Deslízate en un combo infinito en la secuela del genial OlliOlli, un salto exponencial con respecto al original que tiene suficientes razones y características para estar justificada. Manuals, Reverts, Grind Switchs… importantes novedades que lo transforman en un desafío de ritmo y habilidad como pocos.
En Street Fighter IV, entrenar es meterte de lleno en el modo desafío, un lugar donde aprender todos los combos que puede hacer tu personaje. Cuando empiezas a comprender el tempo necesario para pasar de un puñetazo rápido a uno medio sin perder el combo, el siguiente nivel es hacer lo mismo terminado en un “cancel”, por ejemplo. Y cuando lo has dominado, el próximo paso es colarlo después de un shoryuken para enganchar el ultra. Toda esta maraña de botones se hace cada vez más desafiante. La diferencia entre un buen jugador y un jugador profesional es que muchos de nosotros, pobres terrenales, incluso superando todos los desafíos, no somos capaces de llevar esa habilidad al verdadero combate, cuando nuestro contrincante no está ahí parado y tenemos todo el tiempo del mundo.
OlliOlli 2 es exactamente igual. Pasa el tiempo que quieras en el Sk8 Park aprendiendo a hacer los manuals, reverts y spins necesarios para no perder el combo en todo el nivel, que cuando llegues al verdadero reto todo se reduce a una sola cuestión: si tienes talento o no. Con la práctica puedes llegar muy lejos, pero OlliOlli 2 te lleva de nuevo a ese lugar olvidado de los videojuegos donde los dedos sufren y tu cabeza tiene que parar de analizar cada momento por separado, para simplemente dejarse llevar. Ahora lo llaman "flow".
Ritmo y precisión
Si existe una buena forma de hacer segundas partes, la secuela de Roll7 lo entiende a la perfección. Volver al primer OlliOlli después de grindar por Olliwood es como volver a ponerle los ruedines a tu bicicleta. Aquí todo se expande no sólo a través de unos escenarios mejor pensados, sino por medio del combo en su totalidad. No es baladí que el añadido de los manuals lo asemeje al cambio drástico que supuso Tony Hawk Pro Skater 2, ya que varía por completo las reglas del juego. Ahora, cada uno de sus niveles puede completarse con un combo infinito, donde los aterrizajes perfectos se vuelven prácticamente obligatorios en las fases más avanzadas.
Puedes disfrutar de OlliOlli 2 gracias a su estilo sencillo, sus movimientos elegantes y sus escenarios inspirados en clichés de platós cinematográficos, pero este es un juego que invita a salir de tu posición de relax y sudar el mando. Lo hace gracias a los desafíos que rellenan cada nivel, cinco por cada fase, en los que conseguir todas las estrellas es condición obligatoria y dejar pasar alguna, símbolo de haber fracasado. Ver las tablas de clasificación global en los Enclaves o en el Grind Diario puede ser sobrecogedor, pero es ahí donde radica el verdadero desafío.
Quizá ayudaría al aprendizaje, más allá de sus tutoriales y libros de trucos, un modo repetición en el que ver a esos ases del monopatín (o de los botones) cómo consiguen sus puntuaciones más altas, pero ir progresando en su modo Historia (sin historia) puede ser suficiente para aprender todo lo necesario y conseguir avanzar en la tabla. Y es que la forma de conseguir puntos y multiplicar el combo no parece tener límites, ya que una vez dominemos el básico Manual, el juego sigue retorciéndose con los Grind Switch y los Reverts, donde sólo los más tenaces prevalecen.
Bienvenido a Olliwood
Donde se nota el salto exponencial de OlliOlli 2, de un título del boca a boca a su consagración, es en el cariño que se han puesto en los niveles. Las diferentes alturas y caminos que recorrer nos ayudarán a conseguir todas las estrellas de cada fase, que llega a un punto de ensayo y error perfecto, gracias a lo rápido que es volver a reiniciar el nivel. Raíles intrincados, obstáculos en todo el camino, velocidades difíciles de controlar y alturas que no nos permiten ver bien cuándo es el momento óptimo para aterrizar; todo está pensado para que la curva de dificultad sea alta, pero bien equilibrada.
Sus novedades transforman dos de sus modalidades, el Grind Diario y los Enclaves, en un nivel enfermizo de pericia y habilidad. En el primero podremos practicar todo lo que queramos, pero sólo tenemos una oportunidad para dejar nuestra marca bien alta. Por otro lado, el segundo nos permite jugar todo lo que deseemos, sumando nuestras mejores puntuaciones en todos los niveles y comparándolas con el resto de jugadores. Un reto a la altura de los más experimentados que ya hayan exprimido al máximo el modo Historia tanto en Amateur como en Pro.
Así, OlliOlli 2 consigue mantener el ritmo en todas las partidas que echamos. Hay una cierta sensación de constante entrenamiento, de que nunca dejamos de aprender técnicas cada vez más enrevesadas para conseguir la máxima puntuación. Pero, de nuevo, y como en un Street Fighter, ahí radica la diferencia entre un buen jugador y uno profesional: tu nivel no se basa únicamente en tu habilidad a los mandos, sino en saber predecir y evitar errores lo máximo posible, empujándote un poco más a intentar trucos más complicados sin sacrificar el aterrizaje perfecto. Es casi un arte en sí mismo, y algo digno de experimentar.
OlliOlli 2 es más que una digna secuela. No se conforma con añadir retoques aquí y allá, sino que han transformado el concepto original tanto y a mejor, que lo único que conserva es su esencia. Puedes disfrutarlo a un nivel de principiante, pero no hay duda de que Roll7 busca aquí al jugador al que le gusta sentirse desafiado, rompiendo récords y compartiéndolos con el resto del mundo. Si ese es tu perfil, prepárate para ejercitar tus dedos.
Comprar OlliOlli 2: Welcome to Olliwood- Las aportaciones del Manual, Reverts y Grind Switch, cambian la experiencia al completo
- Los escenarios, más profundos y llenos de detalles
- La cantidad de retos online que ofrece más allá de su modo principal
- Se echa de menos poder ver repeticiones de los jugadores, para aprender de ellos
- El modo multijugador, que nos permite jugar a pantalla partida, sigue en espera
