Análisis de Shadow of the Colossus Remake. Un juego colosal

Análisis de Shadow of the Colossus Remake. Un juego colosal
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Fumito Ueda es considerado un genio por muchas razones: La principal su capacidad para conmover y hacerlo con historias minimalistas en su forma, pero enternecedoras y muy profundas en su fondo. Con este análisis de Shadow of the Colossus abordamos la que es, para muchos, su obra cumbre. Una epopeya grandiosa en todos los sentidos que, gracias a su Remake, brilla otra vez con luz propia.

La moda de las remasterizaciones y los remakes pone a prueba a los videojuegos a varios niveles. Primero por la parte artística en la que se basan, puesto que por mucho trabajo técnico que acarreen tienen que fundamentarse en unos fuertes pilares en ese campo; y por otro lado una vertiente jugable que garantice que, incluso con el paso del tiempo, seguimos teniendo algo vigente entre manos. Shadow of the Colossus era un videojuego muy goloso para llevar a cabo un remake por ambos elementos, y se ha convertido gracias a ello en uno de los lanzamientos estrella de este primer trimestre para una PS4 que ha visto cómo se hace esperar hasta abril un God of War que prácticamente todos dábamos por hecho que aparecería en marzo (un mes tradicional para la saga).

Para acometer un encargo tan ambicioso Sony ha contado con las labores de Bluepoint Games, un equipo texano que se está haciendo un nombre como uno de los mejores equipos especializados en llevar a cabo remasterizaciones. Ya acumulan el estupendo trabajo sobre la trilogía inicial de Uncharted, así como el también tremendamente estimable Gravity Rush Remastered o las versiones HD de God of War. Y, de hecho, ya han sonado en últimas fechas para llevar a cabo remakes de otros grandes como Metal Gear Solid. En un universo como es el de los videojuegos, que está tan condenado por su naturaleza a mirar siempre hacia delante, es llamativo que haya incluso estudios como éste que dediquen sus esfuerzos ya en exclusiva a recuperar obras del pasado. Sin embargo, si su labor revela tanta pasión por su referencia... ¡Bienvenidos sean!

Y dejando de lado la siempre estéril polémica de si conviene dedicar tantos esfuerzos a los remakes y remasterizaciones, tengo que decir que si hay un videojuego que se merece un trabajo dedicado es éste. Sí, tuvo una versión HD con el imprescindible ICO and Shadow of the Colossus: The Collection, una reedición llevada a cabo a la mayor gloria de los dos primeros videojuegos de Fumito Ueda. No obstante, lo que tenemos aquí es una de las mejores revisitaciones técnicas que hemos visto hasta la fecha, y un Remake que haría dudar al más pintado de si realmente tiene 13 años el original sobre el que se ha llevado a cabo este colosal desarrollo que va más allá del clásico “chapa y pintura”. Un videojuego que ya en 2005 (2006 en Europa), era una joya de un magistral buen gusto y una sensibilidad extrema que, a día de hoy, suma a todos esos adjetivos una sorprendente y renovada eficacia técnica.


Menos es Más

Generalmente no perdemos mucho tiempo del análisis de una remasterización o remake hablando de temas argumentales. Más aún cuando se trata de un videojuego tan inclasificable en ese aspecto como Shadow of the Colossus, y con el que casi cada palabra que puedas decir puede considerarse un spoiler. Lo que es de base, y eso es muy obvio, es que se trata de una de esas obras que son capaces de zanjar, con sólo mencionar las cuatro palabras que conforman su título, esa absurda discusión sobre si los videojuegos son o no arte. La suya es una historia de pérdida muy bien contada y con una economía de palabras digna de encomio que, de hecho, basa algunos de sus mejores momentos en los silencios.

Siendo Shadow of the Colossus un mundo abierto, la guía de nuestra espada resulta fundamental para no perdernos.
Siendo Shadow of the Colossus un mundo abierto, la guía de nuestra espada resulta fundamental para no perdernos.


Y eso que hay, en realidad, mucho de folclore tradicional en el videojuego. Pero no uno circunscrito en exclusiva a lo oriental, sino uno que es capaz de alcanzar a todo el mundo. El segundo juego de Fumito Ueda y compañía es uno que demuestra el esfuerzo del Team ICO por convertirse en algo universal. Y, como te contaba en el Gameplay Comentado de Shadow of the Colossus que publicábamos hace unos días, si a menudo pienso que los lanzamientos japoneses pecan muchas veces de sobreexposición y excesivo subrayado de ideas, me parece que el que nos ocupa es un lanzamiento que ejemplifica perfectamente todo lo contrario. Es sutil en su forma de contarnos las cosas y no podría estar más lejos en eso que me resulta tan molesto de contarme el chiste, explicármelo y luego restregármelo por la cara. Y eso que, como siempre con aquel estudio, su base era (y sigue siendo) sencilla. Están todos los elementos de un cuento con su princesa, su héroe, su maldición, su espada mágica, el fiel aliado… Pero no es ni mucho menos obvio o fácil en su forma de narrarlo. Si lo jugaste, sabes de qué hablo. Y si no lo hiciste, esta es la oportunidad perfecta para hacerlo, así que ya estás tardando.

