Allá por el 2005 apareció un extraño título para compatibles de nombre Rag Doll Kung Fu que pese a su sencillez recibió una buena acogida por parte del público. Se trataba de un arcade protagonizado por marionetas donde primaba la diversión por encima de la estética y la complejidad. Casi cuatro años más tarde el estudio sueco presenta la segunda parte de Rag Doll, abandonando el arcade y abrazando el género de la lucha a fin de cubrir el vacío comercial que tiene PS3 en el subgénero de los super party fighting.
Ya en el tutorial nos damos cuenta de que Rag Doll Kung Fu: Fist Of Plastic (a partir de ahora FOP) bebe de diferentes títulos y géneros, denotando un cierto aire gráfico a LittleBigPlanet y con un planteamiento próximo a Super Smash Bros Brawl, aunque en el cómputo global resulta mucho más simple que el título de Nintendo.
A grandes pinceladas cabe decir que con FOP nos podremos a los mandos de un maestro del Kung Fu que utilizará esta milenaria arte marcial para dar cañita a sus rivales en divertidas partida de hasta cuatro jugadores en pantalla. Y es que el título de Tarsier Studios propone una fórmula amena, divertida y sin compromisos, a fin de pasar un buen rato con tus amigos. Se trata pues de un título muy enfocado a jugar acompañado y que destaca precisamente en esta faceta, abandonando en gran medida la campaña individual.
Divertido pero con dos grandes carencias
Si de algo peca este título sueco es de los escasos modos de juego que plantea, pero sobre todo por no contar con un modo de juego online, un grave error que seguramente hará que muchos usuarios se planteen seriamente su adquisición…, no obstante, vayamos por partes.
Sorprende en el modo individual que no haya ni un pequeño modo historia. En vez de eso nos encontramos ante ocho retos más un tutorial que tendremos que ir completando a fin de mejorar nuestras habilidades a los mandos e ir desbloqueando prendas de ropa, nuevas caras o complementos con los que decorar a nuestro personaje personalizado.
En estos retos se plantean diferentes misiones en las que tendremos que cumplir unos mínimos para desbloquear la siguiente, casi siempre eso si, a contrarreloj. La misión podrá ser completada con tres distinciones, bronce, plata y oro, que a su vez nos irán desbloqueando las nuevas opciones de equipamiento. El problema viene cuando finalizamos los retos propuestos, retos que por cierto no resultan de excesiva complicación y que llegados a este punto, no se nos propone ninguna alternativa para jugar en solitario más que volverlos a repetir y mejorar la puntuación.
Se nota que este título se ha confeccionado a fin de ser disfrutado en compañía. Tarsier propone hasta cuatro jugadores conectados a los mandos de PS3, pudiendo completar el plantel mediante bots de diferente dificultad. En el modo multijugador de FOP encontraremos ocho escenarios diferentes y 4 modos de juego. Contaremos con la clásica partida a muerte donde azotar a tus enemigos será la máxima de la partida. Una segunda denominada el Rey de la colina que consistirá en quedarse solo en una plataforma a fin de puntuar, proclamándose ganador quien más segundos pase en dicho lugar. Captura el pez es el tercer modo. En el escenario caerá un pez que habrá que recoger y encestarlo en una canasta dispuesta una parte del escenario. El último modo de juego que proponen es esquivar la pelota, que se basa en recoger una pelota que va dando brincos por el escenario y lanzarla con mala baba a fin de golpear a tus rivales. Cabe decir que los dos últimos modos de juego expuestos resultan más ingeniosos, ya que incorporan elementos que lanzar.
Los cuatro modos de juego cuentan con un panel de control donde configurar la partida y en la que se puede elegir jugar a nivel individual o en equipo. Además permite marcar el tiempo de la partida o entre otras, modificar la puntuación a alcanzar para alzarse como vencedor.
Si el modo individual resulta pobre y tedioso resultando una importante carencia, la ausencia de un modo en línea resulta un error casi imperdonable tratándose de un juego enfocado a la interacción entre usuarios. Si bien es cierto que los juegos estarán interconectados entre sí, esto tan solo servirá para establecer un ranking de jugadores y en ningún caso para jugar en red. Un error que la desarrolladora debería solucionar en un futuro si quiere mantener el título a la altura de las circunstancias.
El sixaxis, la chispa del juego
El manejo de esta segunda entrega de Rag Doll Kung Fu resulta sencillo; ya nos podemos ir olvidando de largas combinaciones de botones a fin de encadenar vistosos movimientos. Aquí lo que prima es la diversión directa y rápida, que mejor manera por tanto que aporrear los mandos a fin de pasar un buen rato. Contamos con un botón de puñetazo, uno de patada, un tercero para saltar y un cuarto que lo usaremos para lanzar cosas a nuestros rivales o para lanzarlos a ellos mismos, que narices. Además de estos presionaremos “R1” para coger objetos del escenarios, y el analógico de la derecha para realizar ataques con las mas arcanas armas que habrá esparcidas por el terreno de lucha, como baras, estrellas shurikens o unos nunchakos.
