Ya está aquí Zubo, la nueva apuesta de Electronic Arts con la que formalizar su intención de apoyar las ideas creativas y originales. Su receta no goza de ingredientes desconocidos, pero el resultado es un original RPG con mucho ritmo que se asemeja y a la vez se distancia de los entrañables Pokémon de Nintendo. ¿Te vienes a descubrir el fantástico mundo de Zubalón?
Cuando llegó a nuestra redacción un breve artículo en inglés sobre Zubo hace ya unos cuantos meses, entrevimos que algo verdaderamente original se estaba fraguando en las oficinas de EA. No obstante, la curiosidad por desvelar lo que se hallaba detrás de sus primeras imágenes, unido al inmenso deseo por comprobar su particular sistema de juego, fue lo que finalmente nos llevó a visitar Electronic Arts, hablar con sus responsables y, de paso, experimentar de primera mano lo que nos ofrece una obra que, sin llegar a aportar nada especialmente nuevo en cada uno de los géneros que toca, logra diferenciarse de la mayor parte de los videojuegos que pueblan actualmente el mercado.
Zubo recoge el espíritu de colección de Pokémon, las dinámicas RPG de títulos como Final Fantasy y el sentido del ritmo de productos como Elite Beat Agents. Si lo apreciamos según estos componentes, podría parecer que la creación de los ingleses de EA Bright Light Studio no consigue innovar pero, en realidad, a veces, si se realiza una sabia mezcla de ingredientes, se logra poner sobre la mesa una nueva receta que, en este caso en particular, está especialmente indicada para niños de siete años en adelante.
No es que existan límites de edad para esta entretenida aventura rolera, sobre todo si tenemos en cuenta la fuerte vertiente estratégica de las batallas por turnos que encierra, pero su tierna y fantástica historia podría echar atrás (tal vez, de manera algo injusta) a otros usuarios que podrían así perderse una aventura alegre, cómica y muy entretenida que nos pone en el papel de un niño que ha caído misteriosamente en el inmenso y variado mundo de Zubalón.
Bienvenido al mundo de Zubo
Todo sería perfecto si no fuera porque el lugar que acaba de descubrir se encuentra controlado por una serie de malvadas criaturas –los zombos– comandadas por el más malo de todos, el terrorífico Big Hear. Y claro, nuestro papel no será otro que el de llevar la paz y la tranquilidad a Zubalón gracias a la ayuda de los zubos, unas extrañas criaturas con forma de cilindro dotadas de habilidades especiales para el combate cuerpo a cuerpo.
En total, van a ser 55 los zubos que nos encontremos a lo largo y ancho de un vasto escenario que nos hará recorrer verdosas praderas, terroríficos cementerios, playas con barcos piratas encallados y otro tipo de paisajes fantásticos dignos del mejor cuento de hadas. Realmente, jugando a Zubo es posible sentirse en un mundo especialmente pensado para los más pequeños pero que resulta igualmente abstrayente para el resto de jugadores, los cuales encontrarán aquí un videojuego largo (con cerca de 20 horas de duración) caracterizado por una rejugabilidad que se agradece.
Esto se debe, en parte, a que el título nos propone una serie de misiones que no siempre deberemos de cumplir para avanzar. De hecho, muchas serán secundarias y podremos completarlas cuando hayamos resuelto unas tareas primarias que nos llevarán hacia el final del juego. Será un progreso lineal que guiará nuestro camino, aunque por suerte gozaremos de otros muchos factores jugables que nos otorgarán cierto poder de libertad, como el hecho de poder seleccionar el trío de zubos que nos acompañará en nuestra gesta por liberar a Zubalón del mal.
Variado, interactivo y con mucho ritmo
Mezcla de exploración y batallas, Zubo nos propone librar enfrentamientos no aleatorios y por turnos que obligan a usar un poco la cabeza. Los 55 zubos y los otros tantos zombos se dividen básicamente en tres tipos (luchador, “performer” y defensor), dando lugar así a una dinámica de “rock-paper-scissors” que se complementa con la presencia de unos 200 movimientos especiales diferentes. En resumen, un gran trabajo de variedad que ya les gustaría tener para sí a muchos juegos actuales.