Un juego colosal


El combo artístico y técnico nos ofrece uno de los juegos más hermosos vistos en PS4

Todo funciona y, lo que es mejor, sigue siendo actual a día de hoy. Sufrimiento, desesperación, culpa y, sobre todo, esos lazos emocionales que se creaban entonces y se siguen creando ahora. Ueda, desde luego, no ha perdido su toque y volvió a demostrarlo con un The Last Guardian que era mucho más directo en su mensaje pero que tenía también algunas de sus grandes ideas. Trico era la versión corregida y aumentada de Agro, potenciando todas las cosas de personaje real que se veían en la yegua, y los escenarios del tercer juego son también la misma traslación de sensación de pequeñez de nuestro protagonista pero con un cariz incluso más épico.

La sensación de escala al compararnos con los colosos está todavía más lograda con este Remake.
La sensación de escala al compararnos con los colosos está todavía más lograda con este Remake.


Sin embargo, si algo nos hace sentir pequeños más allá del vacío de la Tierra Prohibida que recorremos a lomos de nuestro más fiel aliado son los colosos. Los grandes protagonistas del videojuego. Construidos como pequeños rompecabezas en los que nuestra única meta es batirlos, cada uno de ellos se erige como un mastodonte de monstruosas dimensiones que parece imposible de derrotar… hasta que descubrimos su punto débil. Esto se consigue estudiándolos y observándolos en detalle o, si ya eres veterano, haciendo un maravilloso ejercicio de memoria y nostalgia para tratar de recordar cuál era la clave de cada una de las 16 criaturas que componen el desafío de superar su campaña.

Un juego colosal


Un remake épico

Momentos épicos en el más puro sentido de la palabra que se ven reforzados esta vez por un apartado visual impresionante. El combo artístico y técnico hace de este Remake de Shadow of the Colossus uno de los videojuegos más hermosos que se puede ver en estos momentos en PS4, y eso es mucho decir. Claro que la base era fantástica, Shadow of the Colossus ya era en PS2 un título adelantado a su tiempo con efectos estupendos para consolidar no sólo esa sensación de escala con ese acercamiento a las dimensiones gigantescas de todo lo que nos rodea, sino también acreedor de una luz y unas partículas que resultaban muy sorprendentes para ese hardware. El programa, cabe recordar, fue puntero en la aplicación de muchos elementos que ahora parecen del día a día pero que entonces eran poco menos que revolucionarios.

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Cada criatura es un rompecabezas y un desafío en sí mismo, algunos de ellos imponentes en todos los sentidos.
Cada criatura es un rompecabezas y un desafío en sí mismo, algunos de ellos imponentes en todos los sentidos.


Pero competir con las técnicas HDR o con una resolución 4K (dinámica y reescalada a partir de una base 1440p) es otra liga, y esta versión de 2018 de Shadow of the Colossus es sencillamente el juego de nuestros sueños. Algunas de las claves están en la presencia de la vegetación mucho más detallada, de texturas de mayor calidad, un modelado muy mejorado para el personaje y sus vestimentas y, especialmente, una luz que reviste al conjunto de un acabado inmejorable que convierte algunas de sus estampas casi en pinturas clásicas.

Lo que es mejor, el videojuego acaba con esa controversia sobre si lo que hay que primar es el frame-rate o la resolución haciendo que, como tantas otras obras recientes, tengamos la posibilidad de escoger qué es lo que queremos que tenga preeminencia. Hay dos modalidades para disfrutar del videojuego, y que podemos alterar al vuelo. El modo Rendimiento nos limita a la FullHD, pero nos permite así mismo gozar de una fluidez máxima que alcanza los 60 frames por segundo y los mantiene con encomiable estabilidad, apenas baila muy esporádicamente en momentos inapreciables para el ojo humano y sólo detectables con herramientas específicas. Por otro, el modo cinemático brinda una mayor resolución que tampoco acaba de ser siempre 4K sino que va variando de manera dinámica. ¿No tenemos televisor con soporte para el 2160p? Podremos disfrutar de 1080p nativos creados a partir de una base mayor, lo que gracias al gran trabajo del equipo nos ofrece una imagen muy suavizada y sin apenas dientes de sierra.

El Modo Foto se está convirtiendo en una bella costumbre de los juegos Triple-A actuales, y el de Shadow of the Colossus depara unos resultados maravillosos y de una belleza incomparable.
El Modo Foto se está convirtiendo en una bella costumbre de los juegos Triple-A actuales, y el de Shadow of the Colossus depara unos resultados maravillosos y de una belleza incomparable.


