Las fichas de Lego han tomado las jugueterías, potenciado nuestra creatividad y representado algunas licencias como Batman o Indiana Jones en videojuegos tan divertidos como carismáticos. ¿Qué les quedaba a las populares fichas danesas? Efectivamente, protagonizar su propio GTA, uno exclusivo para Wii U que se presenta como uno de los grandes lanzamientos de la máquina para este 2013. ¿Habrá conseguido su fin? Nos metemos dentro de la ciudad en miniatura de Lego City Undercover para contártelo.
La llegada del autoproclamado como "GTA de Wii U" era especialmente esperada por los seguidores de Nintendo. No sólo se trata de una de las mayores exclusivas que recibe la plataforma hasta la fecha, sino que también supone un nuevo capítulo en la particular historia de éxitos dentro de Traveller's Tales. Con esta creación, los desarrolladores británicos alcanzan un nuevo nivel, uno que es posible gracias a la experiencia obtenida en proyectos anteriores, con las brillantes adaptaciones de licencias como Indiana Jones, Batman o El Señor de los Anillos al maravilloso mundo de las fichas de colores.
El presente videojuego, exclusivo para la nueva consola de sobremesa de Nintendo, va un paso más allá de todo lo conocido. Lego City Undercover es una evolución, un salto que al tiempo que mantiene el estilo de acción y aventuras clásico en la franquicia, se rodea de un espíritu "sandbox" tan divertido como desenfadado. Y no es algo que surja de la nada. Tiene hasta una base, la de la serie de juguetes Lego City que allá por los años 80 empezó a llamar la atención de los ojos con menor edad.
Ahora, más de dos décadas después, podemos ver sus construcciones, incluidos servicios de bomberos, policía, trenes y un largo etcétera, dentro de una ciudad interactiva exclusiva para Wii U. Disponible tanto en formato físico como digital, los 16 gigas que ocupa el videojuego en nuestra consola ya dicen mucho y muy bueno sobre lo grande que es esta nueva producción, seguramente la más ambiciosa de la saga Lego, aparte de la más completa en términos tanto jugables como de duración. Nintendo necesitaba algo así, un lanzamiento ideal para la Semana Santa que se aproxima. A partir del 27 de marzo, existe una razón muy potente para engancharnos a un GamePad que había escaseado de planteamientos durante las últimas semanas.
Policías y ladrones - Guión y concepto
Combinando las mecánicas tradicionales con un diseño de niveles puramente Lego, obtenemos un título que, al contrario que otros lanzamientos dentro de TT Games (siempre basados en propiedades intelectuales), posee un guión completamente original. Este nos pone en una ciudad levantada sobre fichas en el papel de Chase McCain, un estereotipo del policía peliculero de los años 80. Atractivo, chistoso, al tiempo que amante de la acción, su misión es tan importante como difícil: infiltrarse en la banda de criminales de la ciudad para atrapar a su archienemigo Rex Fury.
Un planteamiento para nada profundo. Tampoco pretende serlo. De hecho, uno de los aspectos que más nos gustan es que el juego no se toma a sí mismo en serio, parodiando las mil y una situaciones que ya hemos visto en otras formas de entretenimiento. No faltan a la cita el típico acompañante patoso, el jefe de policía que no se entera de nada, el amor imposible o la inestimable secretaria sexy. Todo dentro de un conjunto muy disparatado en el que sin embargo todo cobra sentido. Esto es un juego de Lego. No podía haber sido de otra forma.
Lego City Undercover es por tanto un producto muy fácil de digerir desde el plano argumental, plenamente disfrutable por el continuo humor que desborda. Dividido en capítulos, está plagado de intros que sirven para ayudarnos a comprender el guión, uno que hace continuas referencias a GTA, si no fuera porque aquí la sangre se sustituye por bromas, al tiempo que realiza guiños sobre elementos de la cultura popular, desde Matrix a videojuegos como Super Mario. Los detalles abundan, el cachondeo también, convirtiéndose ambos en características que hacen grande a la aventura.
Una ciudad levantada pieza por pieza - Concepto Sandbox
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta producción consiste en contemplar cómo una desarrolladora del estilo de TT Fusion (hasta ahora sólo implicada en proyectos de Lego para portátil) ha conseguido cuajar un videojuego tan sólido. Nos referimos sobre todo al hecho de materializar un mundo abierto con tanto sentido dentro del universo de las piezas danesas. Es un "sandbox" al estilo GTA, pero con transeúntes, vehículos y entornos montados a base de fichas. La experiencia de participar en este mundo en miniatura es única, y más si consideramos el carácter tan vivo con que se ha dotado a la ciudad.
Coches circulando, tranvías desfilando, gente pululando por las calles... y una sensación de libertad intensa. No tendremos todo disponible desde el principio, pero poco a poco veremos cómo las fronteras se derriban para dejarnos descubrir las grandes extensiones de terreno disponibles. Eso sí, hay ciertos límites en esta concepción "open world", y es que el ciclo día-noche no existe como tal (cambia de forma preestablecida con las misiones). El sistema de tareas no está tampoco planteado de una manera tradicional, con un mapa repleto de eventos. En su lugar, el juego está dividido en niveles -muchas veces en escenarios aparte- que debemos superar para avanzar.