Nuestro personaje contará además con una barra de Chi que habrá que ir rellenando a fin de poder ejecutar los golpes más destructivos que una marioneta jamás haya conocido. Para ello, deberemos golpear a nuestros enemigos hasta la saciedad y evitar que caigan al suelo.
El uso del sixaxis en los títulos de lucha suele brillar más bien por su ausencia, pero por suerte nos encontramos ante la excepción que confirma esta regla. Y es que los chicos de Tarsier Studios han querido darle un plus al manejo a fin de hacer las partidas más divertidas. Rag Doll Kung Fu nos propone hacer diferentes movimientos con el mando para conseguir ejecutar movimientos o recargar la vida de nuestro pequeño luchador. Por ejemplo deberemos poner el mando del revés para transformar el chi en salud, una tarea que se puede antojar sencilla pero que a la hora de la verdad, cuando te acechan tres enemigos con los dientes largos, dará lugar a más de una situación cuanto menos curiosa. También habrá que mover el mando de arriba abajo velozmente para crear una gran bola de chi, que después lanzaremos al contrincante que más rabia nos dé.
Además, de este ataque especial podremos realizar un super puñetazo moviendo el sixaxis hacia un lado o realizar una súper explosión de chi, entre otras. Lo que está claro, es que en este sentido Tarsier Studios ha acertado de lleno con el uso del Sixaxis, y es que para jugar acompañado le dará un plus de diversión tener que ejecutar los movimientos antes mencionados para batir a tus rivales.
Vistoso sin llegar a deslumbrar
Si por algo destaca el aspecto gráfico del título es por su sencillez, una simplicidad que para nada es sinónimo de ser visualmente pobre, ya que nos encontramos ante un título visualmente atractivo pese a desarrollarse en dos dimensiones.
Si bien es cierto que las animaciones de los personajes resultan limitadas, éstas son de lo más graciosas y de hecho se mueven fielmente a lo que son, marionetas. Los chicos de Tarsier Studios han hecho un buen trabajo en representar a estos monigotes exentos de huesos, y es por ello que se mueven de manera irreal, dando saltos, patadas y tumbos imposibles. Ni que comentar cabe, que las expresiones faciales brillan por su ausencia, pero claro, en la redacción de 3DJuegos nunca hemos visto a ningún muñeco reírse o mostrar tristeza…
Si las animaciones resultan correctas, los escenarios componen un aspecto del juego digno de mención, ya que resultan muy variopintos, con una estética cartoon que evocan a la memoria a los vistos en LittleBigPlanet. Utilizan además un efecto blur (desenfoque), que crea una lograda profundidad de campo que lo dota de una ficticia tridimensionalidad. Con todo y con eso, también encontramos aspectos negativos en el apartado gráfico, uno de ellos resulta la poca inter-actuación que el jugador puede tener con ellos. En este sentido no se puede ir más allá de cogerse a las plataformas para desplazarse por el escenario, un aspecto que de haberse mejorado y haber realizado con escenarios destruibles por ejemplo, habría hecho ganar muchos puntos a FOP.
Aparte del efecto blur mencionado el juego no utiliza ningún efecto de post procesado más, no encontramos ni luces dinámicas, ni partículas, pero ciertamente tampoco se echa de menos al ser un juego destinado al ocio ocasional y en grupo.
Por lo que respecta al sonido decir que pasa desapercibido a todos los niveles y que esto no resulta negativo en este caso. Nos encontraremos ante melodías típicas de un film de Bruce Lee con cierto toque electrónico que no molestan en ningún caso, resultando incluso pegadizas en algún caso. No obstante, más allá de eso, poco más nos pueden ofrecer las melodías de FOP. Un resultado inferior reciben las voces y efectos FX de los personajes, que son muy limitadas, repetitivas y poco variadas.
Nos encontramos ante un título divertido, muy divertido para jugar en compañía, pero que a nivel individual adolece de tener una campaña corta, pobre y sin un modo historia. El modo online brilla por su ausencia y este es un error muy grave para un juego de estas características. A nivel gráfico cumple con solvencia, ofreciendo unos agradables escenarios en 2D, con unos personajes que pese a no estar demasiado detallados si que cuentan con animaciones muy logradas que representan fielmente lo que son, marionetas. Además, su fácil manejo y notable uso del Sixaxis, enaltece su capacidad de diversión. Rag Doll Kung Fu: Fist Of Plastic se perfila como el candidato de PS3 a fin de rellenar el vacío de los Super Party Fighting, y pese a no llegar a la complejidad del referente, Super Smash Bros. Brawl de Wii, su ajustado precio lo hace aún más atractivo.