Pero no hemos acabado. Realmente, lo mejor está por llegar, y es que las batallas son interactivas, proponiéndonos tocar la pantalla en el momento justo a fin de ocasionar el máximo daño sobre los contrincantes. Todo ello siguiendo un ritmo, el de la música que suena con cada lucha, haciéndose así necesario que nos concentremos y pulsemos con nuestro stylus una pantalla inferior que, mientras que recibe nuestros toques, se va a dedicar a mostrarnos uno de los cuatro ataques disponibles en nuestro zubo, los cuales también hemos de hacer notar que podrán personalizarse y cambiarse por otros según vayamos descubriendo los secretos del título.
Unos secretos que llegarán antes en la medida en que ganemos más experiencia y aumentemos los niveles de nuestros particulares amigos con forma de cilindro. Mejorarán su habilidad, incrementarán su poder de ataque y, en definitiva, nos permitirán avanzar con más garantías a través de un decorado completamente interactivo. Esto es así porque el lápiz táctil no sólo servirá para guiar a nuestro protagonista por el escenario, sino también para tocar todo aquello que nos encontremos, desde globos, calaveras o manivelas hasta suculentos tesoros o sucias manchas especialmente colocadas para su inmediata limpieza.
Electronic Arts ya tiene su propio Pokémon
No somos un entrenador Pokémon, tampoco un épico guerrero RPG a lo Final Fantasy, ni siquiera uno de los trajeados cantantes del grupo Elite Beat Agents… En Zubo somos una mezcla de todo eso, pero desde un nuevo punto de vista donde el apartado artístico cobra un papel fundamental. Aunque tal vez la pantalla de Nintendo DS se haya quedado un poco pequeña ante el tremendo trabajo de colorido y simpatía de los zubos, los diseños originales han sabido adaptarse a un motor 3D que, aunque mejorable (sobre todo en la parte de exploración), es el artífice de las variadas y elaboradas animaciones durante las batallas.
A estos efectos, la comicidad ha logrado trasladarse al doble plano de nuestra Nintendo DS, haciendo posible representaciones de ataques tan estrambóticos como un lanzamiento de canicas con el que desequilibrar al adversario, amén de otro tipo de ofensivas, como la que el zubo Dragón protagoniza en una secuencia consistente en machacar al rival tras haber aumentado de manera desmesurada su masa muscular. Es posible evitar las secuencias de ataque si es que ya estamos cansados de contemplarlas pero, sin lugar a dudas, durante las primeras horas de juego (y nos atrevemos a afirmar que hasta el final del mismo) será difícil que nos lleguen a aburrir, puesto que siempre habrá algo nuevo que ver.
Esto, unido a un apartado sonoro fundamental, apoyado en diez temas que merecen la pena ser escuchados con unos auriculares, nos da un conjunto al que sólo le faltaría ser un poco menos repetitivo en su concepto. Aún así, y gracias a su modo multijugador (nos ofrece disputar batallas de zubos en modo local), la diversión está asegurada en un producto innovador, entretenido, bien acabado y que sabe juntar la esencia de Pokémon en un videojuego que podría definirse como un RPG de acción, rítmico, muy innovador y que dice muchas cosas en favor de la intención de Electronic Arts por dar aire fresco a una industria que, en ocasiones, queda estancada por sus propios convencionalismos.
¿Qué es Zubo? Es muy fácil hacer la pregunta, pero no tanto dar la respuesta, y esta es una de las razones por las que pensar que nos encontramos ante un título realmente innovador que, aunque retome varios géneros y no aporte nada especialmente nuevo en ninguno de ellos, logra obtener un conjunto original y bien terminado. El RPG rítmico y con toques de Pokémon ya tiene un nuevo exponente, si es que existía alguno más…
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