Análisis de Puppeteer. El héroe sin cabeza

Análisis de Puppeteer. El héroe sin cabeza
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Kutaro tiene un problema, o mejor dicho dos… Ha perdido la cabeza y encima ha sido transformado en marioneta. Ahora es la estrella de una obra teatral convertida por SCE Japan Studio en videojuego. Uno muy original donde nos tocará saltar y acabar con nuestros enemigos dentro de un espectáculo plataformero repleto de focos, personajes y telones. ¿Te apetece una entrada para Puppeteer?

Los desarrolladores de SCE Japan Studio llevan una carrera imparable en lo que se refiere a creatividad y acierto a la hora de ofrecer diversión. Desde LocoRoco, pasando por Echochrome, y terminando con colaboraciones al estilo de Gravity Rush o Tokyo Jungle, el estudio nipón se está labrando una merecidísima reputación, la cual viene a subrayar con otra innovadora creación exclusiva para PlayStation 3, y que ha contado con la participación de nombres como Patrick Doyle (reconocido compositor).

Nos referimos a Puppeteer, un plataformas de extravagante título que con un simple vistazo nos podría parecer el momento en que la magia de Tim Burton se combinó con la esencia jugable LittleBigPlanet. Pero esta definición no sería exacta para describir el siniestro cuento de hadas que los nipones pretenden contarnos en el interior de este disco que, aunque pudiera parecerlo, no se corresponde con un desarrollo "indie".

Y eso que su original planteamiento invita a pensar lo contrario, con un concepto jugable plataformero que arranca con la idea de meternos dentro de una obra teatral. Nuestro es el papel de Kutaro, un niño que es convertido en marioneta y pierde la cabeza. Un trágico destino que podremos mejorar, tomando prestadas diversas cabezas de madera para devolver todo a la normalidad al tiempo que le ayudamos a retomar el camino a casa. Un viaje de retorno donde no faltarán malvados villanos, grandes peligros y poderosos aliados.

¡Rodarán cabezas!

Uno de los rasgos más característicos y sorprendentes de Puppeteer es que todo discurre dentro de un escenario teatral cambiante, en el que personajes y escenarios van alternándose gracias a la magia del arte digital. El videojuego se convierte así en un devenir de situaciones bajo la lógica de un teatro, con un narrador que nos ayuda a comprender lo que ocurre mientras el público aplaude, se ríe y muestra admiración sobre cada una de las acciones que realizamos.

Podemos avanzar y saltar como en cualquier otro plataformas, dentro de una progresión en "scroll" lateral clásico. Pero aquí se acaban las semejanzas. En un intento por salirse de los convencionalismos, SCE Japan Studio nos da unas tijeras no sólo para defendernos, sino también para propulsarnos por los caminos de papel creados a través del decorado. Así nuestro instrumento principal de ataque se convierte también en una herramienta de movilidad imprescindible.

No es lo único que aprenderemos. La obra destaca porque con cada acto ganamos acceso a nuevas habilidades, que van desde generar escudos protectores hasta lanzar bombas. Todo tiene una finalidad en la aventura, que arranca lentamente (con unos primeros compases sin ritmo), pero que poco a poco gana complejidad y dinamismo. Una curva "in crescendo" que nos hace aprender y usar nuevas características de forma paulatina, algo que coincide con la dificultad, que afortunadamente se incrementa conforme avanzan las horas de juego.

Nuestro personaje partirá sin cabeza, aunque podrá encontrar muchos sustitutos durante la aventura. ¿Para qué servirán? La experimentación nos dará la respuesta.
Nuestro personaje partirá sin cabeza, aunque podrá encontrar muchos sustitutos durante la aventura. ¿Para qué servirán? La experimentación nos dará la respuesta.

Puede que Puppeteer yerre en ciertos aspectos. El videojuego no se hace interesante hasta transcurridas algunas escenas, y el peso de la historia no hace más que cortar el ritmo plataformero. El reto tampoco está tan equilibrado como nos hubiese gustado, y el uso de las múltiples cabezas que nos encontraremos (más de 100) se limita a acceder a alguna que otra fase de bonus, cuando lo cierto es que esperábamos mucho más de ellas.

El concepto jugable podría haber dado más de sí, aunque tampoco deberíamos quejarnos en exceso. El título dura en torno a las 8-10 horas, cifra más que respetable si nos ceñimos a que estamos ante un videojuego de plataformas. Aparte, si nos dedicamos a liberar los espíritus de los niños secuestrados por el villano del juego la duración se alarga considerablemente. La rejugabilidad por tanto es potente, con la oportunidad adicional de desbloquear historias narradas a viva voz, pequeños cuentos que nos ayudarán a sumergirnos aún más en la magia de esta obra tan teatral.

Otro punto de interés lo tenemos en que gozamos de la oportunidad de manejar a una especie de hada (para buscar secretos en el decorado) a través del stick analógico derecho. Eso, o dedicar esta opción a un segundo usuario, disfrutando así de la vertiente cooperativa del videojuego, ya sea a través de un controlador adicional o del PlayStation Move. No aporta mucho a nuestro acompañante, con un grado de interacción bastante más limitado, pero como añadido es bienvenido.

Tendremos muchos saltos, pero aún más tijeras, las que usaremos para derrotar a enemigos y movernos a través del escenario desafiando a la gravedad.
Tendremos muchos saltos, pero aún más tijeras, las que usaremos para derrotar a enemigos y movernos a través del escenario desafiando a la gravedad.

Por su extravagante jugabilidad plataformera, que retoma conceptos clásicos y los adapta a una siniestra obra teatral, podría decirse que Puppeteer supone toda una reinvención dentro del género, una versión libre a medio camino entre el estilo burtoniano y las aventuras de Sackboy. Y buena parte de este resultado se lo debemos al apartado gráfico, con una estética donde los escenarios parecen de cartón, completamente planos, pero aún así dotados de mucha profundidad.

El trabajo artístico es no sólo importante, sino repleto de talento, con personajes carismáticos y jefes finales gigantescos. El entorno es fantástico al mismo tiempo que espeluznante, con luz y oscuridad conviviendo en el mismo plano teatral. Porque este videojuego no es más que una obra de teatro hecha videojuego, con focos que nos iluminan, interludios y telones que se corren al terminar cada escena. Es un espectáculo como pocos habremos visto, un experimento visual que se hace igualmente variado en cada fase, a cada escenario que recorremos.

Y lo mejor de todo es que está completamente doblado al español, siendo esto especialmente importante debido a la cantidad de narración presente. La calidad del audio -sobre todo comparándola con respecto a la versión original- es absolutamente sensacional, calificativo que se podría aplicar también a la banda sonora, ejecutada por Patrick Doyle (más conocido por ser el autor de la música en Brave). Sin duda, un gran conjunto jugable y audiovisual nutrido de originalidad. Una obra de teatro muy plataformera con entrada exclusiva para los usuarios de PlayStation 3.

Excelente

Recomendado
El héroe sin cabeza

Puppeteer

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Los desarrolladores de SCE Japan Studio ratifican su excelente estado de forma con Puppeteer, un original videojuego de plataformas que nos ofrece su particular interpretación sobre las reglas fundamentales del género. Saltos y uso de gran variedad de habilidades en un escenario teatral cambiante, ingenioso y con una duración elevada. La obra tarda en arrancar, y también en ganar dificultad, pero su concepto es tan innovador que bien merece la pena adquirir una entrada para jugar en este particular teatro plataformero sólo disponible para el público de PlayStation 3.

Comprar Puppeteer
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.