Es decir, un planteamiento a medio camino entre el estilo GTA y la esencia de las producciones de Lego. Hay cantidad de cosas que hacer en la ciudad, como conducir hasta 100 tipos de vehículos, tanto de emergencia como deportivos, pesados, compactos e industriales. Coches de policía, ambulancias, motocicletas, limusinas, tráileres y autobuses, entre otros, están a nuestra disposición para que comprobemos también que la experiencia de conducción se redefine dependiendo del volante que sujetemos. Conducir libremente y perdernos o hacer el loco (aunque sea esta vez desde la perspectiva de un policía) es uno de los rasgos más satisfactorios en Lego City Undercover.
Más allá del deber - Qué hacer en Lego City
Pero como habréis intuido, nadie nos perseguirá, somos policías. No existe un sistema de notoriedad. Más bien, se nos premia por derribar papeleras, farolas, estancos y demás mobiliario urbano. A pesar de que las misiones estén dadas por la trama, el título nos propone cantidad de acciones secundarias, como coleccionar fichas y bloques de colores para llevar a cabo superconstrucciones en los espacios prefijados. A cambio de lo que hayamos recolectado podremos levantar depósitos de vehículos, estaciones de ferry, teleféricos o puentes que nos lleven a nuevas zonas. Los secretos no son pocos.
Es más, hay cantidad de minijuegos escondidos, desde los más simples (como encestar un balón mediante la presión de un botón en el momento exacto) hasta los más complejos (como una especie de puzle que hace uso de la tecnología giroscópica del GamePad). Tampoco podemos olvidarnos de que tenemos un número muy elevado de personajes desbloqueables, de que las misiones se pueden repetir tantas veces como queramos -por si nos dejamos algo- y de que Lego City es tan grande que podremos perdernos tanto en sus partes más urbanas como rurales.
Precisamente, es fácil deleitarse con la cantidad de detalles presentes en la urbe, desde una plaza que recuerda poderosamente a la de Times Square hasta una prisión en una isla que parece un guiño a la de Alcatraz. Elementos icónicos como el puente de San Francisco o el barrio chino no pasarán desapercibidos, como tampoco lo hará el aeropuerto (semejante al JFK de Nueva York). En definitiva, pasearse por la ciudad creada por TT Fusion es una auténtica gozada, ya lo hagamos a pie, en coche, tren... para que nuestro policía no sienta envidia por lo visto en juegos como GTA IV.
Preparado para la acción - Las misiones
Tal vez la parte menos "sandbox" de Lego City Undercover sean las misiones. El videojuego se encuentra dividido en capítulos, en los cuales tenemos completa libertad para movernos por el entorno... excepto cuando llegan las misiones especiales. En este instante, la acción cambia y se nos traslada a una localización específica, ya se trate de un banco, una mina o la azotea de un edificio. Sea como fuere, se trata de niveles específicos, muy cercanos en su concepción a los vistos en otros juegos de la licencia.
Siguen siendo largos e interesantes, ofreciendo una combinación entre dinámicas plataformeras y de acción. Saltar con un mínimo de precisión y acabar con nuestros enemigos es importante para avanzar en estas secciones no carentes de puzles. Eso sí, no os esperéis una gran dificultad. Todo está muy en la línea de lo experimentado en otros juegos de Lego, así que nos encontramos ante algo asequible, pero que aún así resulta interesante. Por ejemplo, en estas partes podremos sacar provecho de una de las características más notables del videojuego: la oportunidad de disfrazarnos.
Un ladrón capaz de forzar puertas, un minero con la habilidad de destrozar bloques de piedra, o bien mantener nuestra identidad de policía para lanzar un gancho y alcanzar lugares elevados. Las posibilidades son muchas. Es cierto que falla la descarga de adrenalina, sobre todo en el sistema combativo, no excesivamente profundo a pesar de que podamos atacar, contraatacar y hasta lanzar a unos enemigos contra otros. No obstante, las acciones de McCaine no son pocas. Puede saltar, trepar, rebotar en paredes... y adicionalmente experimentará situaciones especiales en formas de caídas libres o persecuciones locas en plena autopista. Algo que mejora levemente el resultado final, el de unas misiones que rompen con el concepto de mundo abierto, pero que tampoco están de más.
Aprovechando Wii U - Tecnología
Otro de los aspectos más relevantes de Lego City Undercover tenía que ver con el aprovechamiento de las posibilidades únicas de Wii U. A este respecto, consideremos que el GamePad toma un papel correcto, sin hacerse protagonista, pero aún así muy útil. Básicamente, sirve para consultar el mapa de la ciudad y marcar rutas (funcionando de este modo como una especie de GPS). Al mismo tiempo, lo podemos utilizar para aceptar videollamadas, viéndolas y escuchándolas desde la pantalla táctil, algo que libera de elementos adicionales al marco de nuestro televisor. Otras funciones destacables tienen que ver con las características giroscópicas del controlador. Es posible usar un escáner de delincuentes y de voz moviendo el GamePad en el aire.
