Análisis de Sacred 3. Tras el dominio del rol, llega la acción

Análisis de Sacred 3. Tras el dominio del rol, llega la acción
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Con menos roleo y bastante más acción de la que presentaban sus antecesores, Sacred está de vuelta con un buen hack 'n' slash que brilla sobre todo en su faceta cooperativa. Intenso, muy frenético en su acción y bastante adictivo, ¿volverás a tomar parte en la defensa de Ancaria?

Que quede claro desde el principio. Sacred 3 poco o nada tiene que ver con aquella gran aventura de acción y rol nacida hace una década que fue capaz de plantar cara al mismísimo Diablo II. Y es una pena, dado el gran aprecio que sentimos por la obra del ya desaparecido equipo de Ascaron. Pero esto no significa, sin embargo, que esta secuela tan atípica que hoy analizamos sea un mal videojuego. Al contrario. Bajo la apariencia de un frenético hack 'n' slash lo nuevo de Deep Silver cumple con nota.

Y lo consigue gracias a lo intenso y espectacular de sus batallas, que nos harán enfrentarnos a decenas de enemigos en una amplia variedad de escenarios dentro del ya conocido mundo de Ancaria, amenazado en esta ocasión por el malvado Emperador Zane. Así que dejando a un lado lo acertado o no de cambiar de forma tan notoria la esencia jugable del Sacred original, que obviamente da para un interesante debate, lo único que os podemos decir es que esta obra de Keen Games divierte lo suyo, en parte también gracias a lo potente de su multijugador cooperativo para 4 jugadores.

¡Salvemos Ancaria!

Ambientado cerca de mil años después de los sucesos acontecidos en el título original, el mundo que nos presenta Sacred 3 es tan caótico y belicoso como cabría esperar de un videojuego en el que nuestra única preocupación será la de aniquilar a todos los enemigos que se crucen en nuestro camino, apoyándonos para ello en las habilidades de los cuatro héroes a nuestra disposición.

En este caso: la paladín Serafín, diestra en el uso de espadas y ágil en el dominio de ciertas dotes mágicas; el guerrero Safiri, que resistirá como nadie el daño mientras lo provoca también con sus armas a dos manos; la interesante lancera Ancariana, que mantendrá a raya a los enemigos con veloces golpes de lanza; y por último el arquero Khukuri, que como su propio rol indica se dedicará a atacar a las tropas del Ejército Ceniciento desde la distancia.

Cada una de estas clases, ya lo veis, presenta sus propias particularidades tanto en agilidad, como resistencia a los golpes, capacidad para provocar daño, etc.; aunque en el fondo las diferencias tampoco son tan grandes como para modificar nuestra forma de afrontar la acción. Lo que está motivado por un sistema de combate que resulta tan simple en opciones como sorprendentemente divertido gracias a lo intenso y caótico de las escaramuzas en las que nos veremos inmersos durante nuestro viaje por Ancaria.

El nuevo mundo de Ancaria nos llevará a recorrer una quincena de misiones principales, separadas entre sí, más aparte un buen puñado de aventuras secundarias.
El nuevo mundo de Ancaria nos llevará a recorrer una quincena de misiones principales, separadas entre sí, más aparte un buen puñado de aventuras secundarias.

Un mundo en el que prácticamente no tendremos ni un minuto de respiro dada la agresividad con la que nos asaltarán los enemigos, a los que tendremos que repeler haciendo uso de las opciones habituales en el género: golpes básicos que podremos encadenar para provocar más daño, movimientos de esquiva y bloqueo, ataques poderosos para romper la defensa de los rivales –o noquearles para evitar que usen sus mejores armas-, agarres… y también dos habilidades especiales propias de cada clase que tendremos que activar al inicio de la partida.

Nada especialmente complejo, insistimos, aunque sí muy divertido por el emocionante desarrollo de la acción que plantea esta obra de Keen Games, en la que tan pronto podremos estar combatiendo contra decenas de esbirros en una zona más o menos tranquila, a hacerlo rodeados de trampas mortales, con una lluvia de fuego sobre nuestras cabezas, o teniendo frente a frente a peligrosísimos soldados de élite que al menor descuido acabarán con nuestra vida. Y eso sin mencionar a los poderosos jefazos de final de fase con los que nos toparemos. Simplemente espectaculares.

Así que sin ser un juego especialmente variado en los objetivos que plantea, tal es el caos y el frenetismo con el que se desarrollan las batallas que resulta difícil no pasarlo bien con Sacred 3. ¡Aunque seamos de los que esperábamos una aventura rolera como la original! Y esto dice mucho en favor del trabajo llevado a cabo por sus diseñadores, que sin embargo sí nos han decepcionado en lo que se refiere a las opciones de personalización de nuestros héroes, bastante pobres para lo que esperábamos de un título que se hace llamar Sacred.

