Spyborgs es la nueva propuesta de un conjunto de creativos avalados por su éxito pasado, que se atreven a desafiar al presente con un beat´em up cooperativo repleto de acción, combos, secretos y un marcado sabor clásico.
Crear un juego exclusivo en Wii conlleva diversos riesgos, y más si nos atenemos a los pocos juegos de licenciatarios que han conseguido grandes ventas en la plataforma de sobremesa de Nintendo. Si además hablamos de una nueva IP este riesgo se hace sumamente atrevido, pero si observamos el estudio a cargo de este nuevo videojuego las cosas cambian. Bionic Games es un estudio pequeño, pero que se compone de ex integrantes tanto de Obsidian (Neverwinter Nights) como de Insomniac Games (Ratchet & Clank), y que teniendo a Capcom detrás del título aseguran un producto de lo más competitivo.
Spyborgs destila aroma clásico por los cuatro costados, pero además sabe combinarlo a la perfección con el sensor de movimiento de Wii. De esto Capcom sabe mucho, es un maestro en la creación de beat´em ups inolvidables, y para muestra Final Fight. Como garantía nos ofrece un nuevo beat´em up de última generación apostando por la labor cooperativa, tanto con la CPU como con la participación simultánea de otro jugador. Un juego donde prima el avanzar sin complicaciones por los distintos niveles machacando botones, a la par que la pantalla se llena de engendros robóticos en un mar de artificios tecnológicos. Spyborgs ha venido para revivir un género clásico olvidado en los últimos tiempos gracias a una equilibrada jugabilidad y un estupendo apartado gráfico.
Tres héroes y un destino
La trama inicial nos conduce por la vía rápida a un universo de conspiraciones tecnológicas y traiciones sedientas de poder. La corporación Spyborg Initiative se encarga de la defensa del país gracias a su grupo armado de soldados cibernéticos creado en base a las caídas humanas en combate. Una nueva forma de reciclado militar que da con la traición de uno de sus hombres más poderosos y que deja al equipo de Spyborgs con la única opción de salir en su busca, a la vez que intenta averiguar una serie de sucesos extraños que están dado con la desaparición de los operarios de la compañía.
Lo destacado en Spyborgs es la excelente agilidad jugable que se dota al conjunto gracias al balance entre sus tres protagonistas seleccionables, aunque sólo dos de ellos puedan participar a la vez. Sea con la CPU -donde podemos alternar personajes en cualquier momento-, o junto a otro jugador humano, lo cierto es que existe una compenetración natural que no desvirtúa el avance de las fases. Por una parte tenemos a Stinger, un arduo guerrero con un poderoso brazo cibernético y una fuerza descomunal en el cuerpo a cuerpo. En la parte femenina contamos con la participación de Clandestine, un ágil ninja que basa su éxito en la velocidad de sus ataques y en la precisión de sus saltos. Mención aparte a Bouncer, un mono robótico de enormes puños y de fuerza considerable, capaz de tumbar cualquier enemigo que se atreva a hacerle sombra. Si bien en la práctica los controles básicos son similares para cada personaje, sí que la diferencia entre todos se acaba haciendo abismal si nos atenemos a sus movimientos característicos.
Combates en equipo
Porque no sólo será machar botones, en Spyborgs también podemos realizar interesantes y efectivos combos propios de cada personaje y que, como es habitual en los juegos de lucha, debemos memorizar para tener éxito en las sucesivas contiendas. Pero si la oferta de movimientos es atractiva, esta se hace mucho más si incluimos ciertas habilidades especiales junto a los llamados combos en equipo, accesibles una vez que alguno de los personajes tenga su barra de energía a máximo nivel. Aquí si realizamos una secuencia concreta entraremos en un corto Quick Time Event en el que debemos participar.
Dispersos por los escenarios encontraremos una serie de cajas de metal que esconden chispas de distintos colores y que nos proporcionarán ayudas. Las azules sirven para rellenar nuestra salud, mientras que las naranjas rellenan la mencionada barra de energía para los combos. De gran ayuda son las chispas verdes, que nos otorgan inmunidad temporal, pero sobre todo las rojas, canjeables por nuevas destrezas. Además de encontrar estas cajas de forma natural avancemos en el juego, Spyborgs prima a aquellos jugadores que exploran y rebuscan en los escenarios con cajas ocultas.
Vistosidad gráfica
La riqueza visual es lo más llamativo una vez observamos a Spyborgs en movimiento, con unos modelados de los personajes compactos y unas fases bien definidas que destacan por contener numerosos elementos destructibles. En definitiva, un entramado en 3D que recuerda mucho a propuestas de acción arcade de generaciones de antaño pero con la espectacularidad que pertenece a los tiempos actuales.
Por su parte el aspecto sonoro propone una relación de pistas de corte electrónico que se repiten tras una cortina de efectos metálicos y explosiones artificiales. El doblaje al inglés es meramente correcto, no consiguiendo llegar a transmitir del todo las líneas de diálogo presentes en el juego.
Donde mejor lo pasaremos será disfrutando con su jugabilidad directa y sencilla, muy de juego clásico, y a la que lo único que le ha faltado es algo más de profundidad y variedad en el desarrollo. Aún así sus 35 niveles, de duración no excesiva, nos van a dejar una gran cantidad de horas de disfrute. Un título donde se nos permite rejugar las distintas fases para batir nuestra puntuación y que además nos ofrece el desbloqueo de innumerables extras tales como videos o cintas de audio, para entender un poco más el universo Spyborg del que, según el equipo al cargo, seguiremos descubriendo en su secuela.
Spyborgs es un guiño a los clásicos beat ´em up aprovechando las capacidades tanto gráficas como jugables de Wii. Su punto fuerte es la acción desenfrenada bajo un componente cooperativo bien conjuntado y resuelto. Su punto flaco una escasa profundidad narrativa y una exposición repetitiva de la fórmula jugable. Aun así, Spyborgs podría definirse como un guiño al pasado que revive un género recientemente olvidado, pero que demuestra que con simpleza pueden crearse experiencias ricas y entretenidas.
Comprar Spyborgs