Análisis de Saint's Row 2

Análisis de Saint's Row 2
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La competencia en el 2008 en el reino de los Sand-Box se presentaba complicada. Con el inconmensurable GTA IV lanzado hace sólo unos meses, era prácticamente imposible que nadie plantara cara a uno de los firmes candidatos a título del año. Saint’s Row 2, sin embargo, logra reivindicarse a su manera, ofreciendo una alternativa más humorística y ligera que la de su eterna referencia made-in Rockstar. Estamos ante un videojuego de acción potente y realmente divertido, aunque algo lastrado por sus escasas diferencias con la primera entrega.

Con gran expectación esperábamos en 3DJuegos la versión review de Saint’s Row 2, una interesante forma de acercarse a la siempre atrayente historia de Los Santos en StilWater. El videojuego de Volition vuelve a incidir en los mismos factores que hicieron de su precedente un lanzamiento más que notable.

El nuevo título de THQ y Volition busca sus fortalezas con agresividad, y pese a que la historia no está tan bien contada como en el anterior, y que su control resulta mucho más artificial –especialmente en vehículos-; estamos ante una opción a tener en cuenta para los aficionados a los Sand-Box. Un cooperativo apasionante, nuevas y geniales actividades secundarias y un sentido del humor a prueba de bombas –aunque sexista, grueso y fácil-, son sus principales reclamos.

Los Chicos del Barrio
Saint’s Row 2 retoma la historia donde su primera entrega la dejó. Tras la explosión del yate con la que se cerraba el anterior episodio, aquí comenzamos en el hospital de la cárcel, escogiendo el aspecto con el que reconstruirán nuestro maltrecho cuerpo.

Y aquí precisamente llega el primer punto en el que el videojuego que nos ocupa se desmarca radicalmente de cualquier otro título de su género, su editor de personajes. Poder crear al macarra más musculoso e intimidante, a la mujer más escultural o a imposibles engendros está en nuestra mano, y lo mejor de todo (o lo peor, según se mire) es que esos personajes serán nuestra representación en el título a lo largo de toda la aventura, cinemáticas incluidas.

Todo queda en nuestra mano en este editor. Desde el tamaño, forma y posición de cada uno de los rasgos de la cara, hasta todo lo referente al cuerpo, andares del personaje, raza, edad, sexo y bello facial, cabello, maquillaje, etcétera. Una herramienta sencilla e intuitiva, que con las clásicas barras de graduación nos permite escoger de forma exacta el aspecto del (anti)héroe.

El editor de Saint´s Row 2 es una formidable herramienta para personalizar a nuestro personaje. Nada es incompatible con nada, de modo que, por ejemplo, podemos crear a un obeso travesti negro con voz de mujer entre otras lindezas.
El editor de Saint´s Row 2 es una formidable herramienta para personalizar a nuestro personaje. Nada es incompatible con nada, de modo que, por ejemplo, podemos crear a un obeso travesti negro con voz de mujer entre otras lindezas.

En esencia los que hayan jugado a la primera entrega lo notarán tremendamente similar, pues Volition no ha hecho más que profundizar en los factores que ya propuso en su título de 2006. ¿Las diferencias? Aparte de aportar más posibilidades, hay un par de factores decisivos. En primer lugar la elección del sexo nos permitirá contar con una protagonista femenina por primera vez en la saga, por otra parte los andares son otra elección curiosa, y el poder escoger la voz del personaje dota a éste de algo más de carisma que al silente protagonista de la primera parte.

Y es que en esta ocasión seremos un personaje con mucho más peso, especialmente teniendo en cuenta los sucesos que acaecieron en el título anterior. La historia es todavía más inverosímil que la de su predecesor, y no está demasiado bien contada, aunque eso no es óbice para que tenga algunas cumbres verdaderamente memorables. El estilo de las misiones, sin embargo, es algo más genérico de lo que cabía esperar. No hay lugar a la imaginación en éstas, pues su práctica totalidad giran en torno a los tradicionales estándares del género de “conduce de A a B y mata a todos los enemigos que encuentres en ese lugar”.

