Cada vez son más habituales las producciones indie para todas las plataformas actuales, ya sean consolas, dispositivos Android o iOS o los PC de toda la vida. Precisamente para estos últimos dos grupos de sistemas, iOS y PC, el conocido Amaya Daisuke ha concebido otra de sus curiosas y atractivas producciones.
El creador del gran Cave Story (entre otras muchas producciones), Amaya Daisuke, nos presenta su creación más reciente: Kero Blaster. Y como ya sospecharéis a poco que sigáis su trabajo, se trata de un título de estética retro y planteamiento tradicional, que en este caso ha cobrado la apariencia de arcade de acción de desplazamiento lateral. Lejos de tratarse de una producción realizada a golpe de talonario y empleando un número de recursos casi infinitos, una vez más Kero Blaster demuestra que en esto de crear videojuegos lo más importante sigue siendo la pasión y, sobre todo, el hecho de conseguir plasmar de la manera más acertada posible una idea de juego concreta.
En este caso ya podéis iros olvidando de lo disfrutado en Cave Story porque Kero Blaster es un juego totalmente diferente. Y en todos los aspectos, salvo el que tiene que ver con su apartado visual y también sonoro. Se trata de otra cosa, una aventura que ofrece diferentes experiencias en relación a las vividas en el citado Cave Story.
El argumento es bastante llamativo y peculiar, al igual que su protagonista. En este caso es una rana antropomórfica la protagonista del asunto, la cual debe rescatar a su querida novia... que por alguna razón es una especie de gata. Y para más inri, debemos ir recorriendo diversos lugares repletos de criaturas y animalejos de todo tipo, teniendo que usar diversos teletransportes. En fin, que se trata de una historia curiosa y desde luego poco común, la cual se muestra de inicio bastante secundaria pero termina ganando peso al cabo de un tiempo.
Acción tradicional
Lejos de ofrecernos una mecánica de juego similar a la vivida en Cave Story, la cual ya sabéis que era en plan Metroid, en este caso las cosas han cambiado bastante. Y es que nos hallamos ante un arcade de acción puro de desarrollo 2D lateral de esos tan comunes en la era de los 8 y 16 bits, que siguen de cerca lo experimentado en sagas clásicas como Contra, por citar un ejemplo claro. Sin embargo, a esta propuesta básica se han añadido otros elementos, como toques de rol muy ligeros y, por supuesto, mucho sentido del humor.
En cada fase es necesario ir avanzando por una buena gama de fondos, los cuales están repletos de enemigos a los que debemos liquidar. Y la forma de hacerlo es mediante nuestro arma principal, un blaster de toda la vida. Este blaster es multifuncional, ya que a medida que transcurre la acción podemos ir mejorándolo paulatinamente. Y al hacerlo iremos ganando más poder de ataque, pudiendo disparar ráfagas rápidas de proyectiles, usar rayos más contundentes pero de menor cadencia de disparo, otros capaces de rebotar en las paredes para causar estragos en los decorados más estrechos... En función de cada situación es más recomendable emplear uno u otro tipo de disparo, lo cual otorga ciertas dosis de estrategia a cada partida.
Por supuesto de cuando en cuando también es necesario hacer frente al correspondiente jefe final, duelos que nos han gustado bastante. Y para aportar aún más variedad al asunto, también se han añadido otros elementos como la búsqueda de tesoros cuyo contenido nos viene de perlas para invertirlo en la tienda de turno que podemos visitar de vez en cuando, la cual nos permite mejorar nuestras armas, adquirir más contenedores de salud, etc. Y ya os avisamos que tanto unas como otras mejoras son más que necesarias para superar la aventura, dado que su nivel de dificultad es bastante exigente.
Sin embargo y a pesar de esto, nos encontramos ante un título bastante exiguo en cuanto a su duración, ya que podemos superarlo en no más de tres horas. Aún así también es verdad que su rejugabilidad es muy alta, existiendo razones de peso para querer repetir una segunda vez... o varias más.
Por otra parte y metiéndonos ya en su apartado gráfico, todo lo que se deja ver en pantalla es de lo más sencillo que podáis imaginar. Su estética se encuentra a medio camino entre lo mostrado por las consolas y ordenadores de 8 y 16 bits, más cerca del primer grupo de máquinas que del segundo. Por eso mismo los sprites que se dejan ver en pantalla adolecen de un nivel de detalle elevado, los fondos son sencillos a más no poder y apenas poseen uno o dos planos de scroll simultáneos, el colorido es bastante básico... ¿Es por lo tanto un fiasco en este sentido? Qué va, se trata de un título que tiene su gracia, sobre todo para los usuarios más veteranos, pero ya os avisamos que estamos ante una obra realmente simple en este aspecto.
Y algo muy similar sucede con su vertiente sonora. Lo más destacado son las melodías que se dejan escuchar en cada nivel, tan básicas y pegadizas como cabía esperar de un juego muy retro como es Kero Blaster. Y estas melodías están acompañadas por unos efectos estridentes pero funcionales.
Es posible que aquellos usuarios que adoran Cave Story y deseaban disfrutar de un título muy similar a esta obra maestra se queden algo decepcionados ante Kero Blaster por diferentes motivos. Sin embargo pensamos que si no tenemos en cuenta esto, esta nueva propuesta de Studio Pixel es una verdadera joya de los arcades de scroll lateral, siendo un título muy apetecible, directo y adictivo que se disfruta cada segundo. Puede que te quedes con ganas de más, mucho más, pero por su precio tampoco podemos pedir mucho más.
Studio Pixel nos trae otra de sus grandes obras. Y es que si bien Kero Blaster no puede competir con el gran Cave Story, se trata de una de esas aventuras de acción puras que te enganchan desde la primera partida y no puedes dejar de jugar hasta el final. Se hace muy corta (de hecho, lo es) pero su nivel de rejugabilidad es tan elevado que seguro que repetís más de una vez.
- Curiosa historia y divertido personaje principal.
- Su planteamiento directo y arcade total.
- Su estimable carga de acción y adicción.
- Estéticamente es lo que es, sencillo de veras.
- La experiencia es muy corta, unas tres horas como mucho.