Nuestras habilidades especiales consumen unos puntos de energía que repondremos con orbes de luz, combatiendo o realizando acciones concretas tras algunas mejoras de nivel.
Nuestras habilidades especiales consumen unos puntos de energía que repondremos con orbes de luz, combatiendo o realizando acciones concretas tras algunas mejoras de nivel.

Mucha acción, poco roleo

El equipamiento de batalla es extremadamente escaso y presenta pocas diferencias entre sí, lo que agrava todavía más el hecho de que no podamos saquear nuevas armas y equipo defensivo de los cadáveres de nuestros enemigos, como es habitual en cualquier juego de acción y rol. Para más inri, los tan cacareados Espíritus de Armas, que son seres ancestrales a los que podemos recurrir para mejorar ciertos atributos de nuestro héroe como por ejemplo su capacidad para ejecutar golpes críticos, tampoco aportan gran cosa a la partida. Dará lo mismo que usemos unos u otros porque las diferencias son mínimas; y ni aun con sus respectivas mejoras de nivel, no suponen un añadido de peso dentro de la acción de Sacred 3.

Los héroes, por el contrario, cuentan con una serie de habilidades especiales realmente atractivas tanto por usos como estéticamente hablando, aunque también en este caso hemos echado en falta un mayor número de estas. O por lo menos que a la hora de potenciar sus efectos combativos contáramos con muchas más opciones de las que nos ofrece Keen Games, que creemos ha simplificado en exceso la vertiente rolera de este hack ‘n’ slash. Que sí, lo importante es la acción y en este punto Sacred 3 funciona realmente bien; pero a la larga esta escasez de opciones tiene efectos en el propio desarrollo de la acción, haciendo que la partida se torne un tanto monótona.

Hay trampas mortales de por medio, zonas en las que nos tocará correr para esquivar bolas de fuego o lo que quiera que caiga del cielo, e incluso momentos en los que tendremos que resistir estoicamente las acometidas enemigas mientras nos dedicamos a activar ciertos mecanismos dispersos por los escenarios de juego. Pero no es suficiente. O no al menos tal y como esperábamos, ya que tardaremos poco en comprobar cómo se repiten con demasiada frecuencia las mismas situaciones de juego; por no mencionar que los enfrentamientos contra los enemigos, bastante divertidos por su loca intensidad, tampoco ofrecen esa ansiada variedad de acción debido a que no son muchas las clases de rivales a los que batirnos. Cambia su estética, claro que sí, pero en el fondo nos toparemos una y otra vez con los mismos.

Algo a lo que tampoco ayuda lo más mínimo la excesiva linealidad que presentan los escenarios por los que nos moveremos, en los que se ha eliminado prácticamente cualquier atisbo de exploración. Así que si pensabais recorrer Ancaria como antaño, a través de extensos parajes naturales, id quitándoos esa idea de la cabeza porque Sacred 3 ofrece justo lo contrario. Niveles independientes entre sí, con su propio jefazo al final de la fase, en los que se os llevará de la mano de principio a fin. Y sí, hay algún que otro camino secundario que os permitirá aumentar vuestra cantidad de oro y experiencia; pero nada especialmente llamativo que os vaya a hacer cambiar de idea.

El sistema de progresión de habilidades ofrece pocas alternativas a la hora de mejorar a nuestros héroes. No hay demasiadas opciones.
El sistema de progresión de habilidades ofrece pocas alternativas a la hora de mejorar a nuestros héroes. No hay demasiadas opciones.

Dicho lo cual, aparte de la quincena de misiones principales que tendremos que superar para completar el modo historia, también se incluyen un montón de fases adicionales en las que tendremos que aniquilar a los enemigos en reducidas arenas de combate con un único fin: obtener esos preciados ítems que en más de una ocasión nos salvarán la vida en los momentos de mayor dificultad. Hablamos por ejemplo de pociones, tótems curativos, centinelas que dispararán a los enemigos, e incluso bombas. ¿El problema? Que si bien es verdad estas misiones divierten lo suyo, no habría estado de más incluir algo más de variedad en los objetivos que plantean. En este caso tan solo dos: sobrevivir a cinco oleadas de enemigos, o acabar con todos los rivales de un escenario no muy extenso. ¿Veis? Básicamente lo mismo.