El hecho de que su corte sea muy poco sorprendente no le quita ningún merito a su campaña pues, por ejemplo, GTA siempre ha tenido problemas similares –aunque menos acusados-, y no por ello deja de ser un gran videojuego. Pero toda la experiencia principal palidece ante la calidad y cantidad de misiones secundarias, una auténtica locura de diversión desenfrenada donde Volition ha dado “el do de pecho”.

Gánate los Garbanzos, Muchacho
El auténtico bombón que esconde el embalaje de Saint’s Row 2 son, como decimos, las diferentes actividades que salpican su desarrollo. No es que la campaña individual no goce de un buen nivel, ni mucho menos, pero su linealidad y fuerte reciclaje se puede combatir hábilmente mientras ganamos un buen dinero, alternándola con las misiones secundarias.

El videojuego, de hecho, nos empuja a cumplir toda clase de objetivos aparte de la campaña, y lo hace exigiéndonos unas cuotas de respeto para poder progresar dentro del modo historia. Este respeto se consigue matando a gente de otras bandas, realizando maniobras alocadas con los vehículos o cumpliendo estas misiones secundarias.

El preludio sin pies ni cabeza en la prisión hace presagiar lo peor, sin embargo el videojuego mejora notablemente si dedicamos unas horas a progresar en la campaña. Especialmente gracias a las misiones secundarias.
El preludio sin pies ni cabeza en la prisión hace presagiar lo peor, sin embargo el videojuego mejora notablemente si dedicamos unas horas a progresar en la campaña. Especialmente gracias a las misiones secundarias.

Algunas de estas “side quests”, repiten de la anterior entrega, y volveremos a vivir en primera persona las demenciales carreras por StilWater, los hilarantes fraudes al seguro –lanzándonos contra coches en marcha-, o las habituales destrucciones en las que, con armas infinitas, debemos volar por los aires todo lo que podamos.

Entre las nuevas incorporaciones algunas respetan escrupulosamente el estilo de las de la primera parte, como la de Fuzz en la que perseguimos a una serie de criminales como policías de un programa de televisión, teniendo que arrestar –dar una paliza- a delincuentes cumpliendo con los tiempos exigidos.

Por lo demás muchas de ellas siguen girando en torno a la destrucción como, por ejemplo, en la que llevamos un ATV prendiendo fuego a todo lo que se mueve, obteniendo nuestra puntuación por causar el mayor caos posible. Otra de este mismo calibre consiste en dirigir la manguera de un camión cisterna manchando de porquería objetos y lugares caros, tratando de llegar al límite económico que se nos exige para superar la prueba. Podríamos dedicar varias páginas a relatar los diferentes tipos de encargos que se nos proponen para ganar dinero y respeto, pero parte del encanto de Saint’s Row 2 reside precisamente en descubrir sus absurdas premisas por uno mismo.

Nos enfrentaremos a tres bandas en StilWater, aunque las diferencias entre ellas no pasan de las armas que usan y del aspecto de sus ropas.
Nos enfrentaremos a tres bandas en StilWater, aunque las diferencias entre ellas no pasan de las armas que usan y del aspecto de sus ropas.

¿El más destacado? Probablemente sea Zombie Uprising, una parodia de Survival Horrors clásicos en forma de “videojuego dentro del videojuego”. En los televisores de nuestra casa podremos acceder a diferentes programas televisivos y, además, a este demencial arcade. Éste tiene un corte idéntico al del propio Saint’s Row tanto en gráficos como en control y movimientos, y nos propone defendernos a nosotros y a un puñado de supervivientes de varias oleadas de zombies con sólo unas pocas armas. Hay referencias para todos los gustos, y además de que la estética bebe directamente de Resident Evil, tampoco falta el homenaje a las sierras mecánicas de Gears of War, con animación para partir a los enemigos por la mitad incluida.