Sin embargo, hay otros aspectos de la máquina de Nintendo que no se han aprovechado tanto. El más importante es que no se soporta la función "off-screen" en el mando; otro de especial relevancia es que no existe una gran integración con Miiverse, echándose de menos algún tipo de opción que fusione el juego con la comunidad. Del mismo modo, el apartado online es inexistente, siendo en este caso una modalidad que hubiese encajado perfectamente dentro del conjunto. Al mismo tiempo, un cooperativo no habría estado de más, aunque fuese solamente en las misiones.
En resumen, no se puede decir que nos hallemos ante un producto que escasee en contenido, pero sí mejorable desde el punto de vista jugable. También en el tecnológico, y es que aunque el motor del juego sea una proeza para sus creadores, los ingleses de TT Fusion, lo cierto que los tiempos de carga pertenecientes a los cambios de capítulo o al acceso a misiones especiales lleva demasiado tiempo, entre 30 y 60 segundos. Al menos, la fluidez del juego en global es exquisita, y las distintas partes de la ciudad se cargan en tiempo real sin tirones ni apariciones repentinas (el temido "popping", bastante bien disimuladas), gracias a la más que respetable distancia de dibujado.
Un mundo abierto en miniatura - Gráficos
En otras palabras, el potencial de Wii U está convenientemente aprovechado en un videojuego que mueve cantidad de objetos de forma simultánea, con un efecto de difuminado al fondo ("blur") que sienta estupendamente al conjunto visual. Uno que es compacto, sólido y efectivo al apostar por una gama de colores muy viva y variada. Las fichas de Lego requerían algo así, un ambiente con mucha gracia que mantiene una extraordinaria fidelidad con respecto a los juguetes de la marca aquí representados como unidad urbanística.
Y lo mejor de todo es que esta ciudad en miniatura es completamente interactiva, hasta tal punto de que puede llegar a sorprender. Gran parte de los elementos del escenario se pueden romper: árboles, farolas, papeleras, vallas... Esto es más importante de lo que parece, ya que crea una intensa sensación de interacción con el mundo que nos rodea, algo que se ve favorecido por el hecho de que adicionalmente es posible acceder a algunos edificios.
Sintetizando, un trabajo cuidado y pormenorizado que se completa con la alta variedad de animaciones aplicadas sobre los muñecos de Lego, hasta en el aspecto facial. Todo sin alejarse de la estética propia de la licencia, con pequeñas muecas y cambios de expresión que sin embargo nos dicen mucho sobre ellos. El mimo y gusto invertidos consiguen retransmitir un humor incondicional, realmente complicado de conseguir, que destaca por ser atractivo tanto para niños como para adultos. Al éxito de la fórmula contribuye de forma definitiva el excelente doblaje al español, con unas actuaciones que son de lo mejor del juego y cantidad de bromas adaptadas a la jerga española en la versión de nuestro país en particular.
El GTA de Lego - Conclusión
Lego City Undercover nos ha sorprendido. Es lo prometido, el particular GTA de Lego exclusivo para Wii U, un videojuego de grandes proporciones que combina el diseño de niveles de anteriores producciones dentro de la licencia con un concepto "sandbox" atractivo (y diríamos que hasta ambicioso en su concepción). Tal vez el ritmo aplicado, con misiones de historia que nos hacen viajar a escenarios apartados del concepto de mundo abierto, no sea el más convincente, pero en líneas generales nos encontramos ante un producto de enorme calidad y con una tremenda duración.
Completar el juego de principio a fin sin pararnos demasiado lleva unas 20 horas, pero debido a su descomunal cantidad de coleccionables y secretos, es difícil que algún jugador no llegue a pasar más del doble de tiempo con el título. Por ello, por su valentía y respetables valores de producción, así como inteligente humor, esta nueva entrada dentro de la saga se convierte en la mejor diseñada hasta la fecha por Traveller's Tales.
El sistema combativo puede que no sea el más profundo, los niveles permanecen muy fieles a la fórmula jugable Lego y en esta ocasión se han olvidado de una vertiente cooperativa, pero se trata de detalles que se ven compensados por el esfuerzo realizado por traer hasta nuestras Wii U una obra enorme, la cual sinceramente nunca hubiésemos esperado. No nos cabe ninguna duda. Lego City Undercover no sólo es el título más cachondo de la serie, sino además el Lego más contundente y completo de todos. TT Fusion ha puesto el listón muy alto, aunque esperamos que puedan seguir superándose en el futuro.
Los desarrolladores británicos de TT Fusion consiguen el mejor videojuego de Lego hasta la fecha, un sandbox basado en las populares piezas danesas que combinan la jugabilidad clásica de la franquicia con un espíritu de mundo abierto repleto de posibilidades. Todo manteniendo el humor clásico de la serie, un diseño visual colorido e introduciendo un correcto aprovechamiento del GamePad. La ausencia de una vertiente cooperativa, ciertos problemas técnicos relacionados con tiempos de carga o la escasez de dificultad son aspectos mejorables, pero que sin embargo no lastran la más completa y divertida experiencia Lego que hemos tenido hasta la fecha. Una gran noticia para los poseedores de Wii U.
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