Como resultado de todo ello, lo que se proyecta en el televisor es formidable. Al final los números están muy bien, y los reseño en los análisis porque es mi obligación, pero los videojuegos van de sensaciones y ahí las de este título no podían ser mejores. La ropa de Wander bamboleándose por el movimiento, el enormemente realista pelo de los colosos marcándonos el camino que recorrer, las animaciones rehechas para ser notablemente mejoradas y los imponentes escenarios de roca que nos rodean... Todo está a un nivel altísimo, y donde nada desentona.

Es una de las mejores revisitaciones técnicas que hemos visto hasta la fecha

Dicho esto, a la versión a la que más horas he dedicado es a la de PS4 Pro, sin embargo también he tenido tiempo de echar un buen vistazo a la de PS4, que obviamente es más limitada en cuanto a posibilidades pero que ofrece unos réditos fantásticos. Su calidad gráfica no puede equipararse con la del modo cinemático, por supuesto, así que estamos obligados a disfrutar de una tecnología similar a la del modo rendimiento pero con 30 frames por segundo... muy estables de nuevo. Creo que, teniendo en cuenta que es un hardware con ya casi 5 años a sus espaldas el resultado es francamente bueno.

Un juego colosal


Agro es nuestro más fiel aliado en Shadow of the Colossus. La yegua es mucho más que un medio de transporte.
Agro es nuestro más fiel aliado en Shadow of the Colossus. La yegua es mucho más que un medio de transporte.


Los controles, eso sí, acaban viéndose algo lastrados por el propio original. Siempre he entendido que los juegos del Team ICO, como precisamente hacían los Survival Horror, tenían entre sus características el crearnos una importante sensación de indefensión con un manejo algo torpe. Nunca sabremos si esto era premeditado o sencillamente surgió así por inoperancia a la hora de ofrecer algo más exacto, aunque sus creadores siempre han defendido que era algo que había sido plenamente reflexionado. La cosa es que funcionaba para transmitirnos cosas, a pesar de que más de una vez podía acabar siendo frustrante. Los protagonistas de ICO y Shadow of the Colossus no son los héroes más fuertes y preparados del mundo, y eso encaja perfectamente con un manejo que no acaba de ser tan fino como el de otras aventuras. Para el Remake se ha decidido suavizar un poco lo árido del manejo.

Por un lado, con algunos pequeños cambios aquí y allá de cara a ajustar el manejo en algunas secciones que podían resultar muy poco cómodas entonces. Y, por otro, ofreciendo dos repartos de botones alternativos en el mando para brindar opciones más lógicas para los estándares actuales. Ambas cosas están muy bien, aunque sigue habiendo algunos momentos en los que la relación entre perspectiva y movimiento nos puede jugar más de una mala pasada y, sobre todo, recuerdo cuatro o cinco momentos puntuales pero algo molestos relacionados con la escalada de las bestias.

Un juego colosal


Los videojuegos van de sensaciones, y las de este título son inmejorables

La cámara, precisamente, ejemplifica eso. Por un lado, su ejecución técnica en el original era francamente detestable para los espacios cerrados; algo que, por mucho esfuerzo que se nota que Bluepoint Games ha llevado a cabo aquí, no han terminado de corregir al 100%, en lo que es uno de los escasos problemas que se le pueden achacar al Remake. Sin embargo, cuando salimos al exterior hay que recordar que fue uno de los primeros títulos en apostar por una perspectiva más cinematográfica, casi pictórica, en busca siempre del mejor ángulo automatizado para ofrecernos la visión perfecta de los escenarios. De una forma sutil, claro, con suaves movimientos para no desentonar con esa falta de remarcado que tienen también el resto de aspectos del juego. Todo eso no sólo está aquí reproducido a las mil maravillas sino que, además, funciona aún mejor como retrato de nuestro hermoso entorno gracias a lo bonito y nítido que es todo lo que vemos a nuestro alrededor.

Imprescindible

Obra maestra
Un juego colosal

Shadow of the Colossus Remake

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Shadow of the Colossus era un videojuego de cabecera en 2005, y ahora vuelve a serlo todavía en mayor medida con su elegante e impecable traslado a PS4. En el que es, sin duda, uno de los mejores trabajos de Remake que hemos visto hasta la fecha, Bluepoint Games demuestra que se puede hacer magia también partiendo de una base ajena. Todo el romanticismo y la mística del mundo de Fumito Ueda, convertido en un juego más bello que nunca y con algunas opciones mejoradas para hacerlo más cómodo que su a veces algo árida versión original. ¿Se puede pedir más?

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  • Su jugabilidad e historia siguen plenamente vigentes
  • Es la mejor opción a la hora de volver a disfrutar de un juego imprescindible
  • Es una verdadera hermosura en lo visual y un trabajo de remake alucinante
  • Varias opciones gráficas y de control. Podemos jugarlo a nuestro gusto
  • Aunque se ha reformado, todavía se podría mejorar algo más la cámara y el control
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 10-12 horas
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