Cine de Gangsters de Serie B
Contra todo pronóstico el apartado gráfico de Saint’s Row 2 es su punto más negativo. Muy poco ha evolucionado la segunda parte con respecto a la primera, y todo ello a pesar de los dos años que han transcurrido.

Las texturas son francamente malas, y el modelado y animación de los personajes dista mucho de acercarse a los estándares que han impuesto otros videojuegos del género –la sombra de GTA IV es alargada-. El videojuego se beneficiaría notablemente de contar con una iluminación más trabajada, pero la ciudad de Stilwater está alumbrada por un sol muy poco carismático.

Los vehículos también piden a gritos un mayor nivel de detalle y unas texturas más trabajadas, pero quizá sean las construcciones de Stilwater las que presentan los mayores problemas visuales, y mayoritariamente debidos a una deficiencia en la dirección artística. No sólo la ciudad presenta un aspecto increíblemente similar al de la primera entrega, pues es la misma salvo algunos añadidos en forma de barrios y pequeñas modificaciones en la arquitectura, sino que la sensación de déjà vu se acentúa por el fuerte reciclaje de los edificios y su monótono diseño.

La salud vuelve a funcionar como en el primer videojuego. Contaremos con una barra que decrecerá al recibir disparos. ¿Cómo recuperarla? Descansando a cubierto durante unos segundos. Si morimos partiremos desde el último checkpoint.
La salud vuelve a funcionar como en el primer videojuego. Contaremos con una barra que decrecerá al recibir disparos. ¿Cómo recuperarla? Descansando a cubierto durante unos segundos. Si morimos partiremos desde el último checkpoint.

Saint’s Row 2 vuelve a facilitarnos la posibilidad de escoger entre activar o desactivar la sincronía vertical, un efecto que ayuda a que el videojuego presente un aspecto mucho más sólido, aunque tiene su lógico coste en términos de frame rate. Sin embargo cabe destacar en lo positivo precisamente que la tasa de imágenes por segundo es mucho menos irregular que la de su predecesor. El primer Saint’s Row tenía un índice de fotogramas por segundo muy “temperamental”, mientras que la segunda parte es mucho más rocosa en este sentido, aunque también sufre de ocasionales caídas.

Esto, no obstante, no significa que el videojuego sea perfecto en el campo tecnológico. El clipping es verdaderamente abrumador, pero el problema que más nos ha llamado la atención es el del popping, el dibujado tardío de los objetos en el horizonte. En el multijugador cooperativo es especialmente notorio, pero lo cierto es que también afecta al modo off-line.

La física es fantástica, y el motor Havok vuelve a demostrar que todavía puede ser una referencia en este sentido. La segunda entrega tiene muchos menos Bugs que la primera en este campo, y vuelve a dotar a sus personajes de unas caídas y colisiones divertidísimas en su vertiente de a pie. La parte de los vehículos es menos convincente, y el apartado de físicas, choques y control en este campo es francamente decepcionante.

En lo que se refiere al sonido, poco que añadir, pues éste se mantiene en unos estándares de calidad muy similares a los del primer Saint’s Row. Un buen puñado de temas licenciados nos acompañarán a través de las ondas de radio, donde encontraremos grupos tan conocidos como Europe, Jet, Duran Duran, Run DMC, Simple Minds o incluso Beethoven. Algo más de variedad no hubiera venido mal, pero la selección es potente y acertada.

El apartado de doblaje también resulta fantástico, pues pese a que el videojuego llega en inglés a nuestro país con, esta vez sí, todos los textos traducidos a nuestro idioma, el trabajo en las voces de Jaime Pressly –Me llamo Earl-, Michael Rapaport –Amor a Quemarropa-, Daniel Dae Kim –Lost- o Neil Patrick Harris –Como Conocí a Vuestra Madre-, realmente hace que escuchar la versión original merezca la pena.