Aunque esto poco importa cuando afrontas la acción en compañía de tres amigos más gracias al potente multijugador cooperativo que incluye Sacred 3, que nos hará disfrutar de los mejores momentos de este hack ‘n’ slash. Combinar las habilidades de cuatro héroes distintos es tan espectacular como divertido. Más si cabe cuando se afronta la acción en el nivel más alto de dificultad –que se desbloqueará al completar el modo historia por primera vez-, siendo imprescindible cooperar con los aliados para sobrevivir. En este sentido el uso de objetos y, sobre todo, las Plegarias de Combate de cada héroe, que son un ataque especial destinado solo al cooperativo, será esencial para alcanzar el éxito. Y eso nos encanta.

También agradecemos la facilidad con la que podemos unirnos a las partidas en curso a través de Internet, seleccionándolas de entre una lista de sesiones de juego basadas en la dificultad de la partida y el nivel de habilidad de los héroes que la protagonizan, o la opción de hacerlo igualmente en local.

Épica Fantasía

Si hablamos del apartado audiovisual de Sacred 3, el juego de Keen Games raya a un gran nivel. La variedad de localizaciones es espectacular, aunque poco original a nivel de ambientación, y destaca sobre todo por el nivel de detalle alcanzado en todos estos entornos. Además, artísticamente hablando el juego presenta un acabado notable, con un buen diseño de escenarios y enemigos. Especial mención, como señalábamos anteriormente, a los peligrosos jefazos de final de fase. Las animaciones de combate de nuestros héroes, así como la ejecución de sus habilidades especiales, también son muy llamativas.

Algunos enfrentamientos contra los jefazos de final de fase son realmente espectaculares. ¡Busca cobijo si no quieres morir abrasado!
Algunos enfrentamientos contra los jefazos de final de fase son realmente espectaculares. ¡Busca cobijo si no quieres morir abrasado!

Centrados en las particularidades de cada versión del juego, conviene destacar que Sacred 3 responde bastante bien tanto si usamos un mando como si apostamos por el combo teclado y ratón en PC; pero si no nos convence ninguna de estas alternativas podemos configurar libremente la disposición de los botones –o teclas-, para adaptarla a nuestro gusto. Lo que pasa es que creemos que el juego para compatibles está también algo limitado en opciones, en el sentido de que la resolución de pantalla no alcanza, por ejemplo, los 1080p; y tampoco son muchos los parámetros configurables en las opciones de vídeo. Nada grave, teniendo en cuenta que el juego funciona bastante bien en equipos de gama media, pero sí un aspecto que Keen Games debería haber cuidado mucho más.

La banda sonora, por otro lado, presenta un tono épico que nos ha encantado porque casa perfectamente con la intensidad y frenetismo de la acción. La variedad de melodías es encomiable, con más de media hora de música orquestada, y la contundencia de los efectos sonoros marca un gran tanto a favor de este hack ‘n’ slash. La pega es que al no estar doblado al castellano, pero sí traducido, durante el desarrollo de los combates puede hacerse algo difícil seguir los diálogos entre nuestros héroes y los enemigos.

Aunque tampoco pasa nada si no prestamos atención a estas charlas, ya que a nivel argumental Sacred 3 es bastante flojete. Más que nada porque la historia es muy poco original, el humor que inserta a veces con calzador no casa con el tono épico que desprenden las batallas, y tampoco es que el devenir de Ancaria nos resulte especialmente importante. Lo que debería ser al contrario. Pero es eso. No estamos ante el Sacred que conocíamos. Es otra cosa. Divertida, pero sin ser lo mismo.

En definitiva, Sacred 3 cuenta con los suficientes puntos positivos como para satisfacer al más pintado, pero también deja con la sensación de que su apuesta jugable tan centrada en la acción daba para un poquito más.

Interesante

Sin sello
Tras el dominio del rol, llega la acción

Sacred 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Gracias a lo intenso de su acción y su divertido multijugador cooperativo, Sacred 3 es un buen hack ‘n’ slash que os lo hará pasar realmente bien mientras os enfrentáis a las tropas del Emperador Zane. Las batallas son dinámicas y espectaculares, aunque también pecan de ser repetitivas y poco profundas a nivel de opciones de juego. Una mayor personalización en las habilidades de nuestros héroes le habría sentado genial.

Comprar Sacred 3
  • Su intensa acción. Es espectacular y divertida.
  • El cooperativo para cuatro jugadores.
  • Los combates contra jefazos.
  • Escasez en las opciones de personalización. Esperábamos mayor profundidad.
  • Niveles demasiado lineales. Los puntos de control no siempre están bien ubicados.
  • La historia es muy simple y típica. Echamos en falta mayor variedad de misiones.
  • No es el Sacred que esperábamos.
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 10-12 horas (mínimo)
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