una montaña sobre esquís o de navegar por una corriente de agua). La repetición es un problema, al igual que lo son unas pruebas -como el combate de espadas- que pueden llegar a cansar los músculos, y más los de los más pequeños. Un mayor equilibrio y acierto en el que significa el alma máter del juego habría sido de agradecer, amén de que la detección de movimientos por parte de Kinect tampoco es la más deseable.

En cualquier caso, aunque la precisión del periférico de Xbox 360 no sea sobresaliente, no se puede decir que Kinect Disneyland Adventures sea una creación desmerecedora de nuestra atención. El título es francamente duradero, permitiéndose la licencia de añadir acciones secundarias a nuestro progreso como comprar en tiendas. Gracias al dinero que vayamos ganando en las diferentes pruebas, podremos adquirir albumes, “souvenirs” y hasta disfraces (como el de Woody, de Toy Story).

Los minijuegos no gozan de excesiva profundidad, variedad o precisión. Sin embargo, poseen toda la magia Disney, y ese puede ser motivo suficiente para entretener a su público.
Los minijuegos no gozan de excesiva profundidad, variedad o precisión. Sin embargo, poseen toda la magia Disney, y ese puede ser motivo suficiente para entretener a su público.

Pero si hay algo que sorprenda con intensidad en la obra de Frontier Developments, ese es el extraordinario mimo con el que se ha levantado Disneyland en la consola de Microsoft. Así, no sólo gozamos de una representación fidedigna del parque, sino también de un cuidado inmenso en la elaboración de los personajes estrellas de la factoría norteamericana. A este respecto, el videojuego es una auténtica demostración de colorido y culto al detalle. Y lo cierto es que no podíamos esperar menos, sobre todo después de comprobar lo que la empresa de David Braben fue capaz de hacer con Kinectimals.

Únicamente hubiéramos deseado que determinados defectos, como el “clipping” (aparición y desaparición repentina de objetos del decorado), no hubiese estado tan presente. Entendemos que el público al que va dirigido podría pasar por alto este detalle, aunque no es conveniente dejar de hacer mención a ello, aparte de los ligeramente elevados tiempos de carga y excesivos altibajos en el “frame rate”.

Eso sí, de lo que no podemos quejarnos es de que el juego llegue correctamente traducido al español, algo por otro lado estrictamente necesario si queremos regalárselo a los más pequeños. Porque sí, hay muchas voces, diálogo hablado, además de textos que entender, para disfrutar de toda la magia que este lanzamiento depara a los más pequeños en el esperado día de reyes. Sin duda, un viaje muy llamativo al que solamente supera la verdadera experiencia de estar en Disneyland en persona.

Interesante

Sin sello

Kinect Disneyland Adventures

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Recrear un parque de atracciones archiconocido y además hacerlo planteando una nueva experiencia con el poder de un dispositivo tan avanzado como Kinect. Sólo el sector del videojuego puede hacer algo así, y Frontier Developments (creadores de Kinectimals) lo logra con un título que encantará a los más pequeños de la casa. Sus atracciones, con forma de minijuegos algo repetitivos, no podrán nunca superar a los del mundo real, pero al menos nutren una visita muy entrañable (por sus maravillosos personajes), familiar (por su cooperativo) y, sobre todo, mágica (porque simplemente es de Disney). Sin duda, uno de esos videojuegos que no deben faltar en el trineo de Papá Noel.

Comprar Kinect Disneyland Adventures
Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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