Los Santos de Stilwater –Conclusiones-
Sensaciones entremezcladas son las que provoca este Saint’s Row 2. Por un lado su diversión es totalmente innegable, y destruir pocas veces ha sido tan divertido como lo es en este videojuego; por otra parte la campaña individual parece algo descuidada, y su argumento con el clásico magnate despiadado no acaba de enganchar tanto como la historia de la progresión del gangster de la primera.

Al contrario que en otros videojuegos del género, en Saint's Row 2 la ciudad está totalmente abierta a la exploración desde el principio.
Al contrario que en otros videojuegos del género, en Saint's Row 2 la ciudad está totalmente abierta a la exploración desde el principio.

Por otro lado la IA vuelve a ser un apartado en el que tenemos que hacer incidencia para lo negativo. De acuerdo en que la inteligencia artificial no suele ser la mayor fortaleza de un título de estas características, pero Saint’s Row 2 se beneficiaría notablemente de contar con unos enemigos más hábiles y listos.

Por si fuera poco las calles están ciertamente despobladas, y especialmente notorio es este efecto en los interiores, donde el mobiliario brilla por su ausencia componiendo unos escenarios algo desangelados. Esto acaba siendo un problema en las calles de Stilwater cuando somos perseguidos por la policía y necesitamos hacernos con un coche, en ocasiones será frustrantemente complicado encontrar un vehículo de huída.

En otro orden de cosas hay algunos detalles francamente buenos que ayudan a mejorar los combates, y que son adiciones muy interesantes. El primero de ellos es la posibilidad de recoger objetos del suelo: sillas, taburetes, etcétera, y golpear con ellos a nuestros contrincantes; y la segunda es la de coger rehenes a modo de escudos humanos para que absorban las balas que van destinadas a nosotros.

Los aviones, motos y lanchas se incorporan al casting de vehículos de Saint's Row 2, eso si, todos ellos con una conducción muy arcade.
Los aviones, motos y lanchas se incorporan al casting de vehículos de Saint's Row 2, eso si, todos ellos con una conducción muy arcade.

Seguimos con lo positivo para destacar el formidable multijugador del que hace gala el videojuego. La primera entrega ya fue la primera que en una consola de sobremesa proponía un modo on-line en un Sand-Box, la segunda continúa profundizando en este campo, y oferta un modo cooperativo increíblemente rico y divertido. No nos equivocamos si decimos que es la mayor fortaleza del título, pues nos permite jugar acompañados en cualquier momento por un amigo la totalidad de la campaña individual. Esto supone que hay más enemigos para equilibrar la dificultad, aunque también lleva consigo el compartir la presión policial, aunque sólo uno de los dos jugadores cometa una infracción. Hemos experimentado algo de lag, pero confiamos en que se solucione en futuras actualizaciones, como se aliviaron en su momento las graves deficiencias en este campo de Saint’s Row.

El multijugador competitivo es ostensiblemente menos interesante, pero también supone una buena alternativa a la que dedicar nuestro tiempo. Las modalidades son las habituales del género, con variaciones de captura la bandera, todos contra todos, y carreras, para entre ocho y 12 jugadores y únicamente disputables en localizaciones concretas, y no con la ciudad entera. El abarrotado Strong Arm parece la más potente de estas modalidades, aquí haremos frente a encargos tratando de hacerlos más rápido que los oponentes.

Muy Bueno

Recomendado

Saint's Row 2

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Saint's Row 2 es ridículo en el mejor sentido de la palabra. Es un videojuego desenfadado, divertido y alocado; y su sentido del humor y prisma lo aleja mucho del solemne y ocasionalmente sentimental GTA IV. Estamos ante un título que hubiera resultado inolvidable de haber contado con mayor solidez en sus irregulares apartados, pero que no por ello deja de ser muy recomendable para los amantes de los Sand-Box.

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Jugadores:
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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